La Casa Blanca tambi¨¦n ayuda a la industria auxiliar del autom¨®vil

Los grandes fabricantes de coches en Estados Unidos no son los ¨²nicos que est¨¢n al borde de la bancarrota. Las empresas que les suministran componentes y piezas tambi¨¦n temen desde hace tiempo por su supervivencia. Por eso, la Casa Blanca salt¨® ayer a escena con un plan de asistencia inmediata, que pretende movilizar hasta 5.000 millones de d¨®lares (3.808 millones de euros) en ayudas.

Hasta ahora, toda la carga se estaba concentrando en General Motors (GM) y Chrysler. Las dos empresas automovil¨ªsticas se mantienen a flote gracias a las inyecciones que le llegan desde el Tesoro de EE UU, que salen del bolsillo de los contribuyentes. Se trata de evitar que la bancarrota de una de ellas arrastre a todo el sector y salpique al conjunto de una econom¨ªa que ya est¨¢ en recesi¨®n.

Pero la acci¨®n de auxilio de Washington no estaba ayudando a aliviar la situaci¨®n de cientos de compa?¨ªas que, como Lear, Borgwarner o American Axle, suministran componentes a Detroit para ensamblar los coches. As¨ª que la primera acci¨®n del grupo creado por Barack Obama para supervisar la reestructuraci¨®n de la industria se centr¨® en ese segmento, que da empleo a medio mill¨®n de personas.

Garant¨ªa de pagos

No se trata de una inyecci¨®n directa de dinero. El nuevo plan lo que busca es garantizar los pagos que los fabricantes de coches deben hacer por los componentes que compran. El estancamiento de las ventas y las restricciones al cr¨¦dito provocaron que muchos de los env¨ªos de componentes hacia las plantas no hayan sido pagados, lo que coloca a muchas empresas en una situaci¨®n imposible.

Con esta ayuda se evitar¨ªa una oleada de quiebras entre los suministradores de componentes, que podr¨ªan causar una situaci¨®n de caos en toda la industria. GM respondi¨® positivamente al plan. Pero los expertos insisten en que el negocio de los componentes de coches sufre de exceso de capacidad y ven inevitable que algunas compa?¨ªas desaparezcan por la crisis.

El equipo creado por Obama sigue, entre tanto, analizando la situaci¨®n de los tres gigantes de Detroit para decidir si inyecta nuevas ayudas. GM y Chrysler acaban de presentar planes de viabilidad. Ford Motor, de momento, se mantiene al margen porque dice que dispone de efectivo para sortear la crisis sin ayuda.