Un ensayo de hora punta

A cinco d¨ªas de que empiece oficialmente a funcionar, ya hay aut¨¦nticos fans del metro de Sevilla. Como si un cantante tuviera una legi¨®n de seguidores antes de que su primer disco saliera a la calle. Ciudadanos que si no hay mucho atasco tardan 35 minutos en llegar al trabajo y ahora van a tardar 15. Universitarios que tienen que salir de casa una hora antes de la primera clase y desde la semana que viene van a ganar media hora de sue?o cada d¨ªa. Vecinos de barrios perif¨¦ricos para los que dar un paseo por el centro requiere casi la misma planificaci¨®n que un d¨ªa de excursi¨®n en el campo. "Coge el autob¨²s o el coche. Aparca. Ya te quedas a comer algo porque si no te compensa haber venido", cuenta Fernando Ruiz, un vecino de Mairena del Aljarafe.

En algunos andenes faltan bancos y hay goteras en Condequinto

Los usuarios dan un sobresaliente al metro en su primer d¨ªa de pruebas

?l es uno de los 2.000 voluntarios que participaron ayer en el ensayo general del metro. Durante dos horas, de 11.00 a 13.00, subieron y bajaron libremente de los trenes en las 17 paradas que empezar¨¢n a funcionar el pr¨®ximo jueves. Ellos fueron los primeros en poner a prueba todos los sistemas, desde las escaleras mec¨¢nicas y los ascensores, a los tornos y las m¨¢quinas expendedoras de billetes. La impresi¨®n general fue m¨¢s que satisfactoria. Un 9,3 sobre 10, seg¨²n los primeros datos extra¨ªdos de una encuesta que rellenaron los usuarios y que adelant¨® el consejero de Obras P¨²blicas y Transportes, Luis Garc¨ªa Garrido, para quien el resultado del ensayo result¨® "magn¨ªfico".

Los viajeros voluntarios hab¨ªan sido previamente citados en una estaci¨®n concreta, con un cupo de 100 personas por parada. Se les pidi¨® que hicieran el recorrido completo y bajaran en la misma estaci¨®n que subieron, pero la mayor¨ªa aprovech¨® para subir y bajar varias veces y conocer la mayor¨ªa de las estaciones.

Aunque no era el efecto buscado, las dos horas el estreno sirvi¨® tambi¨¦n para comprobar c¨®mo ser¨¢n los viajes del metro en hora punta. El ¨¦xito de la convocatoria hizo que los trenes fueran tan llenos que algunos viajeros tuvieron que quedarse en el and¨¦n esperando al siguiente. Dentro, una de las escasas cr¨ªticas que se escucharon fue, precisamente, la falta de asideros a los que agarrarse cuando se viaja de pie. Hay barras de hierro, pero, en opini¨®n de algunos, son menos de las que deber¨ªan o est¨¢n demasiado altas.

Carmen Navarro y Manoli Rodr¨ªguez, amigas desde hace 31 a?os y vecinas de Montequinto, hab¨ªan tenido m¨¢s suerte y viajaban sentadas. Cuando ya hab¨ªan recorrido la l¨ªnea en las dos direcciones no escatimaban elogios. Las dos le pusieron un 10 en la encuesta. "Esto es una maravilla. Mi marido trabaja en Blas Infante [donde hay una parada] y como vivimos en Montequinto lo tiene de puerta a puerta. Est¨¢ deseando", dice Carmen. Manoli, se muestra igual de entusiasta, pero cree que la escalera mec¨¢nica va "demasiado r¨¢pida" para las personas mayores y que la velocidad del tren hace tambi¨¦n dif¨ªcil a cierta edad viajar de pie. "Yo padezco del o¨ªdo y tengo problemas de equilibrio. Si no fuera sentada no s¨¦ si podr¨ªa".

La rapidez y el dise?o de las estaciones fueron algunos de los aspectos que m¨¢s gustaron a los viajeros de ayer. En el lado negativo, la falta de bancos en algunos andenes y unas goteras en la pasarela de Condequinto que hac¨ªa caer agua justo en la puerta de la estaci¨®n. A cinco d¨ªas del estreno real, el ensayo recab¨® m¨¢s aplausos que cr¨ªticas.