Atapuerca cuid¨® de Benjamina
El hallazgo del cr¨¢neo de una ni?a discapacitada indica que fue asistida por el grupo hace 530.000 a?os - Sufr¨ªa craneosinostosis y muri¨® a los 10 a?os
Tendr¨ªa unos 10 a?os, seguramente era ni?a, muri¨® en lo que ahora es la sierra de Atapuerca (Burgos) hace 530.000 a?os y era diferente, tanto que su grupo, su familia, le tuvo que haber prestado cuidados especiales. De lo contrario, no habr¨ªa sobrevivido. Entonces, su cr¨¢neo asim¨¦trico y, probablemente, su cara irregular no enga?aron a nadie, porque adem¨¢s, cabe pensar que tuvo capacidades psicomotoras deficientes. Hoy los cient¨ªficos saben que ese individuo, esa hom¨ªnido preadolescente, ten¨ªa craneosinostosis, una enfermedad rara que afecta a menos de seis personas por 200.000 habitantes en la poblaci¨®n actual.
Las claves de esta historia de enfermedad y solidaridad social est¨¢n en un cr¨¢neo que los cient¨ªficos de Atapuerca encontraron en el yacimiento de la Sima de los Huesos y que hoy presentan en la revista estadounidense Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
Casi todas las piezas del cr¨¢neo deforme fueron descubiertas en 2001. Al a?o siguiente encontraron m¨¢s. "Tenemos m¨¢s de 30 fragmentos de este cr¨¢neo, el n¨²mero 14 de la colecci¨®n de la Sima", dice Ana Gracia T¨¦llez (Centro de Evoluci¨®n y Comportamiento Humanos), l¨ªder del estudio. "Al reconstruirlo vimos que era raro, asim¨¦trico", contin¨²a.
La cuesti¨®n que se plantearon Ana Gracia, Juan Luis Arsuaga y el resto del equipo fue si un individuo as¨ª se valdr¨ªa por s¨ª mismo en un grupo de cazadores recolectores, si habr¨ªa sobrevivido varios a?os sin la ayuda de otros individuos de esta familia. El primer apodo del cr¨¢neo 14 en el laboratorio fue Benjam¨ªn, "el ni?o querido", comenta Gracia. "Pero ahora, como creemos que es ni?a [por la gracilidad de las estructruas ¨®seas], ser¨ªa Benjamina".
La craneosinostosis es una patolog¨ªa que se caracteriza porque los huesos del cr¨¢neo se fusionan prematuramente. "Hoy en d¨ªa, cuando se presenta en un ni?o, se le opera normalmente en sus primeros meses de vida para evitar tanto la deformaci¨®n est¨¦tica como las posibles alteraciones en el enc¨¦falo", comenta Gracia. "En cuanto a nuestra ni?a, no sabemos exactamente qu¨¦ deficiencias psicomotoras tendr¨ªa, pero hemos descubierto indicios de que podr¨ªa tener presi¨®n intracraneal elevada".
La fusi¨®n prematura de los huesos craneales se debe, en algunos casos, a mutaciones cromos¨®micas. Pero tambi¨¦n puede tener un origen traum¨¢tico o metab¨®lico del feto. En el caso de Benjamina, los cient¨ªficos se inclinan por el origen traum¨¢tico. "La madre se dio un golpe, o el feto estaba mal colocado... Descartamos que el problema fuera en el parto", dice Gracia.
Existen en el registro f¨®sil algunos hom¨ªnidos con alguna carencia que sugiere que ser¨ªan dependientes de sus cong¨¦neres para sobrevivir, pero son indicios controvertidos. Sin embargo, lo de Benjamina parece claro. "El cr¨¢neo 14 es el caso documentado m¨¢s antiguo de craneosinostosis con deformidades neurocraneales, cerebrales y, muy posiblemente, asimetr¨ªas en el esqueleto facial", concluyen los cient¨ªficos de Atapuerca. "A pesar de estas desventajas, el individuo sobrevivi¨® m¨¢s de cinco a?os, lo que sugiere que su condici¨®n patol¨®gica no fue un impedimento para recibir la misma atenci¨®n que cualquier otro ni?o del g¨¦nero Homo del Pleistoceno Medio".
En la Sima de los Huesos se han hallado ya miles de f¨®siles que pertenecieron a 28 individuos, al menos (incluidos 16 cr¨¢neos), de diferentes edades y de ambos sexos, de hace 530.000 a?os, lo que supone un fondo excepcional para hacer comparaciones y estudios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.