Dependientes a los que no les salen las cuentas
Algunos afectados renuncian a ayudas porque les obligan a dejar otras
No son pocos los usuarios de servicios sociales municipales que est¨¢n renunciando a las ayudas que les concede la Ley de Dependencia porque no les salen las cuentas. En algunas comunidades se han aprobado normas que hacen incompatibles unas ayudas y otras y obligan a prescindir de una de ellas: algunos afectados rechazan las que ofrece la Ley de Dependencia. Uno de los casos que m¨¢s preocupan en los servicios sociales es la imposibilidad de sumar a la ayuda domiciliaria municipal una plaza en un centro de d¨ªa. "?Qu¨¦ hacemos entonces, subimos a los ancianos al autob¨²s para ir al centro sin haberlos aseado ni cambiado los pa?ales?", se queja una trabajadora social de Valencia, miembro del Observatorio de la Asociaci¨®n Nacional de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. Afortunadamente, dice esta mujer, que no quiere dar su nombre, "los ayuntamientos est¨¢n manteniendo su ayuda a domicilio, porque no han recibido instrucciones detalladas".
Cada comunidad ha regulado las prestaciones de una manera distinta
Una mujer rechaz¨® los cuidadores que le ofrec¨ªan porque le sal¨ªa m¨¢s caro
En la Comunidad Valenciana, los trabajadores sociales denuncian que se est¨¢ creando "un sistema paralelo que avanza en la privatizaci¨®n de los servicios sociales". "En lugar de mantener la ayuda a domicilio municipal -un cuidador en casa, unas horas a la semana-, conceden una ayuda econ¨®mica para que contraten esa asistencia con una empresa privada. Pero eso ser¨¢ de pago y hasta ahora les sale gratis", dice esta trabajadora social valenciana. Y a?ade: "Adem¨¢s, eso va en contra de su propia normativa, que establece que esta prestaci¨®n s¨®lo se dar¨¢ cuando no haya servicios p¨²blicos a disposici¨®n, y los hay".
El presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez, destaca que se est¨¢ "vaciando de recursos el ya exhausto sistema de Servicios Sociales para atender ¨²nicamente a las situaciones de Dependencia, y hay muchas personas que, sin ser dependientes, necesitan apoyo. Si una madre soltera tiene tres hijos no podr¨¢ ir a trabajar si alguien no va a la casa, los levanta y los lleva al colegio. Esa mujer no es dependiente, pero necesita la ayuda", pone como ejemplo.
No todas las comunidades han declarado, sin embargo, incompatibles las ayudas. Los trabajadores sociales ponen como ejemplo a seguir Andaluc¨ªa, que suma unas y otras ayudas y que ha aprobado una orden que distingue perfectamente qui¨¦nes son usuarios de los servicios sociales y qui¨¦nes son, adem¨¢s, dependientes. En La Rioja, Pa¨ªs Vasco o Castilla-La Mancha est¨¢ regulada la compatibilidad; en otras, como Asturias o Galicia, no est¨¢ regulada, pero se aplica. Y en algunas, como la valenciana o Murcia no se puede optar a estas dos ayudas a la vez.
Nuria, una mujer de Cantabria, separada, madre de dos hijas y mileurista, ha cuidado de su madre, enferma de alzh¨¦imer, durante 20 a?os. Una trabajadora social de su Ayuntamiento iba dos horas al d¨ªa de lunes a viernes, gratis, para asear a la madre. El resto de las horas, Nuria se gastaba parte de su sueldo y la pensi¨®n de la anciana en pagar a otras dos trabajadoras -ma?ana y tarde- para que ¨¦sta no estuviera sola en casa. En total unos 1.000 euros al mes, que no declaraba porque econ¨®micamente no pod¨ªa afrontarlo. Con la Ley de Dependencia le propusieron que un cuidador fuera unas horas al d¨ªa, incluidos s¨¢bados y domingos, pero prescindiendo de la ayuda municipal. "Y yo tendr¨ªa que pagar cerca de 300 euros al mes por el copago de ese servicio nuevo y seguir con las otras dos trabajadoras. No puedo afrontar eso. He renunciado", afirma. "Yo no quer¨ªa dinero, s¨®lo ayuda para salir los fines de semana".
Los servicios que se est¨¢n ofreciendo, en muchos casos, no suponen un desahogo.
Y tampoco contribuyen a una eficaz implantaci¨®n de la ley localismos que impiden que personas que no est¨¢n empadronadas en un pueblo no tengan derecho a una plaza en el geri¨¢trico. "Las desigualdades por comunidades se est¨¢n incrementando m¨¢s por raz¨®n del empadronamiento", reza el informe que han elaborado directivos de Servicios Sociales (directoressociales@hotmail.com).
S¨®lo hay un servicio, la teleasistencia, que no es incompatible con ninguna otra ayuda, "pero ¨¦se no se prescribe", a?ade Ram¨ªrez. "Esta ley, para tener ya dos a?os, sigue yendo demasiado despacio. Y es una buena ley, eso s¨ª", a?ade.Pero est¨¢n aflorando casos rocambolescos, como tener plaza en un centro de d¨ªa y no poder subir al autob¨²s.
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