El Valencia vuelve a sus or¨ªgenes

El Valencia encontr¨® dos argumentos para reinventarse en Mestalla. De un lado, las buenas vibraciones que tra¨ªan de su periplo con Espa?a los chicos del ataque (Villa, Silva y Mata). De otro, el rejuvenecimiento que supuso la entrada de Fernandes y Michel como mediocentros titulares y no como recambios de ¨²ltima hora. El resultado fue un equipo que se pareci¨® mucho al de principio de curso: fresco, alegre y punzante. Casualmente, el club ha salido esta semana con un pr¨¦stamo de la par¨¢lisis econ¨®mica que lo atenazaba y se dispone a pagar ahora a sus jugadores, que ayer se ganaron el jornal. El p¨²blico se lo pas¨® en grande y despidi¨® a Villa como se merece uno de los mejores delanteros de la historia de la entidad, tanto si la abandona a final de temporada como si no. ?El Getafe? Blando e inconstante, arrancando bien en cada periodo, pero desinfl¨¢ndose al primer golpe certero que le daba el Valencia.

La selecci¨®n tuvo un efecto bals¨¢mico en los internacionales valencianistas

La selecci¨®n tuvo un efecto bals¨¢mico en las estrellas del Valencia. Regresaron como nuevos. Trajeron viento fresco. La primera parte de Silva, Villa y Mata result¨® primorosa. Acompa?ados por un brillante Pablo Hern¨¢ndez, constituyeron un ataque de cuatro tan intenso como preciosista. Pases, desmarques, quiebros y remates desarbolaron a la defensa del Getafe, que no se esperaba la sinfon¨ªa. El cuadro de V¨ªctor Mu?oz fue abiertamente a por el partido. Y abrig¨® la esperanza de llev¨¢rselo en unos primeros instantes en los que se plantaba con facilidad ante C¨¦sar. A poco que Del Moral se abriera a la banda y Soldado se filtrara entre Maduro y Albelda, centrales circunstanciales. Pero muy efectivos ayer, sobre todo en el caso de Albelda, que tir¨® de jerarqu¨ªa y de anticipaci¨®n para pasar el trago con una enorme dignidad. Tal vez sea ese su futuro inmediato, el de recluirse en la defensa, puesto que en el centro del campo ya le falta la movilidad que tuvo durante a?os.

Ese espacio lo ocuparon con ¨¦xito Fernandes y Michel, que oxigenaron esa parcela en tantas ocasiones pasto de los elefantes. Michel invita al optimismo. Piernas largas y flexibles, el chico aparece por todos lados, con una notable dotaci¨®n t¨¦cnica en ambas piernas para que el bal¨®n circule por donde conviene. Se equivoca a menudo, pero vuelve a intentarlo. De eso se trata cuando uno quiere ganarse un puesto entre la ¨¦lite. V¨ªctor Mu?oz advirti¨® que su equipo hab¨ªa perdido el sitio y mand¨® calentar a Casquero. Entr¨® tras el descanso. Y marc¨® enseguida de penalti. El Getafe volvi¨® a dominar la medular y se sinti¨® preparado para empatar. Hasta que Albiol quiso. El central valenciano, ayer como lateral, lanz¨® un contragolpe demoledor. Le acompa?aba Villa, que le marcaba el desmarque con la mano. Pero Albiol prefiri¨® soltar un zurdazo que adquiri¨® fuerza y direcci¨®n justo hacia el palo m¨¢s alejado. Tantas veces culpado de unos y otros marrones, Albiol, otro internacional, se dio un banquete. Se desquit¨® de muchas tardes ingratas. A la contra, los chicos de Emery llegaron profusamente, con Villa siempre dispuesto a fustigar al Getafe. Propici¨® la salida aparatosa de Jacobo y la expulsi¨®n del meta, adem¨¢s del segundo penalti que transformar¨ªa El Guaje. Esta vez sin enga?ar a Ustari, que, reci¨¦n entrado en el campo, anduvo fr¨ªo para atajarlo.

Mestalla despidi¨® entonces a Villa como s¨®lo despide a los m¨¢s grandes.