Artistas con muchas caras

Los compositores Rafa Berrio y Joserra Senperena cerraron ayer la exposici¨®n colectiva Lieder en la Galer¨ªa Arteko de San Sebasti¨¢n con sendos entremeses individuales (sus propias obras expuestas reinterpretadas con guitarra, piano y acorde¨®n, sus armas respectivas) y un casi improvisado duelo final de primeros espadas (ocultos, pero primeros) en las que Senperena ampar¨® a Berrio para interpretar, entre otras, las composiciones ?ngel de los locos de amor y Todo era nada.

La pr¨®xima cita para el pintoresco colectivo (los citados, m¨¢s Diego Vasallo, Suso S¨¢iz y Thomas Canet) ser¨¢ la galer¨ªa Spaziottagoni, en el Trastevere romano, donde la exposici¨®n recalar¨¢ en junio.

Para clausurar la de San Sebasti¨¢n era dif¨ªcil una celebraci¨®n m¨¢s acorde al esp¨ªritu de las propuestas: una aproximaci¨®n al romanticismo a cargo de cinco francotiradores que ense?aban la parte de su esencia que no ha sido, en ocasiones, la que m¨¢s fama les ha dado. Al cabo, S¨¢iz es m¨¢s conocido por sus producciones que por sus discos y el excelente pintor que es Vasallo vive bajo la larga sombra de sus ¨¦xitos musicales de los a?os ochenta con Duncan Dhu.

La exposici¨®n se traslada ahora de San Sebasti¨¢n a una galer¨ªa de Roma

Vasallo, bajo cuyo auspicio naci¨® el proyecto, colgaba cuadros de grande y mediano formato, expresionistas evocaciones en ocre difuminado y negros de tormenta inminente y pasados irrecuperables. Suso S¨¢iz aportaba una instalaci¨®n de sereno aliento vanguardista y Thomas Canet participaba con una valorable muestra fotogr¨¢fica y firmaba, adem¨¢s, los siete v¨ªdeos de las piezas musicales, ejemplos de c¨®mo articular la hondura con mimbres dom¨¦sticos pero significativos. Todo ello lejos de la grandilocuencia y cursiler¨ªa en que demasiado a menudo ha desembocado el romanticismo como movimiento cultural.

No era el caso de ninguno de los congregados, como demuestran, sin ir m¨¢s lejos, las tres piezas musicales de Berrio. Poemas de trasfondo rabiosamente emocional y contenido gesto, que ayer sonaron en directo como lo que son: apabullantes joyas de una tempestuosa madurez a cargo de quien es, acaso, el mejor compositor de rock semidesconocido de este pa¨ªs. Por no decir el mejor a secas, a despecho de ornamentos vacuos y ¨¦xitos f¨¢ciles.