Culminar la estrategia

Ni Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ni Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ni el inminente presidente del Ejecutivo vasco, Patxi L¨®pez, lo dicen expresamente, pero trabajan en la clave de que ETA ha entrado en fase terminal. Esto explica que Rubalcaba haya activado la pol¨ªtica penitenciaria y utilice a favor del Estado el ¨²ltimo frente abierto en ETA y donde la banda es m¨¢s vulnerable, el de los presos, por la carga emotiva que su situaci¨®n tiene en la izquierda abertzale.

Tambi¨¦n explica que L¨®pez vaya a aprovechar su presidencia para superar el principal d¨¦ficit de la etapa de Ibarretxe, la deslegitimaci¨®n social de ETA, convertida en objetivo prioritario, como fija el texto que la pr¨®xima semana firmar¨¢n el PSE y el PP vasco. Pol¨ªtica penitenciaria y deslegitimaci¨®n social de ETA, sobre todo, son el remate de la estrategia socialista en la lucha contra la banda.

Una estrategia continuada, recogida en el Pacto de Ajuria Enea, de 1988, cuyo c¨¦nit se logr¨® hace tres a?os en estas fechas, con el inicio del proceso de fin dialogado del terrorismo. Cada vez est¨¢ m¨¢s reconocido que, aunque la iniciativa del socialista vasco Jes¨²s Eguiguren fue un fracaso t¨¢ctico, se convirti¨® en un acierto estrat¨¦gico.

Sin el proceso de fin dialogado, la direcci¨®n de ETA no se hubiera retratado ante sus bases como lo que es, una banda sectaria y que ha hecho del crimen un objetivo en s¨ª. El proceso mostr¨® que la demanda de di¨¢logo de ETA era una falsa coartada para mantener unidas sus bases. Por eso, hoy, tras romper ETA la tregua, la inmensa mayor¨ªa de la izquierda abertzale desea el fin del terrorismo y s¨®lo el 1% apoya incondicionalmente a la direcci¨®n de ETA, operativamente m¨¢s d¨¦bil y socialmente m¨¢s aislada que nunca. Su malestar ha llegado a los presos de ETA.

Tambi¨¦n la intransigencia y el sectarismo de ETA quedaron retratados, tras romper la banda la tregua de 2006, ante los pa¨ªses que la ve¨ªan con cierta comprensi¨®n, como Sur¨¢frica o Cuba, y organizaciones como el IRA. El apoyo exterior a ETA es hoy pr¨¢cticamente nulo.

Pero el proceso dialogado sirvi¨®, tambi¨¦n, para desmontar el mito de que el PNV ten¨ªa la llave del fin de ETA. Dicho proceso fue crucial para situar al PSE en la centralidad vasca, legitimar al Gobierno central en Euskadi y dar la llave del Gobierno vasco, por vez primera, a los no nacionalistas. La culminaci¨®n de esta estrategia es la deslegitimaci¨®n social de ETA en los medios p¨²blicos de comunicaci¨®n, en el discurso y los gestos del nuevo Gobierno vasco, de la mano del PSE y del PP. Su logro supondr¨ªa en la pr¨¢ctica el final del terrorismo.