Ladrones de muertos
Memoria y Justicia son palabras que deber¨ªan de ir escritas en cualquier bandera, y olvidarse de ellas es como perder las llaves de la puerta de la democracia. Por eso llama tanto la atenci¨®n que los tribunales m¨¢s altos de nuestro pa¨ªs parezcan trabajar siempre contra la memoria hist¨®rica, y hasta ser, en demasiadas ocasiones, sus enemigos mortales. Da lo mismo si se trata de la causa del magistrado Baltasar Garz¨®n contra el franquismo; de la apertura de fosas de la guerra civil o de la retirada de las estatuas del dictador que proyectan su sangre negra sobre nuestras calles: siempre hay una Audiencia Nacional o Tribunal Supremo que proh¨ªba las investigaciones o las dificulte, o las meta en un laberinto del que s¨®lo se puede salir cuando ya es demasiado tarde: el tiempo siempre corre a favor de la impunidad. Qu¨¦ inc¨®modo resulta tener que caminar hacia la libertad con la balanza de la ley metida en el zapato.
Nadie ayuda a los voluntarios que pelean por limpiar de fosas comunes nuestro pa¨ªs
Si miras hacia la derecha, ves al Tribunal Supremo, que por lo que parece no tiene cosas m¨¢s importantes que hacer, enred¨¢ndose en discutirle al Gobierno su derecho a quitar la siniestra estatua de Franco que hab¨ªa en Nuevos Ministerios, con el argumento de que, en realidad, pertenec¨ªa a la Universidad Complutense. Mala cosa, cuando hay que ponerse a hacer matices sobre un monumento a un golpista, y peor si quienes los hacen son los representantes de uno de los poderes del Estado. Ser¨ªa mejor si aplicaran la misma teor¨ªa, por poner un ejemplo, al hospital Puerta de Hierro, que tambi¨¦n era, al menos en parte, de la Universidad Complutense, y que sin embargo ha sido cerrado, sin que nadie sepa a¨²n ni por qu¨¦ ni, sobre todo, para qu¨¦; aunque estoy seguro de que la mayor parte de nosotros sabe que cuando pase la crisis econ¨®mica y las hormigoneras vuelvan a dar vueltas, las palabras especulaci¨®n e inmobiliaria formar¨¢n parte de la respuesta.
Si miras hacia la izquierda, ves que las asociaciones de voluntarios que pelean para limpiar de fosas comunes nuestro pa¨ªs, tambi¨¦n tienen que escalar los muros de los juzgados para llevar a cabo su trabajo. Nadie les ayuda, el Gobierno les da una subvenci¨®n rid¨ªcula y una Ley de Memoria Hist¨®rica miedosa y, una vez m¨¢s, siempre tienen delante a un juez de la Audiencia Nacional dispuesto a cerrarles el paso y echar otra vez en las tumbas la tierra que ellos hayan sacado. El ejemplo m¨¢s incre¨ªble es el del Valle de los Ca¨ªdos, y cada vez que piensa en ¨¦l, a Juan Urbano le ocurre lo mismo que sin duda le pasar¨¢ a muchos de ustedes, y es que no se ve capaz de entender c¨®mo es posible que una tumba espantosa, levantada para glorificar a un dictador y bendecir sus cr¨ªmenes, no s¨®lo siga teniendo ah¨ª su sepulcro, exhibido como si fuera el de un h¨¦roe, sino que adem¨¢s contin¨²e llena de cad¨¢veres robados. Porque, como se sabe, esa cripta tenebrosa se aliment¨® con los restos mortales de cientos de republicanos, cuyas fosas comunes fueron saqueadas cuando se termin¨® el pante¨®n y las familias de los muertos del bando sublevado se negaron a que ¨¦stos fueran desenterrados y trasladados al Valle de los Ca¨ªdos. El Ministerio de la Gobernaci¨®n escribi¨® entonces a numerosos ayuntamientos que ofrecieron "las fosas del ej¨¦rcito rojo", y los ladrones de huesos empezaron su tarea. ?A qui¨¦n creen que se han encontrado enfrente los familiares de las v¨ªctimas enterradas ilegalmente en ese lugar, cuando hay solicitado sacarlos de all¨ª? Naturalmente, a la Audiencia Nacional.
La Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica (ARMH), va a proseguir sus investigaciones sobre el paradero de ocho republicanos fusilados en 1936, enterrados en una fosa com¨²n de la localidad madrile?a de La Serna y, seg¨²n todos los indicios, trasladados en secreto, como tantos otros, al Valle de los Ca¨ªdos. Lo que van a hacer ahora es excavar en la zona de Cuelgamuros para demostrar que all¨ª hubo una fosa com¨²n pero que est¨¢ vac¨ªa. Santiago Mac¨ªas, vicepresidente de la ARMH, ha explicado que se sabe, por lo que confes¨® un antiguo juez de paz local, "que los cad¨¢veres enterrados en esa fosa pudieron haber sido exhumados de manera encubierta, para trasladarlos al Valle de los Ca¨ªdos sin consentimiento familiar y con nocturnidad". Si esas sospechas se confirman, se pedir¨¢ que los restos puedan ser sacados de all¨ª, y est¨¦n seguros de que a partir de ese momento, la Audiencia Nacional pondr¨¢ todas las trabas que pueda para que ese acto de pura justicia pueda llevarse a cabo. Qu¨¦ raro, que maten a tu padre o tu marido o tu hermana, que luego profanen sus tumbas, roben los cuerpos y los entierren al lado del de su asesino y cuando t¨² intentas que te los devuelvan la m¨¢quina de la Justicia se ponga en marcha para impedirlo.
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