"El atentado de ETA me blind¨® contra el odio"
Eduardo Madina guarda un recuerdo de infancia que le dej¨® una pregunta abierta. Ten¨ªa ocho a?os cuando acudi¨® de la mano de su padre al funeral del senador socialista Enrique Casas. Corr¨ªa el a?o 1984 y los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas, una escisi¨®n ¨¢crata de ETA, acababan de asesinar al candidato socialista en su domicilio, de 15 balazos. Recuerda a miles de personas llorando en las calles de Donosti, se rend¨ªa un ¨²ltimo homenaje a un sindicalista, a un socialista. ?C¨®mo es posible que mataran a un hombre que hab¨ªa luchado por los trabajadores, por la gente m¨¢s humilde? ?sa es la pregunta que qued¨® abierta en su mente de ni?o, la pregunta que empez¨® a modelar un perfil pol¨ªtico. El atentado que sufri¨® 18 a?os m¨¢s tarde en sus propias carnes, con 26 a?os reci¨¦n cumplidos, cuando era un militante de las Juventudes Socialistas de Euskadi, el que le rob¨® una pierna y seg¨® su sue?o de jugar al voleibol, no hizo otra cosa que multiplicar su compromiso. Un compromiso liberado de odio que le ha convertido, a sus 32 a?os, en un referente pol¨ªtico. "A Zapatero le gusta mucho", dice Ram¨®n J¨¢uregui, uno de sus jefes en el Congreso de los Diputados, "est¨¢ llamado a grandes liderazgos".
"A Zapatero le gusta mucho. Est¨¢ llamado a grandes liderazgos", dice Ram¨®n J¨¢uregui
"Es una enciclopedia. So?aba con ser arque¨®logo", declara su amigo Mikel Torres
Comparte la pasi¨®n por la buena m¨²sica pop con Patxi L¨®pez, que hizo de 'dj' en su boda
"Ibarretxe ha consagrado un intento de nacionalismo ¨¦tnico", declara Madina
Madina sale caminando de la C¨¢mara baja con su pantal¨®n y su camisa de vestir, su jersey de pico y su guerrera marr¨®n con chapitas. Una s¨ªntesis del diputado que es y del apasionado de la m¨²sica que lleva dentro. Echa un vistazo atr¨¢s para ver que el guardaespaldas est¨¢ al tanto de sus movimientos y camina con las manos en los bolsillos de la guerrera.
Dice que est¨¢ en uno de los mejores momentos de su vida. "Estoy contento con lo que soy, con el sitio de mi vida", sintetiza. Como diputado, est¨¢ volcado en su trabajo en la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n Internacional. Las elecciones en Euskadi han sido muy favorables al PSE. Disfruta dando clases de Historia de la UE en la Universidad Carlos III de Madrid. Cultiva con entusiasmo su gran pasi¨®n por la m¨²sica, colecciona ced¨¦s, vinilos. Ha alcanzado el equilibrio emocional junto a Paloma, la mujer con la que lleva cinco a?os compartiendo su vida. Y est¨¢ a punto de ser padre.
Madina irradia seguridad, convicci¨®n, equilibrio. "Pero siempre hay que estar alerta con lo que pueda traer la cabeza y el coraz¨®n. Un bombazo que intent¨® matarme es algo que tarda a?os en gestionarse".
No ha sido f¨¢cil llegar a este buen momento. Su vida dio un vuelco el 19 de febrero de 2002, d¨ªa en que conduc¨ªa su Seat Ibiza gris matr¨ªcula 6436-BS de camino al centro de formaci¨®n de Trapagar¨¢n (Vizcaya) donde trabajaba. ?l sol¨ªa revisar siempre los bajos de su coche, pero aquella ma?ana ten¨ªa prisa. A las 8.20, cuando le faltaban 200 metros para llegar a su destino, la bomba lapa estall¨®. Tuvieron que amputarle la pierna izquierda. A los pocos meses, su madre mor¨ªa de un infarto.
