Rom¨¢nico franquista en Xunqueira
Los s¨ªmbolos de la dictadura campan por los monumentos del pueblo orensano
Franco acecha desde el rom¨¢nico en la monumental Xunqueira de Amb¨ªa . El dictador mantiene viva la memoria de su legado con el consentimiento del alcalde de este municipio orensano, Jos¨¦ Luis Gavilanes, del Partido Popular, quien pese a haber aprobado hace un a?o una moci¨®n del BNG que reclamaba la retirada de la simbolog¨ªa franquista, mira hacia otro lado y deja pasar el tiempo.
Xunqueira de Amb¨ªa es una ruta inquietante para el recuerdo del franquismo. Un exponente de la apat¨ªa pol¨ªtica de algunos mandatarios para cumplir la Ley de Memoria Hist¨®rica, que obliga a retirar los s¨ªmbolos de la represi¨®n. Media docena de fuentes del municipio catalogadas como bien patrimonial lucen el yugo y las flechas que alguien se ha molestado en resaltar en un estridente color anaranjado. Las fuentes blasonadas falangistas son la Fonte do Lavadoiro de Sanxillao, del a?o 1955; la de Sobradelo, de 1953; la de A Tellada y la Fonte do Pazo de Vilanova, ambas de 1953; la Fonte Vella, de Vilarillo da Veiga, de 1936 y la Fonte de Pazos de Abeleda.
El alcalde dice que no le "estorban nada" los s¨ªmbolos del viejo r¨¦gimen
No es el ¨²nico inventario que loa las glorias del dictador. En su entorno, la torre de la Colegiata, declarada monumento nacional en 1931, muestra al mundo la victoria de Franco y su apolog¨ªa con una leyenda en la que reza: "Espa?a, vencedora del comunismo en la cruzada que levant¨® este d¨ªa, busca la paz del imperio por la unidad, por la grandeza, por la libertad, en el signo de Franco, el Caudillo. Arriba Espa?a. Julio MCMXXXVI".
La plaza principal del municipio, llamada San Rosendo, sigue siendo Plaza del General¨ªsimo en los documentos municipales y en la placa identificativa, y la popularmente denominada Praza do Campo mantiene el nombre oficial de Primo de Rivera. A unos metros, el Palacio Episcopal, casa prioral a la que desde finales del XIX la curia gallega ha estado acudiendo a pasar sus veraneos, luce la efigie del dictador. Su rostro desgastado por el tiempo acecha a los viandantes desde otros edificios, los enclavados en la Plaza Obispo Carrascosa y la del General¨ªsimo. La ruta del rom¨¢nico es la del franquismo en Xunqueira de Amb¨ªa, pero tambi¨¦n lo es la Ruta de la Plata del Camino de Santiago. Alguna de sus calles a¨²n mantiene intacto el nombre de militares sublevados, como el de capit¨¢n Cort¨¦s.
"Xunqueira de Amb¨ªa es territorio Gavilanes" destaca el concejal del BNG, Xos¨¦ Lois Quintas, quien hace oposici¨®n a la mayor¨ªa aplastante del alcalde popular al lado de dos ediles socialistas. El nacionalista lamenta que "no lleguen ya los m¨¦todos caciquiles con que se gobierna este concello para que, encima, algunos sigan presumiendo de intolerancia". La oposici¨®n no decae en su intento por hacer cumplir la legalidad. El concejal nacionalista reitera su moci¨®n en el pleno de este mes y reclama la sustitucii¨®n de las denominaciones del franquismo por las tradicionales.
Quintas propone, otra vez, Praza de San Rosendo por la del General¨ªsimo; Praza do Campo por la de Primo de Rivera; Cami?o de Santiago por la calle Capit¨¢n Cort¨¦s. Es pr¨¢cticamente lo mismo que pidi¨® en un pleno de hace ahora exactamente un a?o y que fue refrendado por toda la corporaci¨®n, incluidos los seis ediles del PP.
El BNG propone tambi¨¦n dedicar una calle al prior Alonso de Pi?a, fundador de la villa de Xunqueira en 1514 en donde s¨®lo exist¨ªa la Colegiata. Seg¨²n rese?a el concejal, Pi?a fue un gran benefactor de las artes y la cultura de Xunqueira y su escudo de armas, la base del actual escudo municipal. "Se trata de un reconocimiento a nuestra propia historia, a la historia que enriquece y dignifica, a la que no divide", explica el portavoz nacionalista. "Recuperar la memoria hist¨®rica es un acto de dignidad, de altura intelectual y de madurez democr¨¢tica" sostiene el concejal para conminar al PP a que cumpla "de una vez" el acuerdo plenario del 2 de abril de 2008.
El alcalde, Jos¨¦ Luis Gavilanes, tiene otra visi¨®n. "A m¨ª no me estorban nada los nombres que quedan [del franquismo]. Me da igual c¨®mo se llamen", sostiene el regidor tras advertir que fue pionero en la sustituci¨®n de algunas otras denominaciones. Gavilanes reconoce que mantiene en el callejero el nombre de algunos franquistas "porque hicieron favores al pueblo" y matiza que las fuentes catalogadas conservan el yugo y las flechas porque Patrimonio les exig¨ªa un proyecto para quit¨¢rselo. El alcalde decidi¨® no perder tiempo y dinero. "?S¨®lo faltaba!, como si no hubiera cosas mejores que hacer en un ayuntamiento de 2.000 habitantes", justifica su decisi¨®n.
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