Victoria hist¨®rica de la ex guerrilla izquierdista en El Salvador
"Hoy hemos firmado un nuevo acuerdo de paz", proclama Mauricio Funes, l¨ªder del FMLN nada m¨¢s confirmarse su triunfo
La antigua guerrilla salvadore?a logr¨® anoche un triunfo hist¨®rico. Por primera vez desde que hace dos d¨¦cadas dejara las armas y firmara los acuerdos de paz que pusieron fin a la contienda civil, el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) conquist¨® la presidencia de la rep¨²blica de El Salvador. Nada m¨¢s confirmarse su ajustada victoria -el 51,27% de los votos frente al 48,73% que obtuvo la derecha-, su candidato, el periodista Mauricio Funes, compareci¨® ante la opini¨®n p¨²blica escoltado por los viejos comandantes guerrilleros. Con la voz rota por el cansancio y la emoci¨®n, Funes dijo: "Esta noche debe tener el mismo sentimiento de esperanza y reconciliaci¨®n que hizo posible los acuerdos de paz. Hoy hemos firmado un nuevo acuerdo de paz, de reconciliaci¨®n del pa¨ªs consigo mismo. Por esta raz¨®n, invito desde este momento a las diferentes fuerzas sociales y pol¨ªticas a que construyamos juntos el futuro. No me cabe ninguna duda que este d¨ªa ha triunfado la ciudadan¨ªa que crey¨® en la esperanza y venci¨® el miedo".
Funes vest¨ªa de chaqueta oscura y camisa blanca sin corbata. Ellos, los viejos comandantes guerrilleros, sus antiguas guayaberas rojas. El FMLN no s¨®lo consigui¨® anoche derrotar por primera vez a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), sino tambi¨¦n a su propia obstinaci¨®n inmovilista. Aunque con sus m¨¢s y sus menos, la vieja guardia de la guerrilla acept¨® presentar como candidato a un hombre joven, moderado, cuyo discurso est¨¢ lleno de la palabra di¨¢logo y de mensajes a la reconciliaci¨®n nacional. Y ha sido ese hombre el que los ha llevado a la victoria. Durante toda la campa?a, la derecha dura que ha venido gobernando este pa¨ªs desde que cesaron los tiros no ha hecho otra cosa que acusar al FMLN de querer vender El Salvador a Hugo Ch¨¢vez y al comunismo internacional. Pero el discurso de Funes -ya sabi¨¦ndose presidente- ni siquiera tuvo un gui?o con el presidente de Venezuela. Muy al contrario. La mirada c¨®mplice estuvo dirigida a Estados Unidos, un pa¨ªs donde viven y trabajan m¨¢s de dos millones y medio de salvadore?os. "Deseo", dijo el flamante ganador, "una pol¨ªtica exterior independiente. Quiero la integraci¨®n centroamericana y el fortalecimiento de la relaci¨®n con Estados Unidos".
Funes, consciente del momento hist¨®rico que estaba protagonizando, empez¨® su discurso diciendo: "Esta es la noche m¨¢s feliz de mi vida. Y quiero que sea tambi¨¦n la noche de la m¨¢s grande esperanza de El Salvador". Pero utiliz¨® sus tablas como antiguo corresponsal de la CNN para hacer un discurso equilibrado, con las gotas justas de emoci¨®n, aplic¨¢ndose desde el primer momento la loci¨®n de jefe de Estado. De ah¨ª que tuviera unas palabras de homenaje para las Fuerzas Armadas de El Salvador, por su comportamiento durante la jornada electoral. Fue curioso observar el gesto serio de los viejos comandantes, que escuchaban a su joven y medi¨¢tico l¨ªder hablando del Ej¨¦rcito -sus viejos enemigos- y de Dios. Tambi¨¦n encontr¨® un hueco en su discurso para evocar unas palabras del arzobispo ?scar Arnulfo Romero, asesinado a tiros en 1980 cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia de San Salvador, un d¨ªa despu¨¦s de pedir a los soldados que dejaran de matar. "Monse?or Romero", record¨® Mauricio Funes, "dijo que la Iglesia ten¨ªa una opci¨®n preferencial con los pobres. Eso har¨¦ yo. Favorecer a los pobres y a los excluidos".