"Nunca ha querido construir su imagen en torno al atentado", sostiene Jordi Giraldez, psic¨®logo, uno de sus mejores amigos. Giraldez tiene grabada aquella ma?ana en que acompa?¨® a Madina a declarar en el juicio contra los dos etarras que le pusieron la bomba. "Era ¨¦l quien nos tranquilizaba a Paloma y a m¨ª. En tres o cuatro frases, expres¨® con gran dignidad y entereza c¨®mo hab¨ªa vivido el atentado", relata. "Desprend¨ªa gran fuerza a su alrededor, parec¨ªa uno de estos personajes de los videojuegos que tienen como un halo que representa esa fuerza", explica.
Las c¨¢maras de la Audiencia Nacional captaron su alocuci¨®n: "Desde aquel d¨ªa, en mi casa se hizo de noche y una sombra de pena y de tristeza envolvi¨® a mi familia", declar¨® Madina ante el juez. "Mucha gente en la sala se puso a llorar", recuerda Giraldez, "fue muy duro escucharlo. Cualquier otro se hubiera trastabillado al decirlo, pero Eduardo, no. Tiene una gran capacidad de explicaci¨®n y de an¨¢lisis".
Madina es fruto de dos grandes tradiciones en Euskadi. La tradici¨®n socialista, industrial y obrera le viene por parte de padre: su abuelo, Eleuterio Madina, era minero. La tradici¨®n nacionalista, euskald¨²n, le viene por parte de madre.
Su educaci¨®n fue una s¨ªntesis de las ideas de la Ilustraci¨®n y del movimiento obrero con el nacionalismo rom¨¢ntico vinculado a la tierra. "Era un nacionalismo c¨ªvico, abierto, elegante, positivo; no como el nacionalismo ¨¦tnico que ha practicado Ibarretxe, que ha manoseado algo que no es suyo. Ha convertido el nacionalismo en una pantalla contra otros; ellos deciden qui¨¦n es vasco y qui¨¦n no". En Bilbao, donde naci¨®, siempre le chocaron las acusadas diferencias de calidad de vida entre las gentes de la margen izquierda de la r¨ªa -los municipios obreros- y las de la parte derecha -rentas altas-. Empez¨® a acudir a campamentos de verano que organizaba la UGT y eso le condujo a ingresar en las Juventudes Socialistas y a montar una agrupaci¨®n en Deusto.
Hay un momento pol¨ªtico que no se le olvida: el d¨ªa de la clausura del congreso de las Juventudes Socialistas de Euskadi, 1999, palacio de Villasuso, en la zona antigua de Vitoria. Madina acababa de terminar la carrera. Los alevines del socialismo vasco, entre los que ¨¦l se encontraba -acababa de ser elegido secretario de Pol¨ªtica Institucional-, hab¨ªan redactado una ponencia en la que se solicitaba un acercamiento de presos. En la que se planteaba la reglamentaci¨®n de las consultas populares en Euskadi. Una l¨ªnea muy distinta de la de la direcci¨®n socialista en aquellos d¨ªas. Madina recuerda la cara de Nicol¨¢s Redondo Terreros, en primera fila, viendo c¨®mo las Juventudes inauguraban un camino nuevo, contrapuesto al que ¨¦l lideraba. "Su cara resum¨ªa dos senderos que se bifurcaban; ve¨ªa algo que se le escapaba de las manos. Nos un¨ªamos a una mayor¨ªa en el socialismo vasco que ha acabado siendo una mayor¨ªa social".
Tres a?os despu¨¦s de aquel congreso, en 2002, ETA perpetraba el atentado. "En aquellos a?os su ilusi¨®n era el voleibol", cuenta Mikel Torres, alcalde de Portugalete y amigo. Madina vest¨ªa el dorsal n¨²mero 10 en el UPV Bizkaia, equipo de Primera Divisi¨®n. "Todav¨ªa no ten¨ªa claro su futuro, nunca hab¨ªa pensado en dedicarse a la pol¨ªtica", relata Torres. Hab¨ªa un compromiso con unas ideas, s¨ª, pero Madina ten¨ªa su trabajo, sus viajes por toda Espa?a con el equipo.
