Vecinos de la Brilat boicotean obras en el per¨ªmetro militar

M¨¢s de un centenar de vecinos de Salcedo (Pontevedra) se concentr¨® ayer en los alrededores del monte de Muimenta en se?al de protesta por las obras que est¨¢ llevando a cabo la Brilat, fuera del per¨ªmetro vallado de la base militar. Un conflicto que despunt¨® con la ampliaci¨®n de la franja de seguridad que afecta a unas 80 viviendas de esta parroquia pontevedresa y unas 150 hect¨¢reas de terrenos comunales. El presidente de la plataforma de afectados, Fernando Pintos, asegur¨® que no les queda m¨¢s alternativa que "incordiar" para frenar la construcci¨®n de una replica de una aldea afgana que servir¨¢ de campo de entrenamiento para los soldados que participan en misiones en el exterior, especialmente en ese pa¨ªs.

Ayer, sin embargo, no hab¨ªa obreros trabajando, por lo que los manifestantes evaluaron el "r¨¢pido" progreso de las obras y supervisaron tambi¨¦n otro campo de maniobras a 1.500 metros del de Muimenta, en Navalexo. All¨ª, los militares han reproducido un espacio urbano "equivalente a 3 ¨® 4 calles con alumbrado o buzones" donde los vecinos identificaron balas tiradas por el suelo. "No s¨¦ si son de fogueo o no, pero es una se?al de que han estado entrenando aqu¨ª y esto est¨¢ sin cerrar", apunt¨® Pintos.

Los vecinos denuncian que los campos de entrenamiento "lindan con propiedades privadas y caminos de paso y se ubican a escasos 100 metros de las casas". La consecuencia inmediata es que los mayores del lugar no se atreven a pasear por el monte porque los militares "les llaman la atenci¨®n". Pero hay quien no se arredra "porque aqu¨ª no existe ninguna se?al de restringida la entrada".

Por ahora, el enfrentamiento no ha pasado a mayores aunque la tensi¨®n crece por momentos. El objetivo, dicen, no es discutir la pol¨ªtica de Defensa sino compaginar los intereses de los vecinos con los de los militares. "Que construyan la aldea, pero donde no moleste porque no hay necesidad de hacer esto pegado a nuestras casas", sostienen. Las propiedades han perdido valor en el mercado inmobiliario. Salcedo, aseguran, "est¨¢ muerto". De momento, han decidido organizar dos visitas semanales para supervisar las obras.