Vidal y sus dos hijos ingobernables
Vidal y su mujer, un matrimonio septuagenario, tienen un hijo esquizofr¨¦nico, de 40 a?os, y una hija con epilepsia, de 39. Ambos son ya mayores, y, cuando les dan sus ataques, no hay quien los gobierne. Viven en Valencia y desde principios de este siglo tienen solicitado un internado para ellos, sin ¨¦xito. Pero en ¨¦stas se aprob¨® la Ley de Dependencia, hace ya dos a?os, y en 2007 volvieron a intentarlo. A la hija, Natividad, le han valorado y es dependiente de grado 2 (hay tres), nivel II. "Al chico tambi¨¦n, pero de ¨¦ste no sabemos ni los resultados", dice Vidal.
A Natividad le han ofrecido una plaza en una residencia en un pueblo de Castell¨®n, pero los padres, desesperados, est¨¢n dispuestos a lo que sea, "con urgencia". La edad no es ya la misma, ni para el matrimonio ni para los hijos, y con los achaques propios es dif¨ªcil hacerse cargo de los hermanos cuando la enfermedad les juega los cl¨¢sicos malos momentos.
La semana pasada, mientras llevaban a Miguel a una revisi¨®n m¨¦dica, Natividad, sola en casa, tuvo uno de sus brotes y se lio a tirar todo lo que encontr¨® en el sal¨®n de la familia: acab¨® con floreros, platos, figuritas de porcelana. "Por lo menos 60 euros todo lo que se rompi¨®", calcula el padre. Si Vidal hubiera estado en casa en ese momento, habr¨ªa impedido que se mordiera las manos, algo que la mujer suele hacer, y la hubiera inmovilizado ech¨¢ndose encima de ella contra el suelo, como hace cuando eso ocurre. Aunque cada vez le cuesta m¨¢s trabajo.
"Y cuando los ataques le dan a Miguel nos llama de todo menos bonito. Hace unos a?os le cambiaron la medicaci¨®n y desde entonces est¨¢ peor, ahora ya no se lleva tan bien con la hermana; cuando los dos se ponen mal tengo que llevarme a la chica a la habitaci¨®n porque si no, la l¨ªan. Se ponen imposibles".
A sus 74 a?os, a Vidal ya no le agrada como antes volver a su pueblo, en Cuenca. El bregar con los hijos puede amargarle un buen d¨ªa.
"?ste es un caso que necesita ayuda urgente", dice Palmira Castellano, presidenta de la Asociaci¨®n Valenciana de Dependientes y Cuidadores (Avadec), que se ha integrado en la plataforma de afectados que se ha montado en la comunidad, una organizaci¨®n que integra a m¨¢s de 40 asociaciones.
A muchos de ellos les gustar¨ªa convocar una gran manifestaci¨®n, pero los afectados por el mal ritmo que lleva esta ley en algunas comunidades son ancianos, o j¨®venes discapacitados, el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de la sociedad.
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