"En el momento en que sucede, mi compromiso se multiplica", asume el diputado por Vizcaya, que, contrariamente a lo que dicen tantos art¨ªculos y biograf¨ªas, no era concejal de Deusto en aquel entonces. "Salgo reforzado en el compromiso. Con un rechazo total a lo que ETA me propone: el odio, las ganas de venganza, las ganas de irme. Y me lleva a un ejercicio de alquimia, que todav¨ªa no ha concluido, que es convertir el plomo en oro: que de esa mierda salga algo que refuerce mi vida. Aquel atentado me blinda contra cualquier tipo de odio, ETA es una factor¨ªa de odio. Yo salgo m¨¢s generoso, m¨¢s aceptador de la diferencia, de la pluralidad. Termino convirtiendo aquel escenario en una alerta de la importancia de las cosas en la vida, de la importancia del tiempo. Ojal¨¢ pudiera quitar aquel d¨ªa. Pero es un cap¨ªtulo fundamental de mi vida, casi de mi muerte; intento convertirlo en algo positivo para los d¨ªas que me quedan por vivir".
A Madina le gusta imprimir un toque po¨¦tico a sus aseveraciones.
La claridad con la que se expresa se la dio, entre otras cosas, la lectura. "Es una enciclopedia del saber, un apasionado de la historia", dice su amigo Mikel Torres, "so?aba con ser arque¨®logo, siempre le gustaron los libros". Hubo unos a?os, entre 1999 y 2003, en que lleg¨® a leer hasta seis horas al d¨ªa. "En esa ¨¦poca se me fue la mano con los libros", confiesa el joven diputado. Ahora su pasi¨®n es m¨¢s musical. Una pasi¨®n que comparte con el l¨ªder de su partido en Euskadi, Patxi L¨®pez. "Patxi est¨¢ loco por la m¨²sica, lo suyo s¨ª que es meloman¨ªa". De hecho, en septiembre de 2006, Patxi L¨®pez fue uno de los pinchadiscos en la boda de Madina. Pinch¨® pop espa?ol de los ochenta y pop ingl¨¦s de los noventa en aquel barco que se desplazaba por el Guadalquivir con todos los invitados a bordo. Unos amigos de Badajoz, viendo a L¨®pez en acci¨®n con los discos, le preguntaron a Madina: "Oye, ?y ¨¦ste a qu¨¦ se presenta?, que yo le voto".
El dj de la boda, el loco de los vinilos, se presentaba a lehendakari y, si nada se tuerce, todo apunta a que lo ser¨¢. Pondr¨¢ fin a 29 a?os de hegemon¨ªa del PNV. "Euskadi necesita un cambio higi¨¦nicamente urgente", dice Madina. "Los 10 a?os de Ibarretxe han sido una cat¨¢strofe y una herida. Euskadi necesita entrar en la modernidad, aceptar su pluralidad. Y eso es Patxi L¨®pez". Aceptar el apoyo del PP no parece ser ning¨²n obst¨¢culo para ¨¦l: asegura que el hecho de que los populares apoyen la investidura no implica que compartan el modelo de pa¨ªs. Ibarretxe sali¨® investido hace cuatro a?os gracias a los votos de EHAK. "Prefiero los votos del PP a los de Batasuna", concluye. "Ibarretxe le ha hecho mucho da?o al nacionalismo vasco. Ha priorizado a quienes son nacionalistas frente a los que no lo son. Ha consagrado un intento de nacionalismo ¨¦tnico, y no c¨ªvico. Yo creo que quedar¨¢ como el peor lehendakari de la historia".
Madina no habla euskera, lo hablaba hasta los 18 a?os, pero luego en la Universidad lo fue perdiendo. Dice que no le costar¨ªa demasiado recuperarlo. Eso s¨ª, es del Athletic de Bilbao. De hecho, est¨¢ pensando en ir a la final de la Copa del Rey junto a su amigo Joan Herrera, diputado de Iniciativa per Catalunya Verds y gran seguidor del Bar?a.
El f¨²tbol le gusta, pero con moderaci¨®n. Como deporte, reverencia el voleibol. Ahora ya puede sentarse a ver un partido en la tele. Durante mucho tiempo, no pudo. "Incluso dej¨¦ de ver durante un tiempo a la gente de mi equipo: quedaba con ellos y me iba para mi casa contento de verles, pero muy triste por el recuerdo, por no poder seguir siendo uno de ellos. Si alg¨²n d¨ªa ponen un partido en Teledeporte, ahora s¨ª que lo veo. Me parece un deporte elegante, muy fino, muy de inteligencia, de equipo. Es como una danza: seis jugadores bailan".
