El libro del futuro ya est¨¢ aqu¨ª
Cuando nos dicen que en pocos a?os vamos a leer en libros electr¨®nicos no es de extra?ar que la mayor¨ªa de los lectores rechace la idea. Su experiencia de lectura en pantallas se limita a la de un ordenador, que resulta muy inc¨®modo debido a la intensidad de luz que emite su pantalla y que nos hace acabar la jornada laboral con la vista cansada de leer y escribir correos electr¨®nicos. Si ya tiene m¨¦rito leer apretujado entre decenas de personas en el metro o en un autob¨²s de vuelta a casa, no sorprende que los lectores abominen la idea de leer a su autor favorito en un ordenador, por muy peque?o y port¨¢til que sea. Afortunadamente, la lectura de un libro electr¨®nico no tiene nada que ver con la agotadora lectura en ordenadores.
Editoriales y peri¨®dicos ya ofrecen sus contenidos a trav¨¦s de las pantallas de los tel¨¦fonos m¨®viles
El libro en papel no desapare-cer¨¢, aunque las librer¨ªas, las bibliotecas y las editoriales digitalizar¨¢n su cat¨¢logo
Las pantallas de los libros electr¨®nicos permiten leer los textos digitales con luz incidente, es decir, su lectura es igual de amable y c¨®moda que cuando leemos un libro o un peri¨®dico. Estos nuevos soportes cuentan con una tecnolog¨ªa, conocida como tinta electr¨®nica, que permite disfrutar la lectura de forma muy similar a como se disfruta cuando se lee una novela en papel. Algunos lectores estar¨¢n ya pensando que no hay nada que sustituya al placer de leer en papel: el tacto de sus hojas, el pasar p¨¢gina, el olor... Sin lugar a dudas, esas experiencias nunca ser¨¢n sustituidas por los libros electr¨®nicos, pero estos nuevos soportes brindan otras comodidades.
Por ejemplo, si nos hemos olvidado las gafas en casa, podemos ampliar el cuerpo de la letra y continuar leyendo. Tambi¨¦n permiten hacer anotaciones al margen y subrayar frases y palabras, igual que en los libros de papel. Sin tener que interrumpir la lectura se puede acceder al diccionario para consultar un t¨¦rmino, y tambi¨¦n se puede escuchar m¨²sica mientras se lee el peri¨®dico. Y como todo buen dispositivo electr¨®nico, permite almacenar miles de libros, fotos y canciones en una biblioteca digital personal. Al igual que antes nos ¨ªbamos de vacaciones con un mont¨®n de libros en la maleta que luego no ten¨ªamos tiempo de leer, hoy en d¨ªa salimos de casa cargados de gigas (con la ventaja de que no pesan) con todo tipo de contenido digital almacenado en un e-book o en un m¨®vil y, probablemente, sin tiempo para consultarlo. Algunas cosas no cambiar¨¢n nunca.
La excelente acogida que ha tenido en los mercados anglosajones la nueva generaci¨®n de libros electr¨®nicos (Kindle, de Amazon; E-Reader, de Sony; Digital Reader, de I-Rex, entre otros) ha generado un intenso debate entre los defensores a ultranza del libro en papel y los apocal¨ªpticos tecnol¨®gicos. Las partes del debate est¨¢n pasionalmente enfrentadas, dando a entender que en esta batalla s¨®lo habr¨¢ espacio para un ganador. Unos declaran la muerte del libro de tapa dura en pocos a?os; otros se?alan, con cierta soberbia, que los libros electr¨®nicos siempre han fracasado.? Los defensores del papel recuerdan que intentos similares de comercializaci¨®n de libros electr¨®nicos, como los eReaders de Palm o el Rocket, no lograron tener demasiado ¨¦xito de mercado y que, por tanto, la nueva generaci¨®n de e-books tambi¨¦n fracasar¨¢. La historia demuestra que este debate es est¨¦ril, puesto que ambas tecnolog¨ªas convivir¨¢n. Al igual que ahora utilizamos a lo largo del d¨ªa diferentes soportes de escritura, tambi¨¦n leeremos de formas diferentes. Para cierto tipo de tareas, como escribir una novela o una tesis, utilizamos un ordenador, mientras que para tomar notas o apuntar algo en una agenda recurrimos a un bol¨ªgrafo o un l¨¢piz. Incluso todav¨ªa quedan rom¨¢nticos que escriben con pluma. Lo mismo ocurrir¨¢ con nuestros h¨¢bitos, que est¨¢n ya cambiando gradualmente con la irrupci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas. Mientras que algunos lectores preferir¨¢n leer un libro en papel, otros se utilizar¨¢n su e-book para disfrutar de una novela. Los libros en papel nunca desaparecer¨¢n, aunque en pocos a?os las librer¨ªas, bibliotecas y editoriales ofrecer¨¢n todo su cat¨¢logo de libros en formato digital.
Nadie en el mundo cultural hubiera pensado que el modelo de negocio de las editoriales del siglo XXI iba a ser definido por un librero. Al igual que el lanzamiento del primer iPod de Apple en 2001 marc¨® un antes y un despu¨¦s en el sector discogr¨¢fico, la apuesta en firme de Amazon -una librer¨ªa virtual con m¨¢s de 55 millones de clientes- por un mundo lleno de libros electr¨®nicos est¨¢ transformando los h¨¢bitos de b¨²squeda, compra y lectura de libros. El pasado 9 de febrero se present¨® la esperad¨ªsima segunda versi¨®n del Kindle, tras vender m¨¢s de 500.000 unidades del anterior dispositivo.
