El ¨²ltimo pedazo de la II Rep¨²blica
20.000 perdedores de la contienda se concentraron en el puerto de Alicante para huir de Franco - S¨®lo 3.000 lo lograron, y una docena optaron por suicidarse

De todas las historias que pueden contar los que sobrevivieron y de todos los relatos que han podido reconstruir las familias de los que no lo hicieron, hay una capaz de concentrar todo el horror de 32 meses de Guerra Civil y anticipar todo el que continu¨® en la paz de los vencedores. Ocurri¨® en Alicante hace 70 a?os.
Franco ha ganado la guerra y la mitad de Espa?a trata de escapar de sus garras por la ¨²nica salida que queda: el puerto de Alicante. Algunos han logrado irse en barcos durante los primeros 15 d¨ªas de marzo. Pero los vencidos de ¨²ltima hora, los que m¨¢s tiempo han tardado en asumir la derrota, se encontrar¨¢n en Alicante.
Cerca de 20.000 hombres, mujeres y ni?os deshechos extienden una alfombra tupida de hambre y miedo sobre el puerto. No cabe un alfiler, no se ve un trozo de suelo. Conf¨ªan en esos barcos que la Rep¨²blica ha apalabrado con Francia y Reino Unido para evacuarles. Pero para entonces, ya han empezado a reconocer al Gobierno de Burgos y las palabras se las ha llevado el viento. El ¨²nico barco que saldr¨¢ de Alicante ser¨¢ el Stanbrook, un viejo carbonero ingl¨¦s con capacidad para 24 tripulantes pilotado por un gal¨¦s desobediente que se convertir¨¢ en un h¨¦roe. Iba a recoger naranjas, tabaco y azafr¨¢n, pero zarp¨® rumbo a la colonia francesa de Or¨¢n (Argelia) con cerca de 3.000 republicanos a bordo. La mayor¨ªa, con las manos vac¨ªas.
"Se reban¨® el cuello delante de m¨ª. Nunca olvidar¨¦ el grito de su hija"
"La cola para embarcar era impresionante, hab¨ªa miles de personas. Pasaban las horas y tem¨ªamos no poder subir. Mi padre hab¨ªa estado en el frente as¨ª que para nosotros huir era cuesti¨®n de vida o muerte. Recuerdo perfectamente c¨®mo despu¨¦s de muchas horas de espera el capit¨¢n Dickson me cogi¨® por fin en brazos y me aup¨® al barco", relata Helia Gonz¨¢lez, una de las afortunadas ni?as del Stanbrook. Ten¨ªa cuatro a?os, "pero hay cosas que son imposibles de olvidar". "El capit¨¢n le daba la mano a cada pasajero al subir", recuerda Helia, que pas¨® las 24 horas de traves¨ªa sin soltar la de su padre -"me daba pavor perderme entre aquella masa de gente"- , pegada a su madre, a su hermana, y al ¨²nico equipaje que llevaban para su otra vida: "Un malet¨ªn de 40x30 cent¨ªmetros en el que mi madre hab¨ªa metido una muda de ropa interior, una s¨¢bana, pa?ales para mi hermana y unos cubiertos de plata que, por supuesto, no vendi¨® a nadie porque nadie pudo comprarlos".
"Nada m¨¢s salir cayeron bombas en el lugar donde hab¨ªa estado el barco", recuerda. "Al o¨ªr la explosi¨®n, el hombre que viajaba a nuestro lado se asust¨® tanto que se tir¨® al mar. Su bota golpe¨® a mi madre al caer. Fue terrible".
Las tropas italianas y las franquistas comenzaban a ocupar tambi¨¦n Alicante. Mientras, miles de republicanos segu¨ªan llegando al puerto, convertido ya en una ratonera. Entre ellos, Carmen Arrojo, que entonces ten¨ªa 20 a?os. Hab¨ªa llegado all¨ª con su padre, su hermano y su novio desde Madrid. No sab¨ªan a qu¨¦ pa¨ªs conduc¨ªan aquellos barcos que esperaban, ni les importaba. Pero el ¨²nico que ver¨ªan lo enviaba Franco. "Por un meg¨¢fono nos dijeron que tir¨¢ramos nuestras armas y que, o nos rend¨ªamos a las cinco, o nos ametrallar¨ªan. Cuando fui a tirar mi pistola al mar, vi a un hombre corriendo a toda velocidad hacia m¨ª. No sab¨ªa lo que iba a hacer, pero se tir¨® al agua. No pudimos hacer nada", recuerda Carmen.
Hab¨ªa llegado al puerto pocas horas despu¨¦s de que zarpara el Stanbrook. "Era un hervidero de caras chupadas por el hambre y el cansancio. En una esquina se reun¨ªan los de la UGT, en otra las mujeres antifascistas... A las dos de la tarde lleg¨® el barco de Franco". A sus 90 a?os, Carmen confiesa que a¨²n escucha los sonidos del horror que invadi¨® aquella alfombra humana durante las tres horas que siguieron hasta agotar el plazo de los vencedores. "Delante de m¨ª, un hombre se reban¨® el cuello con una navaja. No olvidar¨¦ nunca aquel grito espantoso de una de sus hijas. Tuvieron que dejarle all¨ª. La ni?a se tir¨® por el hueco de la escalera en cuanto lleg¨® a la c¨¢rcel".
"Hay un parte del general Gambara que habla de 66 suicidios, aunque otro posterior, los reduce a 12. Se apuntaban unos a otros, contaban hasta tres, y disparaban", asegura Enrique Cerd¨¢n Tato, escritor que ha dedicado casi 40 a?os a estudiar aquel episodio. Un barco semivac¨ªo, el Mar¨ªtima, hab¨ªa partido de Gand¨ªa pocas horas antes. Su capit¨¢n, obediente, s¨®lo hab¨ªa permitido subir a unas 40 autoridades pol¨ªticas.
En Or¨¢n, las autoridades impidieron a los pasajeros abandonar la embarcaci¨®n. Dickson logr¨® que dejasen salir a las mujeres y los ni?os. El padre de Helia lograr¨¢ reunirse con ellas despu¨¦s de que intercedieran por ¨¦l unos familiares. El resto acabar¨¢ en un campo de trabajo cerca de Marruecos y muchos morir¨¢n construyendo el ferrocarril transahariano. La familia se ganar¨¢ la vida sustituyendo a la mitad de la compa?¨ªa de teatro espa?ol, que se hab¨ªa ido a la Espa?a de Franco.
A los miles de republicanos que aguardaban en el puerto de Alicante los llevar¨¢n a campos de concentraci¨®n. Al novio de Carmen lo fusilar¨¢n. Ella tardar¨¢ muchos a?os en recomponer su vida y con 90 publicar¨¢: Lo que no se debe perder. Memorias de una republicana.
Y la Asociaci¨®n C¨ªvica de Alicante tendr¨¢ que devolver una subvenci¨®n del Gobierno para levantar un monumento a aquellas v¨ªctimas porque el Ayuntamiento (PP) se neg¨® a colocarlo. Siguen negociando.


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