El artista apaleado "por rojo y por marica"
Una retrospectiva reivindica la figura del provocador creador Miguel de Molina

Su estilo y su clase originales: qui¨¦n no recuerda esas camisas de mangas bombachas "cuaj¨¢s de lunares", que bordaba ¨¦l mismo. Su voz: qui¨¦n no ha tarareado alguna vez esas coplas como Ojos verdes o Bien pag¨¢. Su baile: esos botines de colores chillones que buscaban siempre su rima perfecta. Su mirada ingenua y desafiante: unas pesta?as que, como sin querer, hac¨ªan sombra al mundo... Miguel de Molina quiz¨¢ sea uno de los artistas m¨¢s arrebatadores y polifac¨¦ticos que Espa?a ha parido, y tambi¨¦n uno de los m¨¢s maltratados. "Por rojo y por marica", cuenta ¨¦l mismo en sus memorias, refiri¨¦ndose a la noche en que tres hombres le sacaron a palos del teatro Pav¨®n, le arrancaron el pelo a jirones y le obligaron a beber aceite de ricino.
En la muestra est¨¢n las blusas de mangas bombachas que ¨¦l mismo bordaba
"Fui raptado. Me dieron una feroz paliza", escribe en su autobiograf¨ªa
Tuvo que huir del pa¨ªs, dejando a su madre y a su tierra malague?a en 1942. Pas¨® la mitad de su vida en el exilio y aunque, poco antes de morir en 1993, regres¨® desde Buenos Aires para recibir la condecoraci¨®n de la Orden de Isabel la Cat¨®lica de manos del entonces presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, nunca volvi¨® para quedarse. Ni muerto.
Jaranero como ninguno. ?l, que se cri¨® entre seis mujeres (madre, hermana y cuatro t¨ªas), que trabaj¨® de limpiador de un burdel en Algeciras, que vivi¨® durante tantos a?os de montar fiestas en Granada, Sevilla y despu¨¦s en Madrid para los m¨¢s flamencos, recibe otro merecido homenaje. Ahora en Madrid, de manos de la Comunidad y de la fundaci¨®n que lleva su nombre. "Creo que era necesario reivindicar la figura de Miguel de Molina, porque sufri¨® como nadie, en sus propias carnes, la represi¨®n de este pa¨ªs, ya no s¨®lo ideol¨®gica, sino por ser homosexual", dec¨ªa ayer durante la inauguraci¨®n de la muestra el consejero de Cultura, Santiago Fisas. "Aqu¨ª s¨®lo hay una tercera parte de todo su legado", agregaba el comisario de la exposici¨®n, Manuel de Gotor.
El complejo El ?guila acoge desde hoy y hasta el 17 de mayo Arte y provocaci¨®n, la primera retrospectiva de Miguel de Molina donde, a trav¨¦s de fotograf¨ªas, documentos, pel¨ªculas, vestuario y aut¨®grafos se muestra el legado de "una de las m¨¢s grandes figuras de la canci¨®n y la danza espa?olas", anunciaban ayer la viceconsejera de Cultura, Concha Guerra, y la directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas, Isabel Rosell. La muestra hace un recorrido por los momentos m¨¢s importantes de la vida art¨ªstica, social y creativa del artista, de cuyo nacimiento se cumpli¨® el centenario el 10 de abril de 2008.
La exposici¨®n comienza con una cronolog¨ªa, en la que se pueden ver fotograf¨ªas dedicadas a ¨¦l por los personajes con los que mantuvo una estrecha relaci¨®n, como Pastora Imperio, Manolete, Jacinto Benavente, Manuel de Falla, Lola Flores, Agust¨ªn Lara, Mar¨ªa F¨¦lix o Eva Per¨®n. Otra parte importante es la colecci¨®n de carteles de teatro y cine, con algunos emblem¨¢ticos, como el del Amor brujo. Tambi¨¦n se podr¨¢ realizar un paseo por su filmograf¨ªa y descubrir im¨¢genes de sus primeros cortos, como Luna de sangre y Manolo Reyes, o su largometraje ?sta es mi vida.
En la muestra hay algunas de las caracter¨ªsticas prendas de su vestuario. Hay 16 de sus emblem¨¢ticas blusas y 41 pares de botas con originales dise?os. Acompa?a a esta exposici¨®n la publicaci¨®n de Miguel de Molina, un libro, que ver¨¢ la luz el 10 de abril, que re¨²ne el legado del artista y en el que colaboradores, expertos y allegados glosan su figura. Todos ellos ayudar¨¢n a construir el collage de una vida de leyenda, la de Miguel Fr¨ªas Molina, que naci¨® el 10 de abril de 1908 en el barrio de Capuchinos, de M¨¢laga. En su autobiograf¨ªa, Bot¨ªn de guerra, cuenta que lleg¨® al mundo "en una Espa?a en la que reinaba Alfonso XIII y en una Andaluc¨ªa en la que quienes gobernaban eran la pobreza, el hambre, los terratenientes y la ignorancia".
"En Madrid fui aprendiendo de los maestros del cante y el baile en el m¨ªtico Villa Rosa de la plaza de Santa Ana. Fue en 1931 cuando se me despert¨® la idea de subir a un escenario como artista del baile y la canci¨®n andaluza. Manuel de Falla, Laura de Santelmo, Lamote de Grignon, Tony Triana, mi primer Amor brujo. Yo era un don nadie y compart¨ª escenario con esos monstruos", cuenta el artista.
"El 10 de noviembre de 1939 estaba de nuevo en Madrid, trabajando en el teatro Pav¨®n, cuando, de pronto, tres tipos aparecieron en mi camerino y me obligaron a que les siguiera. Fui raptado hasta los altos de la Castellana, donde me dieron una feroz paliza", narra en la que se recuerda como una de las m¨¢s salvajes represiones vividas por un artista durante el franquismo. Aquello supuso un antes y un despu¨¦s en su vida, que termin¨® en su casa de Buenos Aires el 4 de marzo de 1993. Argentina fue el pa¨ªs que lo acogi¨® en su exilio, despu¨¦s de que en Espa?a se le persiguiera por republicano y homosexual. Sus restos se encuentran en el Pante¨®n de Actores del cementerio de La Chacarita, en la ciudad porte?a. Ahora, parte de su legado viajar¨¢, con esta exposici¨®n que se abre hoy, a Almagro, Buenos Aires, Sevilla o C¨®rdoba.

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