El Madrid y la manta menguante
La teor¨ªa de la manta es una cl¨¢sica met¨¢fora, sobre todo futbol¨ªstica, que se basa en que los equipos se cubren con una manta, pero siempre resulta corta. En cristiano, si un equipo apuesta firmemente por el ataque, terminar¨¢ sufriendo en su defensa, de la misma manera que si la manta no se ajusta a nuestras dimensiones, cuando queramos taparnos por arriba, dejaremos al aire los pies y viceversa. Hagamos historia. El Real Madrid de baloncesto comenz¨® hace tres a?os a tejer una manta que correspondiese con la alcurnia de un club con nueve Copas de Europa en su poder. Se fij¨® en Joan Plaza, seguramente de forma casual pues sus tiros iban por otros nombres, pero acert¨®.
El equipo se confeccion¨® de forma coherente, recuper¨® unas se?as de identidad olvidadas y termin¨® ganando inesperadamente la Liga y la ULEB. Si para llevarse la ACB hab¨ªa ya material suficiente, todo el mundo ten¨ªa claro que esa manta era insuficiente para el siguiente reto. La Euroliga con Final a Cuatro en Madrid. Hace falta un cinco tocho y dominador, opin¨¢bamos todos, club incluido. Y se fich¨® al griego Papadopoulos, una opci¨®n segura. El fracaso deportivo y econ¨®mico fue de envergadura, hasta convertirse en un lastre inimaginable. Temporada en blanco. Pero lo peor no fue eso, sino que con el destemple que le entr¨® al equipo, para esta temporada se empez¨® a mover la manta en todas las direcciones. Y dado que la soluci¨®n del cinco tronco con muchos kilos no hab¨ªa funcionado, probemos con dos trenes ligeros, llamados Hosley y Massey, y confiemos en la recuperaci¨®n de Hamilton, una de las peores inversiones de la historia de la secci¨®n. Y como parece que Llull est¨¢ todav¨ªa sin formar, contratemos al experimentado Pepe S¨¢nchez para compensar. Y mejor Tomas que la ara?a Smith. Y cuando Hamilton result¨® irrecuperable, un p¨ªvot tan alto como escaso en consistencia que se llama Van den Spiegel. Y a cada tir¨®n, la manta menguaba pues no s¨®lo no tapaba m¨¢s, sino que descubr¨ªa otros flancos.
Hay jugadores de equipo grande. Tomas, Massey o Winston no lo son
La planificaci¨®n est¨¢ parada, con el club mirando al techo y esperando a Florentino
Hablemos de otras mantas. Tipo Bar?a, Tau, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA y alguno m¨¢s. Vamos, los que llegan a la Final Four. Igual no son zamoranas de la mejor calidad, pero por tama?o que no quede. Que necesito tiro, aqu¨ª tengo dos o tres. Que necesito hacer da?o abajo, otros tantos. ?Defensa k¨¢rate-press? Ah¨ª van a mamporro limpio y sin preocupaciones de faltas. Luego podr¨¢n estar m¨¢s o menos acertados, pero nunca les faltan las opciones. ?Juega mejor a baloncesto el Olympiacos que el Madrid? Pues no. ?Podr¨ªan ganar algo los madridistas sin Felipe? Ni hablar. Pues los griegos de Iannakis se van a Berl¨ªn con Vujcic de espectador en los dos ¨²ltimos partidos.
No hay que darle muchas vueltas. Con esta manta blanca no se llega a ning¨²n sitio de alcurnia. Y si no que se lo pregunten a sus colegas futbol¨ªsticos. Ni los materiales elegidos ni la confecci¨®n posterior han sido acertadas, y por lo visto ayer, parte de la afici¨®n ya sabe donde apuntar: Plaza, que ni tiene toda la culpa ni tampoco queda eximido de responsabilidad. Por si fuera poco, la planificaci¨®n futura est¨¢ parada con un club mirando al techo y jugando al buscaminas a la espera de la llegada del hurac¨¢n Florentino. Mal entorno para el desarrollo textil.
Posdata. Existe el jugador de equipo grande. Y Marko Tomas no lo es. Como tampoco el actual S¨¢nchez, Massey, Hamilton, Winston o incluso el animoso Van den Spiegel.
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