La pesca del tibur¨®n enfrenta a palangreros y ecologistas
La UE ultima una normativa para la captura de escualos
Diez a?os le ha costado a la Uni¨®n Europea asumir la recomendaci¨®n que la FAO lanz¨® en 1999 para regular la pesca del tibur¨®n, cuando la organizaci¨®n internacional aprob¨® un plan de acci¨®n para su conservaci¨®n y gesti¨®n. Ahora, la UE se pone las pilas para regularizar una pesquer¨ªa sobre la que apenas existe control y que ha dejado ya de ser una captura accidental, seg¨²n los ecologistas, para convertirse en especie objetivo.
Espa?a lidera las capturas en el ¨¢mbito comunitario y es el primer exportador mundial de aletas de tibur¨®n gracias, en buena medida, a la potente flota palangrera gallega. Unos 200 barcos "eficientes y modernos" dedican una parte de su esfuerzo pesquero a una especie a¨²n sin reglamentar y que estos d¨ªas acapara la atenci¨®n de los ministros europeos de pesca. Galicia aguarda con expectaci¨®n el dictamen de Bruselas y afirma que las especies que trabaja (marrajo y tintorera en un 90%) no est¨¢n amenazadas, si bien la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza considera a ambas "vulnerables", mientras otros escualos se encuentran al borde de la extinci¨®n por sobrepesca.
En los puertos de Vigo y Las Palmas se centraliza el comercio europeo
El puerto de Vigo, junto al de Las Palmas, es "el centro europeo del comercio de tibur¨®n", tanto en lo que se refiere a la carne como a las aletas. Buena parte de esa carne se queda en Europa, que captura unas 100.000 toneladas anuales de rayas y tiburones. El sector se muestra "conforme" con regular la actividad, aunque considera que la normativa debiera alcanzar tambi¨¦n a los buques asi¨¢ticos porque "hacen lo que les da la gana".
La directora gerente de Orpagu (Organizaci¨®n de Palangreros de A Guarda, que agrupa a 43 de los 83 barcos de palangre de superficie de Galicia), Juana Parada, denuncia que estos buques, sobre todo los chinos, descargan delante de sus "narices much¨ªsimas toneladas en puertos comunitarios como Vigo". El problema es que son los propios armadores espa?oles "y tambi¨¦n gallegos" quienes les abren las puertas al comprar esa mercanc¨ªa, que pasa as¨ª a ser comunitaria.
"No se puede llevar a cabo esta pesca indefinidamente sin ning¨²n control. Los datos dicen que no est¨¢ muy lejos de su punto de explotaci¨®n m¨¢ximo", advierte Rebecca Greenberg, de Oceana. Los ecologistas denuncian adem¨¢s la pr¨¢ctica del finning o aleteo, que consiste en subir a cubierta al escualo, cercenarle las aletas y volver a tirarlo al mar, a veces a¨²n vivo.
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