Hanne Darboven, artista conceptual alemana
Expuso en 2006 en el Guggenheim de Bilbao
La artista alemana Hanne Darboven, considerada una de las creadoras de m¨¢s relevancia desde que comenz¨® en el mundo del arte en los a?os sesenta, falleci¨® el pasado 9 de marzo en Hamburgo, ciudad donde viv¨ªa y trabajaba, a los 67 a?os.
Nacida en M¨²nich en 1941, se dedic¨® primero al piano, pero pronto cambi¨® sus intereses creativos y, de 1962 a 1966, estudi¨® pintura en la Escuela Superior de Artes y Oficios de Hamburgo. Despu¨¦s viaj¨® a Estados Unidos y vivi¨® en Nueva York dos a?os, hasta 1968. Aunque ella siempre neg¨® pertenecer a la corriente minimalista que comandaban Carl Andre, Sol Hewitt o John Cage, como ella se mov¨ªa en la misma ¨®rbita que ellos, la cr¨ªtica especializada la meti¨® en su mismo saco. Eso le abri¨® las puertas, por ejemplo, del MOMA, donde expuso en 1970, o el Guggenheim, al a?o siguiente. La Documenta 5 de Kassel recibi¨® su obra en 1972.
Petra L?ffler, en su libro Mujeres artistas de los siglos XX y XXI (Taschen, 2002), describe as¨ª su obra de entonces: "Papeles cuadriculados con figuras geom¨¦tricas, normalmente, en variantes de la diagonal, configuraciones lineales con una secuencia predeterminada anotadas al margen de la hoja... Un mundo de n¨²meros y notas gr¨¢ficas tan subjetivo como concreto". Con estas series num¨¦ricas, el tiempo, su principal obsesi¨®n, se convierte en volumen, como explican en el blog lavidanoimitaalarte.En 2006, el Guggenheim de Bilbao recibi¨® obras de la artista dentro de la exposici¨®n colectiva Pasajes, que inclu¨ªa a otros creadores alemanes, muy distintos de ella y entre s¨ª, como Joseph Beuys (Krefeld, 1921-D¨¹sseldorf, 1986), Anselm Kiefer, (Donaueschingen, 1945) o Gerhard Richter (Dresde, 1932). Pero ten¨ªan algo en com¨²n: su inter¨¦s por el paso del tiempo y su compromiso con la historia del siglo XX. En aquella muestra, Darboven presentaba una instalaci¨®n encargada por el Guggenheim de Berl¨ªn, finalizada este mismo a?o tras una d¨¦cada de trabajo.
Era un homenaje a Picasso, elegido por la creadora como el artista m¨¢s representativo del siglo XX. M¨¢s de 9.000 hojas de papel, escritas con un simple rotulador, formaban 270 paneles, que cubr¨ªan totalmente las paredes de la sala. Registraba en forma de n¨²meros las fechas m¨¢s importantes del fin del siglo XX. Picasso estaba presente en el montaje con un busto de bronce, una litograf¨ªa de los a?os cincuenta y esculturas inspiradas por su obra. Darboven complet¨® la obra con una composici¨®n musical, Opus 60, que se pod¨ªa escuchar durante la visita.
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