Miedo y descontrol en la Via Laietana

Sof¨ªa, una inquietante morena de inconfundible acento (y aspecto) italiano, esperaba a un amigo a la salida del metro de Jaume I. A 300 metros, una marabunta de j¨®venes descend¨ªa por la Via Laietana. Una hilera de antidisturbios les esperaba para impedir su acceso a la plaza de Sant Jaume. "?Qu¨¦ est¨¢ pasando?", pregunt¨® Sof¨ªa, que entendi¨® que los manifestantes protestaban "contra Polonia". Aclarado el entuerto, se sonri¨®: Sof¨ªa, casualidades de la vida, vive en Bolonia, la ciudad que ha dado nombre a la adaptaci¨®n de estudios universitarios, y est¨¢ en Barcelona de turismo. En cuanto las cosas se pusieron feas, se resguard¨® en un bar cercano.

- Dispersi¨®n con riesgos. Los agentes resistieron un par de minutos las embestidas de los manifestantes. La orden de dispersi¨®n hizo que muchos echaran a correr hacia las calles del Born, donde hubo duros enfrentamientos. Los antisistema lanzaron piedras y ladrillos, y utilizaron una suerte de tirachinas contra los mossos. ?stos, desordenados, les persiguieron en peque?os grupos. Golpearon a muchos, pero s¨®lo detuvieron a una persona.

- Ataques indiscriminados. La carga cogi¨® por sorpresa a muchos ciudadanos. Unos turistas rub¨ªsimos (tambi¨¦n dif¨ªciles de confundir) recibieron golpes de porra porque estaban en el momento y el lugar inadecuados. El miedo cundi¨® entre quienes tomaban algo en los bares del Born y la Via Laietana, y vieron como los j¨®venes intentaban reagruparse a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil.

- Polic¨ªas an¨®nimos. Los antidisturbios siguen sin llevar en su uniforme el n¨²mero que les identifica como polic¨ªas. El Departamento de Interior les obliga a ello, pero la orden no entra en vigor hasta mayo. Los colectivos cr¨ªticos con la actuaci¨®n policial recordaron ayer que el anonimato impide las denuncias de los posibles afectados.

- 'Ca?a' a los periodistas. Treinta informadores, seg¨²n el Colegio de Periodistas, resultaron heridos. Algunos llevaban brazaletes identificativos, pero eso no impidi¨® que salieran con contusiones. Otros ni siquiera fueron golpeados "en el fragor de la batalla", sino mientras estaban apartados de los disturbios, en peque?os grupos y sin manifestantes alrededor. El director de la polic¨ªa, Rafael Olmos, dijo que a veces resulta "dif¨ªcil" distinguir a los periodista porque muchos manifestantes tambi¨¦n llevan c¨¢maras.