Leire Paj¨ªn, la n¨²mero tres del PSOE, es una de las mejores amigas de Edu, que as¨ª le llama todo el mundo. Sus carreras pol¨ªticas han discurrido en paralelo. Se conocieron en las Juventudes Socialistas de Euskadi, poco antes del atentado. Madina es hoy uno de los adjuntos a la Secretar¨ªa de Organizaci¨®n que ocupa su amiga Leire; lleva los temas de formaci¨®n en el partido, adem¨¢s de ser miembro de la Ejecutiva federal. "Es uno de los principales blogueros del partido", cuenta Paj¨ªn, "y, como le he escuchado decir a Patxi L¨®pez, es un vasco universal. Y eso que no puede ser m¨¢s de Bilbao".
Paj¨ªn fue a visitarle en la etapa en que Madina vivi¨® en Bruselas, donde era asesor del Grupo Socialista Europeo, all¨¢ por el a?o 2003. Recuerda que por aquel entonces, las dotes culinarias de Madina a¨²n no hab¨ªan emergido. Ahora, dice, prepara unas alubias a la vasca que quitan el sentido. "Eduardo es frescura en la pol¨ªtica y solidez en los argumentos. Adem¨¢s, ha demostrado una madurez personal y vital impresionantes. Ha sido capaz de tragarse el rencor y de lanzar un mensaje que resulta mucho m¨¢s letal que otros".
Mucha gente de a pie recuerda a Madina por su testimonio en La pelota vasca, el documental de Julio Medem. De siempre, su discurso de no rencor ante ETA le ha destacado.
-?Habr¨ªa que volver a hablar con ETA en alg¨²n momento?
-Da la sensaci¨®n, por el ¨²ltimo proceso de paz, que la propia ETA ha despreciado ese di¨¢logo, ya no lo quiere. Hay una frase que define muy bien la situaci¨®n, creo que la dijo Rubalcaba: ETA pudo acabar como el IRA y eligi¨® acabar como el GRAPO. ?Habr¨¢ que volver a hablar? Yo no lo s¨¦, yo creo que ahora mismo, no, porque ellos mismos no han querido. Pero todos los manuales de resoluci¨®n de conflictos violentos te dicen que la palabra es un instrumento ¨²til para la resoluci¨®n de conflictos terroristas. Y en la salida de escena, bien utilizada, y en el mejor de los contextos, es un instrumento ¨²til. Yo sigo creyendo en eso. Pero, desde luego, ahora mismo, no se puede hablar con ellos.
El futuro de un pol¨ªtico es siempre una inc¨®gnita. 2012 es uno de sus horizontes, la fecha en que concluir¨¢ su etapa como diputado en Madrid. "Esto es un pedazo de MBA", dice de su experiencia en el Congreso. La pol¨ªtica vasca le tira, y f¨¢cil que en alg¨²n momento vuelva por su tierra. Ram¨®n J¨¢uregui, que destaca que si por algo se distingue Madina es por no ser un trepa, teme que el pa¨ªs se le quede peque?o, que quiera emigrar a otras latitudes.
Y parece que no le falta raz¨®n. Edu dice que no quiere dedicar toda su vida a la pol¨ªtica. No se ve en ella con 60 a?os. Su mujer est¨¢ estudiando oposiciones al cuerpo diplom¨¢tico y a ¨¦l le atrae mucho la idea de seguir a su mujer a alguno de los destinos que le ofrezcan. Dedicarse a escribir, a viajar, a vivir la vida.
"La vida casi se me va en una ma?ana, en un instante. Aprend¨ª que se te va en nada. No avisa. No te dice: 'Tronco, tienes 48 horas para despedirte de todos, escucharte tu ¨²ltimo disco, despedirte de los que quieres, comer en tu restaurante favorito... No quiero que se me escape sin hacer cosas que me apetecen, como vivir una temporada larga fuera, tener una experiencia m¨¢s vinculada a la vida que al trabajo".
Madina sue?a con irse alg¨²n d¨ªa. Otra cosa es que sus compa?eros de partido le dejen.
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