Las contradicciones del cazador
No deja de sorprenderme lo buenos que se creen algunos cazadores que dicen ayudar y proteger a algunos animales y por otro lado desamparan y matan a todos los dem¨¢s. Parece ser que algunos animales merecen su compasi¨®n y su protecci¨®n y otros merecen toda su crueldad y sadismo. Estos cazadores que alardean de adorar a su perro, por otro lado matan sin pesta?ear a venados, ciervos, gamos, corzos, jabal¨ªes, etc¨¦tera.
Tambi¨¦n dicen que procuran matar de la manera menos cruenta posible lo cual es imposible porque los animales, que sienten el dolor al igual que los humanos, sufren, agonizan y se desangran.
Muchos se autodefinen como ecologistas, pero en Espa?a los cazadores disparan entre 5.000 y 6.000 toneladas de plomo a trav¨¦s de 250 millones de cartuchos que no s¨®lo contaminan nuestra tierra y nuestros r¨ªos sino que son la primera causa de la muerte de otros animales como aves acu¨¢ticas, perdices, faisanes y rapaces.
Otros se?alan que hay especies de animales con una poblaci¨®n excesiva que hay que controlar; pero si es as¨ª ?por qu¨¦ existen las granjas cineg¨¦ticas donde se cr¨ªan animales exclusivamente para la caza? Animales indefensos, sin instintos de defensa por haber vivido enjaulados toda su vida y que se convierten en un blanco f¨¢cil. Los cazadores pretenden dar imagen de buenas personas pero no pueden ocultar la realidad de la caza: la muerte por accidente de otras personas; el abandono de cientos de perros; el ahorcamiento de galgos; la caza furtiva de animales en peligro de extinci¨®n; la caza con cepos, lazos, ligas o redes, m¨¦todos todos ellos ilegales, donde los animales agonizan durante d¨ªas atrapados hasta que mueren. La imagen de la caza es m¨¢s bien sufrimiento, crueldad, sangre y muerte.
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