El discurso de Mauricio Funes no fue m¨¢s que el hist¨®rico colof¨®n de una jornada larga, donde la sensaci¨®n de cambio estaba en todas las bocas. Sin embargo, la dureza de la campa?a electoral le imprimi¨® tambi¨¦n al d¨ªa una dosis de cierto riesgo que se hizo m¨¢s patente una hora despu¨¦s de cerrar los colegios electorales. A las 5.53 de la tarde, las c¨¢maras de televisi¨®n ya retransmit¨ªan en directo el recuento de algunas mesas electorales, en San Salvador, en San Miguel... Eran s¨®lo unas mesas, pero la alegr¨ªa que se respiraba alrededor de ellas, la contundencia con que las papeletas del FMNL iban saliendo una tras otra, los aplausos, la manera con la que el presidente alzaba cada papeleta para recibir la ovaci¨®n de la gente arremolinada alrededor de la caja de cart¨®n, los gritos -cada vez m¨¢s contundentes- de "el pueblo, unido, jam¨¢s ser¨¢ vencido" iban confirmando la sensaci¨®n, nada cient¨ªfica, de que el cambio se estaba produciendo en El Salvador.
Como se vio despu¨¦s, ese cambio no fue resultado de una victoria aplastante, sino de una pugna ajustada. Y hab¨ªa un peligro. Igual que la derecha hab¨ªa acusado sin pruebas a la izquierda de querer vender el pa¨ªs a Ch¨¢vez, tambi¨¦n la izquierda del FMLN hab¨ªa hecho correr la voz de que, si perd¨ªan, s¨®lo ser¨ªa producto de un pucherazo. As¨ª que un hipot¨¦tico vuelco electoral a favor de Arena hubiese provocado una situaci¨®n dif¨ªcil, casi con toda seguridad violenta. Por eso, cuando Mauricio Funes se adelant¨® unos minutos a la ¨²ltima comparecencia del Tribunal Superior Electoral y dijo las palabras m¨¢gicas -"soy ya y sin lugar a dudas en el presidente electo de todos los salvadore?os"- una sensaci¨®n de alivio recorri¨® el pa¨ªs. Sobre todo cuando el candidato de la derecha, Rodrigo ?vila, acept¨® democr¨¢ticamente la derrota.
Los ciudadanos -los de izquierdas y los de derechas- demostraron una vez m¨¢s estar a la altura de las circunstancias. Durante un mes, los pol¨ªticos les ofrecieron una campa?a sucia y violenta. Y ellos, los salvadore?os, les devolvieron ayer civismo y paz. Supieron convertir el 15 de marzo de 2009 en un d¨ªa hist¨®rico. El eco de los tiros qued¨® definitivamente a resguardo de los libros de historia.
'Maras' y remesas
- Violencia. El Salvador tiene la tasa m¨¢s alta de muertes violentas de Latinoam¨¦rica debido, sobre todo, a la acci¨®n de las maras o pandillas, aunque en 2008 se registraron 3.179 homicidios, lo que supone un descenso respecto a los 3.928 de 2006.
- Pobreza. Afecta al 37% de la poblaci¨®n. El 11% se encuentra en la extrema pobreza. La tasa de analfabetismo en 2005 era del 18,9%.
- Crecimiento. El producto interior bruto (PIB) creci¨® un 3,2% en 2008, y la inflaci¨®n, un 5,5%. Las principales exportaciones son las manufacturas y el caf¨¦, aunque su saldo comercial es deficitario en 5.200 millones de d¨®lares (unos 4.022 millones de euros).
- Dependencia de EE UU. El pa¨ªs norteamericano es su principal socio comercial y el receptor de m¨¢s inmigrantes salvadore?os, m¨¢s de 2,5 millones. Las remesas que ¨¦stos env¨ªan se han convertido en la segunda fuente de ingresos para el pa¨ªs (17% del PIB) despu¨¦s de los servicios (60%). En 2001 se fij¨® un tipo de cambio inalterable del col¨®n con el d¨®lar.
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