No s¨®lo se ha mejorado el dise?o del aparato, sino que tambi¨¦n se han a?adido nuevas funciones que hacen la lectura m¨¢s agradable. A trav¨¦s de una pantalla plana del tama?o de un libro de papel y con un peso inferior a 300 gramos, los lectores tienen acceso a m¨¢s de 245.000 libros digitalizados por menos de ocho euros cada ejemplar. El nuevo Kindle permite almacenar en su memoria alrededor de 1.500 libros, lo que significa que a partir de ahora podremos llevar encima toda nuestra biblioteca personal. Adem¨¢s, permite la conexi¨®n a Internet para leer peri¨®dicos digitales, blogs o para hacer consultas en Wikipedia.
Una de las nuevas funciones m¨¢s comentadas y pol¨¦micas es la de texto de voz, una nueva tecnolog¨ªa que hace posible que los textos de los libros digitales puedan ser le¨ªdos por el propio dispositivo en voz alta. Imag¨ªnese que vuelve a casa en tren tras una larga jornada de trabajo. Saca su e-book para disfrutar de una novela, pero no logra concentrarse en la lectura porque el viajero de al lado es el cl¨¢sico pesado que no para de hablar por el m¨®vil. Gracias a la nueva funci¨®n de Kindle puede evadirse con la lectura oral de su novela y dejar de escuchar al maleducado compa?ero de viaje. Piensen en la cantidad de posibilidades que ofrece esta nueva herramienta: aprender idiomas, practicar fon¨¦tica...
Cada d¨ªa salen al mercado nuevos modelos de e-readers con todo tipo de funciones y precios m¨¢s bajos. Sony acaba de lanzar su nuevo modelo, el PRS-700: un lector ultrafino con pantalla t¨¢ctil y funciones de b¨²squeda y anotaci¨®n incorporadas no vistas antes. Los modelos iLiad y Digital Reader, de la compa?¨ªa I-Rex, representan la gama alta, aunque eso se traduzca en un precio por encima de la media. La compa?¨ªa Fujitsu ha anunciado el lanzamiento para esta primavera del primer dispositivo dotado de una pantalla en color a un precio aproximado de 780 euros, m¨¢s del doble de lo que cuestan los otros dispositivos mencionados. Fictionwise ha firmado recientemente una alianza con PlasticLogic para empezar a vender el pr¨®ximo a?o un nuevo dispositivo electr¨®nico tan fino como una hoja de papel. Este nuevo papel-lector podr¨¢ ser enrollado e introducido en un bolso o una mochila, tal y como hacemos hoy en d¨ªa con un peri¨®dico.
Las cifras de ventas en varios pa¨ªses demuestran que hay una creciente demanda por este tipo de lectura. Mientras que la crisis financiera hace tambalear los ingresos de las librer¨ªas tradicionales -las ventas de libros en papel cayeron alrededor de un 5% en 2008-, parece ser que no afecta a la consolidaci¨®n de la venta de libros electr¨®nicos en Estados Unidos. El ¨²ltimo informe del Foro Internacional de Edici¨®n Digital (IDPF) se?ala que la venta de libros electr¨®nicos ha experimentado un crecimiento del 69% en 2008.
Si leer en un e-book no acababa de convencer al lector tradicional de libros y ha generado un intenso debate entre los amantes de las letras, la idea de leer un libro o un peri¨®dico a trav¨¦s de la pantalla de un m¨®vil generar¨¢ un rechazo a¨²n mayor entre los esc¨¦pticos. Pero lo cierto es que editoriales como MacMillan o?Penguin, y medios de comunicaci¨®n como EL?PA?S o The New York Times est¨¢n ofreciendo sus contenidos a trav¨¦s de los m¨®viles. Los resultados obtenidos por las editoriales en los proyectos piloto con tecnolog¨ªa m¨®vil han superado todas las expectativas. Amazon acaba de lanzar una aplicaci¨®n gratuita que permite a los 13 millones de usuarios de los tel¨¦fonos m¨®viles iPhone de Apple descargarse y leer en su pantalla cualquiera de los 250.000 libros digitales que tiene en su librer¨ªa virtual. A trav¨¦s de la tecnolog¨ªa Android de Google, los lectores podr¨¢n consultar el contenido de los m¨¢s de siete millones de libros escaneados en su buscador a trav¨¦s de la lectura del c¨®digo de barras (ISBN) de los mismos. Todo parece indicar que el m¨®vil se convertir¨¢ en el soporte principal de acceso a la informaci¨®n y la lectura de todo tipo de contenidos, incluidos los libros.
Los libreros y editores est¨¢n preocupados por el impacto que est¨¢ teniendo la crisis en el sector (descenso en las ventas, cierre de librer¨ªas, avalancha de devoluciones y quiebra de distribuidoras, etc¨¦tera), pero no deben olvidar que la principal repercusi¨®n que tendr¨¢ la crisis es que acelerar¨¢ la transformaci¨®n hacia un mundo digital. El cambio ya est¨¢ en marcha.
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