El alcalde prefiere no hablar

Dos funcionarios del Ayuntamien to de Barcelona, un ingeniero que asesor¨® y aval¨® la concesi¨®n de varias licencias, y los propietarios de varios locales que supuestamente fueron v¨ªctimas de sobornos de la trama de extorsi¨®n en los prost¨ªbulos declararon el martes ante la juez Elisabet Castell¨®.

Desde entonces el alcalde Jordi Hereu s¨®lo ha hablado de ello en dos ocasiones. Poco se le ha o¨ªdo en los ¨²ltimos cinco d¨ªas, desde que trascendieron los supuestos casos de tr¨¢fico de influencias y soborno que han salpicado a funcionarios del Consistorio que supuestamente cobraron por hacer desaparecer expedientes. Tampoco se ha referido el edil socialista a la figura del ingeniero Joaqu¨ªn Qu¨ªlez, quien, a cambio de dinero, supuestamente alert¨® en varias ocasiones a los due?os de los burdeles de que se iban a producir las redadas policiales.

"Es un caso aislado. No es justo extender la sombra de la sospecha", dice Hereu

La primera vez que Hereu se manifest¨® fue el mi¨¦rcoles, en un acto de las obras del plan Zapatero en Barcelona, cuando no pudo evitar contestar a las preguntas de los medios de comunicaci¨®n. Su respuesta fue escueta: "Es un caso aislado y somos los primeros interesados en que la justicia investigue y aclare lo ocurrido. No es justo extender la sombra de la sospecha". La ¨²ltima ocasi¨®n en que se oy¨® a Hereu hablar sobre el asunto fue ayer, y resultaba ineludible al producirse la inauguraci¨®n de la plaza de Lesseps. El alcalde repiti¨® exactamente lo del mi¨¦rcoles. Nada nuevo. El alcalde alega, ¨²nicamente, que fue el Consistorio el que comenz¨® la investigaci¨®n de la parte municipal de la trama corrupta para ponerla en conocimiento del juez.

Los ediles que han salido al paso d¨ªa a d¨ªa, ante la dimensi¨®n que iba cobrando el caso, han sido su brazo derecho, el primer teniente de alcalde, Carles Mart¨ª; el tercer teniente de alcalde, Jordi William Carnes, y la regidora de Seguridad y tambi¨¦n del distrito del Eixample, Assumpta Escarp.

La prudencia de Hereu contrasta con la actitud que mostr¨® el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP), en la llamada operaci¨®n Guateque, que desarticul¨® una red de corrupci¨®n en la adjudicaci¨®n de licencias, en 2007. Era un caso m¨¢s estructural, que afectaba directamente al funcionariado; en Barcelona, no se sabe. Gallard¨®n acept¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n para despejar dudas sobre la posible institucionalizaci¨®n de redes de sobornos. No acept¨® responsabilidades, pero asumi¨® el caos en las licencias y prometi¨® cambiar la normativa, y se refiri¨® a ella en ruedas de prensa.

El aliado del PSC en el gobierno de la ciudad, ICV-EUiA, ha permanecido en un m¨¢s que discreto segundo plano. Esquerra Republicana, otrora socia y ahora oposici¨®n preferente, se ha mostrado exquisitamente prudente a la hora de hacer comentarios.

Ha tenido que ser el principal partido de la oposici¨®n, Converg¨¨ncia i Uni¨®, el m¨¢s beligerante, al pedir claridad ante la sospecha de que pueda haber m¨¢s funcionarios conchabados con la supuesta trama de Qu¨ªlez. ?ste es un personaje muy conocido en muchos de los negociados de expedientes y licencias de los distritos de Barcelona, tal como reconoce m¨¢s de un responsable pol¨ªtico.

El PP exige m¨¢s claridad y, sobre todo, m¨¢s control de los responsables pol¨ªticos sobre el aparato administrativo del Consistorio. Los populares son cautos, aunque la oposici¨®n en su conjunto pone en la picota la gesti¨®n del alcalde. El desgaste de Hereu se ha visto acentuado por el gobierno en minor¨ªa y se ha reflejado en las encuestas de los l¨ªderes en la carrera electoral, que en el ¨²ltimo a?o han colocado a Xavier Trias por delante de ¨¦l. Ayer, CiU public¨® una encuesta propia que le situaba dos concejales por encima de los socialistas, lo que dejar¨ªa sin mayor¨ªa a un posible tripartito.