La llamativa quietud del Sol
La estrella muestra una superficie inusualmente limpia desde hace 15 meses
En Babilonia ya hab¨ªa observadores que contaban, a simple vista, las manchas en el Sol, que ahora se sabe que son fieles indicadores de la actividad magn¨¦tica en su superficie. En Europa, Galileo las dibuj¨® cuando empez¨® a utilizar el telescopio. Hoy, nuestra estrella se puede ver en directo en Internet, a trav¨¦s de los sat¨¦lites, y cualquiera puede contar las manchas. Lo curioso es que hace ya muchos meses que no hay ninguna la mayor parte de los d¨ªas. El Sol est¨¢ muy tranquilo, demasiado tranquilo, y su prolongada quietud sorprende, que no alarma, a los cient¨ªficos.
A principios de 2008 se dio por terminado un ciclo solar (de una duraci¨®n aproximada de 11 a?os) y empez¨® el siguiente, pero no lo parece. De hecho, 2008 fue el a?o m¨¢s tranquilo del Sol desde 1913, hace casi 100 a?os, confirma Luis S¨¢nchez Duarte, astrof¨ªsico que trabaja con Soho, un sat¨¦lite de la ESA y la NASA, que observa constantemente la estrella desde 1995 (http://soho.esac.esa.int/).
2008 fue el a?o en que se observaron menos manchas solares desde 1913
La fuente oficial del n¨²mero de manchas solares es el Real Observatorio de B¨¦lgica, y para 2008 la media diaria fue de s¨®lo 2,8. En 1913 fue de 1,4, pero hace poco, en 1987, fue de 157. "No esper¨¢bamos que hubiera tan pocas manchas al iniciarse el nuevo ciclo porque en los ¨²ltimos ciclos la actividad hab¨ªa sido alta", comenta S¨¢nchez Duarte.
Los estudiosos del Sol, la ¨²nica estrella que se puede observar en detalle desde la Tierra, saben ya muchas cosas, pero no comprenden todav¨ªa el mecanismo que hay detr¨¢s de los ciclos solares de 11 a?os (de hecho, en el interior del Sol se detecta un ciclo distinto, de 16 meses). Por eso no pueden predecir lo que durar¨¢ la situaci¨®n actual. La comparaci¨®n con otras estrellas tampoco es posible, porque en ninguna se ha podido detectar hasta ahora actividad c¨ªclica.
El Sol es un dipolo magn¨¦tico, muy d¨¦bil, y cada 11 a?os el polo Sur se cambia por el polo Norte. Este cambio de polaridad se detecta en las manchas y significa el inicio de un nuevo ciclo. A principios de 2008 se vio la primera mancha del nuevo ciclo, pero luego no aument¨® la actividad como se esperaba.
"No hay dos ciclos iguales", explica Jos¨¦ Carlos del Toro, f¨ªsico solar en el Instituto de Astrof¨ªsica de Granada (CSIC), que considera el estado actual del Sol una mera an¨¦cdota: "Un m¨ªnimo especialmente pronunciado no es particularmente importante, pero s¨ª influye en las relaciones entre la estrella y nuestro planeta". La tranquilidad solar implica, por ejemplo, que hay menos tormentas solares, menos part¨ªculas energ¨¦ticas que llegan a la Tierra y pueden afectar negativamente a, entre otros artefactos, los sat¨¦lites de comunicaciones. Adem¨¢s, los cient¨ªficos est¨¢n aprovechando la quietud relativa del Sol para avanzar en el estudio de los muchos otros fen¨®menos que se producen, como los modos de vibraci¨®n o las eyecciones de masa solar.
Se ha comprobado con radi¨®metros en sat¨¦lites que la cantidad de energ¨ªa que emite el Sol es muy estable, aunque cuando hay m¨¢s manchas la energ¨ªa emitida es ligeramente mayor que cuando hay menos. Esta variaci¨®n es muy peque?a, de s¨®lo un vatio por metro cuadrado y la radiaci¨®n que se est¨¢ midiendo ahora es la normal para un m¨ªnimo, explica S¨¢nchez Duarte.
?Tiene algo que ver este m¨ªnimo con el periodo de la vida estelar en que se encuentra el Sol? Del Toro lo niega ri¨¦ndose: "No, no. Est¨¢ a la mitad de su vida. Le quedan entre 4.500 y 5.000 millones de a?os de existencia. No tiene nada que ver".
Se puede decir que el estudio del Sol est¨¢ en auge. La NASA lanzar¨¢ este verano el sat¨¦lite Solar Dynamics Observatory, que complementar¨¢ las observaciones del Soho, y la ESA prepara otro, el Solar Orbiter, que llevar¨¢ 10 instrumentos. Y Del Toro forma parte del equipo que prepara un instrumento para la misi¨®n Imax, de la NASA estadounidense e instituciones de Alemania y de Espa?a. Ser¨¢ el primer magnet¨®grafo solar aut¨®nomo espacial, que se acoplar¨¢, junto a una c¨¢mara ultravioleta, a un telescopio con espejo de un metro de di¨¢metro. La misi¨®n se embarcar¨¢ este verano en un globo estratosf¨¦rico que partir¨¢ de la base sueca de Kiruna y permitir¨¢ obtener im¨¢genes del campo magn¨¦tico solar con mayor detalle y medir con precisi¨®n los tres componentes del campo magn¨¦tico.
El m¨ªnimo de Maunder
Aunque no con el detalle con que se observaron desde 1700, el n¨²mero de manchas solares se ven¨ªa contando desde mucho antes, por lo que se sabe que la actividad magn¨¦tica de la superficie solar tuvo un m¨ªnimo muy prolongado, que se extendi¨® entre los a?os 1645 y 1715 (m¨¢s de seis ciclos solares). Es lo que se conoce como M¨ªnimo de Maunder. "Ha habido otros m¨ªnimos largos, y no sabemos si esto es algo c¨ªclico", comenta el astrof¨ªsico Luis S¨¢nchez Duarte. Los datos obtenidos de testigos biol¨®gicos (los ¨¢rboles f¨®siles, por ejemplo) indican que a lo largo del milenio pasado hubo varios m¨ªnimos prolongados.
El m¨ªnimo de Maunder coincidi¨® con lo que se ha llamado la Peque?a Edad de Hielo en el hemisferio Norte, un periodo de enfriamiento en el clima que provoc¨®, por ejemplo, que se helara el r¨ªo T¨¢mesis a su paso por Londres. Sin embargo, el efecto de las variaciones de la actividad solar sobre el clima terrestre no se conoce con precisi¨®n. Los modelos indican que la variabilidad del Sol influye como mucho en un 5% en el fen¨®meno del cambio clim¨¢tico. Y hasta ah¨ª se puede llegar.
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