China revienta su pasado con su tercera revoluci¨®n
La transformaci¨®n urbana centra una muestra en Bancaixa
"La revoluci¨®n es una sublevaci¨®n, un acto de violencia por el que una clase derriba a otra". Mao Zedong justific¨® en 1927 con esta y otras frases la violencia con la que despu¨¦s afront¨® a mediados del siglo XX la revoluci¨®n comunista, que acab¨® con la tradici¨®n feudal. Una violencia que tambi¨¦n fue empleada a partir de 1966 en la denominada Revoluci¨®n Cultural, que, adem¨¢s de una purga de los cargos del partido, conllev¨® una migraci¨®n del campo a la ciudad de proporciones gigantescas. La muestra En la ciudad china. Miradas sobre las transformaciones de un imperio, coproducida por el Centre de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona y la francesa Cit¨¦ de l'Arquitecture et du Patrimoine, y que ayer se inaugur¨® en la Fundaci¨®n Bancaixa de Valencia, ense?a con toda crudeza c¨®mo el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo aborda en estos momentos una revoluci¨®n no menos dr¨¢stica. Una revoluci¨®n en la que China revienta sus costuras y rompe con su pasado de forma acelerada.
La exposici¨®n aborda las urbes chinas, que transforman su arquitectura t¨ªpica, su urbanismo pausado, su paisaje amable y sus infraestructuras milenarias en un proceso que se ha disparado en este milenio. Una inmensa maqueta de Pek¨ªn, de 50 metros cuadrados, resume a base de rascacielos y autopistas la mutaci¨®n. Y fotos de la desconocida ciudad de Chongqing, con 32 millones de habitantes, describen la aceleraci¨®n del proceso.
La extensa muestra contrapone estos cambios con la pervivencia con los valores tradicionales chinos: familia, hogar, arte, arquitectura, ritos. La duda es si sobrevivir¨¢n otra d¨¦cada.
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