Marcos dorados del recuerdo
Es el Espa?ol un coliseo de grandes tradiciones para la danza espa?ola desde antiguo, y su escenario es acogedor, recoleto y muy m¨¢gico. Tanto, que a veces se piensa que en otra parte no habr¨ªamos visto lo mismo. Es el caso de Autorretrato, de Pag¨¦s (quien, seg¨²n corrillos y quinielas varias, ser¨¢ la pr¨®xima directora del Ballet Nacional de Espa?a), una de sus m¨¢s equilibradas entregas hasta hoy, y donde luce una espl¨¦ndida madurez.
Un tono que s¨®lo lo da la experiencia, el poso donde se asienta su baile personal, que ha ganado en expansi¨®n y cimbrado, no renunciando a sus se?as de identidad, sus marcas de estilo, entre las que destaca en primer lugar su singular braceo, que a veces roza lo heterodoxo. Pero que vuelve al redil del ballet flamenco de tradici¨®n por el derecho propio que imprime el ritmo y la estil¨ªstica. Ella est¨¢ muy suelta y dominadora en este formato, que maneja y disfruta con solvencia. Es su escala natural, arropada por buenas luces, un vestuario exquisitamente realizado en una gama de sutilezas y degradados eficaces y dando las reglas de un ballet flamenco coreografiado con mucho sentido de contemporaneidad.
COMPA??A MAR?A PAG?S
Autorretrato. Coreograf¨ªa, escenograf¨ªa y vestuario: Mar¨ªa Pag¨¦s; asistente coreogr¨¢fico: Jos¨¦ Barrios; m¨²sica: Alberto Cort¨¦z, Jos¨¦ A. Carrillo, Isaac Mu?oz y otros; luces: Pau Fullana. Teatro Espa?ol, Madrid. 19 de marzo.
Su baile personal ha ganado en expansi¨®n y cimbrado
El p¨²blico se puso en pie y aplaudi¨® como hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa
El tema del espejo es caro al ballet mismo (pi¨¦nsese en La ventana, de Bournonville, tambi¨¦n de tema muy espa?ol, por cierto). Mar¨ªa Pag¨¦s acude hasta dar unos atrevidos toques de humor en el solo de viol¨ªn, pero sin perder una esencia emotiva y confesional que recorre toda la obra, a trav¨¦s de una consecuci¨®n ¨¢gil de los n¨²meros y acudiendo a su propio bagaje (ya esos marcos dorados los us¨® de otra manera antes): quiere recordar bailando, hace retrospectiva y vuelca escenas tan sentidas como teatrales. La nana de la cebolla, resumen de su ideario, est¨¢ muy pulida y mereci¨® una larga ovaci¨®n.
La creadora convierte la estampa en secuencia vali¨¦ndose de sucesivos oscuros donde las poses se vuelven pintura. Aunque Pag¨¦s sabe y hasta alardea de humor con los palillos y el grupo, su cuerda est¨¢ en la obra orilla, la del desgarro interior y precisamente donde el soliloquio del espejo adquiere toda su fuerza y sentido hasta saltar en forma de autorretrato. La compa?¨ªa es discreta y la intenta seguir en su despliegue de energ¨ªa. Debe citarse su aparici¨®n con el gran mant¨®n en una estampa "a la antigua".
Siendo justos, hay que decir que enseguida se piensa en Blanca del Rey y su ya legendaria Sole¨¢ del mant¨®n. Aunque aqu¨ª en Pag¨¦s el ritmo y la base acompa?ante son otros, es evidente que se trata de un homenaje a aqu¨¦lla, a las tradiciones que todas las bailarinas deben recoger, transmitir, venerar.
El p¨²blico se puso en pie y aplaudi¨® como hac¨ªa tiempo que el cronista no ve¨ªa. Autorretrato estar¨¢ en cartel hasta el 12 de abril.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.