El Renault Darwin
Antes de quitarles la careta a las escuder¨ªas en el primer gran premio (Australia, 29 de marzo) para ver qui¨¦nes son de verdad los m¨¢s fuertes, analicemos los altibajos de los monoplazas dise?ados por Renault desde 2005 y esperemos a Melbourne para ver las opciones reales que tiene la escuder¨ªa de pelear por el t¨ªtulo en 2009. De momento, Fernando Alonso coloca en un 70% las posibilidades de su equipo.
Es 2009 el a?o con m¨¢s cambios en el reglamento de toda la historia de la F-1. Por ello el coche de 2009, aunque se base en sus predecesores, poco se parece a los monoplaza Renault de a?os anteriores.
El monoplaza de 2005 (el R25) comenzaba la pretemporada con los habituales problemas de fiabilidad de un coche nuevo. No super¨® algunos ensayos de impacto y hubo que retocar el dise?o, pero al final los ingenieros de Renault acertaron de pleno y el monoplaza invitaba a so?ar. La pugna durante ese a?o fue con la flecha plateada de Kimi Raikkonen, el coche m¨¢s veloz de la parrilla, pero con una fiabilidad de cristal. Los cerebros de la escuder¨ªa francesa se pusieron a trabajar duro y tanto en 2005 como en 2006 el fruto de su trabajo fueron sistemas como el mass damper o las orejas (dos peque?os alerones adosados al cockpit) que revolucionaron la F-1 y fueron r¨¢pidamente adoptados por el resto de equipos. Todo ello estuvo aderezado adem¨¢s por el motor m¨¢s evolucionado, cortes¨ªa de una marca como Renault, que tradicionalmente dise?a excelentes motores. Alonso se coron¨® como el campe¨®n m¨¢s joven en Brasil, a falta de dos carreras para el final de la temporada. Las ¨²ltimas dos pruebas fueron una aut¨¦ntica exhibici¨®n de la nueva estrella de la F-1, con adelantamientos para la historia como el que le regal¨® al mism¨ªsimo Schumacher en la curva 130R de Jap¨®n. Renault no cejaba en su empe?o y evolucion¨® sus motores hasta el ¨²ltimo gran premio.
El R26 fue un coche verdaderamente perfecto. Una pretemporada casi sin problemas auguraba un futuro prometedor para un monoplaza con maneras de campe¨®n. Tras arrasar Renault en las primeras carreras, el duelo del a?o fue con Schumacher y Alonso el nuevo rey de la categor¨ªa, supo mantener a raya al kaiser. Alonso triunfa en Barcelona y s¨®lo errores como la famosa tuerca de Hungr¨ªa pusieron en duda la victoria final del espa?ol. La salud de hierro del Ferrari se quebr¨® en el momento justo y el motor de Michael dijo ?basta! en la carrera clave para dar a Fernando un respiro y acercarle a su segundo t¨ªtulo.
En 2007, Renault perd¨ªa a Fernando y recib¨ªa el mazazo de tres graves problemas: su monoplaza no se adaptaba a la distribuci¨®n de pesos que requer¨ªan los nuevos neum¨¢ticos, el t¨²nel de viento ten¨ªa un error de c¨¢lculo y no se evolucion¨® el motor lo suficiente en las ¨¢reas permitidas. Aun as¨ª, el a?o m¨¢s que 2007 parec¨ªa 007 y tremendos casos de espionaje salpicaron la F-1. Renault no pudo incorporar algunos sistemas como el amortiguador J hasta bien entrado 2008 para no ser sospechosos de plagio.
Fue 2007 un a?o para olvidar y 2008 no empezaba mucho mejor. Coche nuevo y pilotos nuevos, pero los problemas de siempre. Una aut¨¦ntica traves¨ªa por el desierto que vio c¨®mo Alonso s¨®lo pod¨ªa ser d¨¦cimo en carreras como la de Bahrein. Renault, sin embargo, adopt¨® la estrategia correcta y, sin soluciones apresuradas, investig¨® sus problemas a fondo, present¨® evoluciones aerodin¨¢micas y mecanicas en Barcelona, Silverstone y Magny-Cours y el fruto no tard¨® en llegar. En la primera carrera nocturna de la F-1 (Singapur), Renault vio la luz y Alonso fue el mejor. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, el R28 refrend¨® su potencial y volvi¨® a ganar en Jap¨®n. Fueron el mejor coche y el mejor piloto en la parte final del campeonato.
Pero ahora todo esto es historia y 2009 es una p¨¢gina en blanco. Con las limitaciones en aerodin¨¢mica, el regreso de los slicks, la evoluci¨®n autorizada del motor V8 del Renault y sobre todo con el KERS, la F-1 es una competici¨®n muy distinta a la de 2008. ?sta es la gen¨¦tica de los monoplazas Renault, un aut¨¦ntico proceso de selecci¨®n natural. Ahora le llega el turno al R29.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.