El ¨²ltimo d¨ªa de Bolsos Imperator

En Bolsos Imperator parec¨ªa el primer d¨ªa de rebajas. Los compradores se apretujaban ayer frente a los mostradores y se?alaban aqu¨ª y all¨¢. "?A cu¨¢nto me dejas esta cartera? ?Y ese paraguas?". Pero algunos, de las nacionalidades m¨¢s variopintas, extra?ados por los carteles de "liquidaci¨®n" y "cerramos ma?ana por derribo" del escaparate, entraban y preguntaban: "?Qu¨¦ pasa?". Y Raquel, que empez¨® a ayudar a su padre de ni?a, cuando abri¨® la tienda hace 47 a?os, contestaba parca: "Que nos echan a la calle". No quer¨ªa dar m¨¢s explicaciones, por si acaso. "No puedo, me emociono".

Cuarenta y ocho horas para echar el cierre a 47 a?os de historia. El jueves pasado los seis locales -dos bares, dos tiendas, un locutorio y una agencia de viajes- de los n¨²meros 8 y 10 de la calle Valencia, al lado de la plaza de Lavapi¨¦s, recibieron una carta del Ayuntamiento. "Ha sido declarada la ruina f¨ªsica inminente". Ten¨ªan que desalojar en 48 horas. "?Dos d¨ªas! ?Menudo disparate!", repet¨ªa Luis Velasco en su tienda de ropa y complementos mientras despachaba a 2x1 los ¨²ltimos art¨ªculos. Por suerte les pill¨® en medio el fin de semana. Un respiro hasta el lunes.

La rehabilitaci¨®n se par¨® al recurrir los vecinos la ruina, rebate el Ejecutivo

En La Campana de Le¨®n, templo del cocido maragato, ya no hab¨ªa clientes. Los trabajadores se afanaban en recoger los ¨²ltimos trastos. "Hemos sacado lo que hemos podido", contaba Jos¨¦ Garc¨ªa. S¨®lo dos d¨ªas antes estaban dando 60 comidas al d¨ªa en las dos plantas del local. Ayer no quedaba ni una mesa. La carta del Ayuntamiento les pill¨® con doble pedido de comida en los congeladores. Por la Semana Santa. "Hemos ido dejando cosas en casas de familiares y amigos". Jos¨¦ y su mujer, Agripina, pensaban m¨¢s en sus clientes de toda la vida que en las indemnizaciones que tendr¨¢n que pagar a sus cinco empleados. "?Qu¨¦ ser¨¢ de los viejecitos que com¨ªan aqu¨ª a diario?", se preguntaba Agripina. Alguno se hab¨ªa presentado el s¨¢bado y se hab¨ªa encontrado la persiana echada. "Ha llorado mucha gente. ?ramos como una familia".

Los comerciantes echan la culpa de la ruina del edificio al propietario, la Comunidad de Madrid. "Lo han dejado venirse abajo", coinciden. La administraci¨®n lo compr¨® en 2001 y realoj¨® a los inquilinos que viv¨ªan en el primer piso. "Cuando se fueron ellos, que manten¨ªan a raya las goteras, fue el acab¨®se", dice Luis Velasco. "En ocho a?os la Comunidad no ha hecho ni una mejora", a?ade Escol¨¢stico, el marido de Raquel. Los que llevan ellos pleiteando para obligarla a rehabilitar el edificio. Bolsos Imperator pagaba un alquiler antiguo, de 120 euros. "No ¨¦ramos rentables", resume Escol¨¢stico. Ellos se van sin derecho a indemnizaci¨®n. "Y esto es una bicoca", apostilla. M¨¢s de 20 metros de fachada casi en la plaza de Lavapi¨¦s. No pueden evitar pensar en un pelotazo inmobiliario.

La Comunidad tiene otra explicaci¨®n. Asegura que tras adquirir el inmueble inici¨® su rehabilitaci¨®n. Luego el Ayuntamiento lo declar¨® en ruina y los comerciantes recurrieron. "Al recurrir, la rehabilitaci¨®n se paraliz¨®. Hasta ahora, que se ha declarado la ruina inminente", asegur¨® ayer un portavoz. A la pregunta de qu¨¦ van a hacer con el edificio respondi¨®: "Todav¨ªa se est¨¢ decidiendo".