El ex polic¨ªa devoto que fracas¨® en seguridad

Ese oficio, el de ex jefe de la Polic¨ªa Nacional Civil, es el mayor m¨¦rito y el mayor dem¨¦rito de Rodrigo ?vila, ingeniero de formaci¨®n, casado, religioso a carta cabal y candidato de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) a la presidencia de El Salvador. Es su mayor m¨¦rito porque, quienes le estiman, destacan que este ex soldado fue uno de los art¨ªfices de la convivencia entre ex militares y ex guerrilleros en la nueva polic¨ªa surgida del acuerdo de paz. Y es su mayor dem¨¦rito porque si en algo ha fracasado su partido y ¨¦l mismo -durante un periodo largo fue director de la polic¨ªa-, es en las pol¨ªticas de seguridad. El Salvador sigue siendo el pa¨ªs de Am¨¦rica Latina con un promedio m¨¢s alto de homicidios.

Rodrigo ?vila tiene otro gran problema para un pol¨ªtico. Ante un micr¨®fono, se atora, suda, se trabuca, naufraga. Y en esta campa?a intensa donde los periodistas le han preguntado por cuestiones tan dispares como si ha matado a alguien alguna vez o si bebe agua del grifo, esa incapacidad le ha jugado malas pasadas.

Como un aut¨®mata, su discurso principal, casi ¨²nico, ha consistido en acusar al Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) de connivencia con el presidente de Venezuela y las fuerzas comunistas del mal: "Aqu¨ª [el presidente de Venezuela, Hugo] Ch¨¢vez meti¨® sus manos. De eso no tengo la menor duda". Su mensaje -falto de cualquier contenido pol¨ªtico- ha estado encaminado a infundir el miedo a la marea roja y a apelar a los muy extendidos sentimientos religiosos de los salvadore?os. Ante la pregunta de si se siente capacitado para gobernar, responde: "Dios no desampara a nadie cuando pide las cosas con suficiente devoci¨®n".