Prohibido edificar sobre plutonio

La descontaminaci¨®n de Palomares ha topado con el urbanismo. El Gobierno ¨²ltima la expropiaci¨®n de 21 hect¨¢reas de suelo contaminado por las bombas que cayeron sobre Palomares para que la empresa brit¨¢nica Desert Springs no las urbanice, seg¨²n ha sabido EL PA?S. El Ejecutivo ya expropi¨® 40 hect¨¢reas en tres zonas para evitar movimiento de tierras que dispersaran plutonio. Pero ahora ha descubierto -sin explicarse muy bien qu¨¦ ha ocurrido- que un terreno contaminado que cre¨ªa protegido a las afueras del pueblo figura como "urbanizable programado". La empresa confirma su plan de construir all¨ª un complejo de viviendas pero sostiene que el terreno era urbanizable desde principios de los noventa. El Ejecutivo calcula que tendr¨¢ que pagar 10 millones de euros por la expropiaci¨®n, que se suman a los 15 que dio en las primeras parcelas.

Los investigadores planean filtrar la tierra para reducir la cantidad radiactiva

El Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas y Medioambientales (Ciemat), del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n, ultima la caracterizaci¨®n de la contaminaci¨®n que dejaron en Palomares las cuatro bombas nucleares que cayeron en enero de 1966 cuando dos aviones militares de EE UU chocaron en el aire durante un reabastecimiento.

El Ciemat ha localizado restos de plutonio y americio (producto de la desintegraci¨®n del primero) en unas 20 hect¨¢reas de terreno y ha hallado las zanjas radiactivas en las que los soldados de EE UU dejaron alg¨²n material radiactivo. Aunque EE UU se llev¨® el 95% del material contaminado, el Ciemat est¨¢ decidido a limpiar lo que quede y zanjar el incidente, aunque sea m¨¢s de 40 a?os despu¨¦s.

Durante a?os, los medidores de radiaci¨®n colocados en la superficie no detectaron nada relevante y nadie hizo caso a Palomares. Esto fue as¨ª porque el plutonio depositado en el suelo emite unas part¨ªculas, las alfa, que se paran con una hoja de papel, sin apenas poder de penetraci¨®n. Por eso, los an¨¢lisis a los vecinos descartan que haya habido riesgo para la salud. La radiaci¨®n directa es insignificante y la posibilidad de ingesti¨®n o inhalaci¨®n, descartable, seg¨²n las fuentes consultadas. Aunque no hab¨ªa riesgo, el plutonio tarda 24.000 a?os en desintegrarse a la mitad. Con las d¨¦cadas, el plutonio se fue desintegrando en americio, que ya emite radiaci¨®n gamma que s¨ª pueden detectar los medidores.

Eso no implica que el suelo est¨¦ limpio. A la aparici¨®n de americio se sumaron, a finales de los noventa, los movimientos de tierra para urbanizar. As¨ª, la burbuja inmobiliaria empez¨® a dispersar el material y alert¨® al Ciemat y al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de lo que escond¨ªa el suelo de Palomares. En 2004 comenz¨® un completo plan de limpieza.

Primero analizaron 6,6 kil¨®metros cuadrados de terreno en superficie y, en 2007, hallaron un terreno contaminado hasta entonces desconocido. Estaba a las afueras del pueblo, en la sierra. Hasta all¨ª llegaron restos de la bomba 2 dispersados por el viento. Los responsables de la limpieza no vallaron la zona, pensaron que estaba a salvo del ladrillo, al ser una zona agreste y aislada. El director de protecci¨®n radiol¨®gica del CSN, Juan Carlos Lentijo, descart¨® entonces la expropiaci¨®n al afirmar que la seguridad estaba "casi garantizada por ser una zona declarada de inter¨¦s natural por la Junta de Andaluc¨ªa". Error.

El Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Cuevas del Almanzora, al que pertenece Palomares, publicado en junio de 2008, alerta de la existencia de "zonas de accidente nuclear" en el centro del pueblo, pero no dice nada de las afueras. El plan est¨¢ suspendido por la Junta de Andaluc¨ªa, pero la empresa brit¨¢nica sostiene que el suelo era urbano antes. "Desde 1990 est¨¢ calificado como urbanizable y seguimos con los tr¨¢mites para desarrollar el plan y construir las viviendas, ya que no nos han comunicado nada oficialmente". El plan de ordenaci¨®n del Levante Almeriense de la Junta, aprobado el pasado 14 de enero, s¨ª califica el terreno como de "contaminaci¨®n radiol¨®gica".

Para evitar movimientos de tierras, el Gobierno ya ha preparado la expropiaci¨®n forzosa, que ser¨¢ previsiblemente cara. "El terreno vale una fortuna. Todo tiene vistas al mar porque est¨¢ en la sierra", alerta la empresa.

La expropiaci¨®n es necesaria para afrontar la ¨²ltima fase del ambicioso proyecto: la limpieza. El 16 de marzo pasado, el Ministerio de Asuntos Exteriores envi¨® una nota verbal a la Administraci¨®n de EE UU en la que le comunica que propondr¨¢ un representante de Defensa, otro de Exteriores y otro de Presidencia para el equipo conjunto. La relaci¨®n con EE UU ha sido muy fluida y Washington ha pagado 1,98 millones de d¨®lares (1,47 millones de euros). Espa?a pretende que designe expertos similares, incluyendo militares, para afrontar la limpieza. Hasta ahora, han colaborado el Ciemat y el Departamento de Energ¨ªa (DOE) de EE UU, pero pasa a un nuevo estadio y es precisa m¨¢s representaci¨®n pol¨ªtica.

Mientras avanza la creaci¨®n del grupo de alto nivel, previsto en el acuerdo que ambos pa¨ªses firmaron el 10 de septiembre de 2007, el Ciemat ya dise?a la limpieza. Los investigadores han visto que el plutonio se adhiere a la s¨ªlice del suelo y han comprobado que un 80% forma part¨ªculas de menos de 125 micr¨®metros. Esto abre la puerta a la separaci¨®n de la tierra contaminada mediante un gran tamizador.

La idea es filtrar enormes cantidades de tierra y reducir su volumen. Con una resina, los expertos pueden formar una especie de ladrillos en los que es m¨¢s f¨¢cil transportarlo. Pero el reto es enorme y siempre quedar¨¢n toneladas de tierra. Espa?a no tiene capacidad t¨¦cnica ni legal de almacenar ese plutonio, por lo que o EE UU se hace cargo o encuentran un destino en el que enterrar al fin el accidente de Palomares.