Carta abierta a Jack Lang
Estimado Jack Lang,
Como acordamos en nuestro encuentro casual durante la inauguraci¨®n del Sal¨®n del Libro de Par¨ªs del pasado 12 de marzo, le escribimos la presente para darle nuestra opini¨®n respecto a nuestro pa¨ªs de origen, Cuba, y sobre su viaje como enviado especial del presidente de la Rep¨²blica de Francia, Nicolas Sarkozy. Queremos expresarle algunas sugerencias sobre las iniciativas que usted y el Gobierno franc¨¦s podr¨ªan atender con el fin de contribuir a la necesaria democratizaci¨®n de la isla.
Habr¨¢ podido darse cuenta de c¨®mo, pocos d¨ªas despu¨¦s de su estancia, algunos miembros importantes de la c¨²pula del poder en Cuba, con quienes seguramente tuvo conversaciones, han sido objeto de una purga realizada en el m¨¢s puro estilo estalinista, con cartas de autocr¨ªtica p¨²blica (casi id¨¦nticas) firmadas por los ex ministros Felipe P¨¦rez Roque y Carlos Lage. Ambos hab¨ªan participado en la represi¨®n contra la disidencia y en el sojuzgamiento de nuestro pueblo. Pero, como puede constatarse, ni siquiera ellos estaban a salvo de una medida de represi¨®n repentina. Los hermanos Castro siempre han considerado que ese pa¨ªs y la gente que all¨ª vive son de su propiedad y que pueden hacer con todo el mundo lo que les parezca.
Le pedimos que intervenga a favor de la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos cubanos
No vamos a llorar por la suerte de esos dignatarios del r¨¦gimen destituidos por el ¨²nico heredero posible de la dinast¨ªa en el poder, Ra¨²l Castro. Pero ser¨ªa bueno que se planteara usted si puede realmente confiar en sus interlocutores circunstanciales. El presidente en funciones, quien (?es necesario record¨¢rselo?) nunca fue elegido -al igual que su hermano mayor, hoy d¨ªa pr¨¢cticamente invisible- por una instancia verdaderamente representativa durante el ¨²ltimo medio siglo (?medio siglo!), no cumple con ninguno de los compromisos contra¨ªdos con las personalidades extranjeras que le rinden pleites¨ªa, visit¨¢ndolo uno tras otro sin exigirle nada a cambio. Sin embargo, ¨¦l no tiene la m¨¢s m¨ªnima legitimidad democr¨¢tica. Agasajarlo con honores, reconocerlo oficialmente, significa pisotear las aspiraciones a la libertad del conjunto de los cubanos, tanto los de la isla como los del exilio.
Esperamos, sin embargo, que su visita y sus relaciones con el poder imperante puedan contribuir a la libertad de ese pueblo, que ya ha sufrido demasiado. Por ello le pedimos que intervenga directamente -dando a conocer los t¨¦rminos y los resultados de su intervenci¨®n por los medios que m¨¢s le convengan, para que su acci¨®n sea lo m¨¢s eficaz posible- a favor de la liberaci¨®n del mayor n¨²mero posible de presos pol¨ªticos.
Hace seis a?os varias decenas de opositores pac¨ªficos al r¨¦gimen castrista fueron detenidos en el transcurso de la primavera negra de 2003 por haber pretendido afirmar su derecho a la libertad de expresi¨®n. En aquel entonces, usted presenci¨® un acto de apoyo a esos luchadores por la libertad.
Es hora de emprender de nuevo una acci¨®n de ese tipo y de reclamar la liberaci¨®n de los hombres que permanecen tras los barrotes. Algunos de ellos padecen graves enfermedades: se trata del periodista independiente Normando Hern¨¢ndez -cuya madre, Blanca Gonz¨¢lez, estuvo en Francia en diversas ocasiones pidiendo la intervenci¨®n de los diputados para salvarle la vida a su hijo-, de Ricardo Gonz¨¢lez Alfonso -cuya esposa, ?lida Viso, una de las representantes de las Damas de Blanco, que luchan por la liberaci¨®n de sus familiares, hizo posible la publicaci¨®n en Francia de sus poemas redactados en la c¨¢rcel-, del poeta y periodista Regis Iglesias, de los hermanos Sigler Amaya, de Juan Carlos Herrera -quien se cosi¨® la boca para mostrar a qu¨¦ se reduce la libertad de expresi¨®n en Cuba-, de dos m¨¦dicos, los doctores Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Paneque y ?scar El¨ªas Biscet, uno de los m¨¢s emblem¨¢ticos opositores a la dictadura. Esta lista, en la que figuran hombres que han sido condenados a sentencias que van desde 14 a 28 a?os de c¨¢rcel, no es exhaustiva. Naturalmente: todos los presos pol¨ªticos cubanos merecen su intervenci¨®n y conf¨ªan en ella.
Queremos recordarle que, por iniciativa del Colectivo de Solidaridad Cuba Libre, muchos parlamentarios franceses han aceptado apadrinar a esos disidentes tan injustamente condenados. Y que, para dar a conocer la terrible situaci¨®n en que se encuentran los presos y los opositores dentro de la isla, varios disidentes han emprendido una huelga de hambre, entre ellos Ant¨²nez, que fue liberado despu¨¦s de 17 a?os en las mazmorras del r¨¦gimen.
Compartimos los valores de Francia -nuestro pa¨ªs adoptivo y del que poseemos la nacionalidad-, que son tambi¨¦n los suyos y los del presidente de la Rep¨²blica: los que colocan la libertad por encima de todo. Ning¨²n inter¨¦s particular puede ni debe sobreponerse a esa exigencia. La voz de Francia es fundamental para todos aquellos que creen en la democracia. Ella se tiene que expresar hoy, con fuerza y con determinaci¨®n, a trav¨¦s de usted.
Queremos manifestarle, estimado Jack Lang, nuestro respeto hacia su persona, as¨ª como nuestra confianza en su ayuda para poder restablecer, por fin, las libertades democr¨¢ticas en Cuba.
Adem¨¢s de Zoe Vald¨¦s firma este art¨ªculo Jacobo Machover. Ambos son escritores.
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