La ruina de las 1.000 'casas baratas'
El alcalde de Ferrol quiere rehabilitar un barrio que el PP piensa derribar
Rehabilitaci¨®n o derribo. El futuro del barrio ferrolano de Recimil, puerta de entrada a la ciudad, es escenario de una batalla pol¨ªtica sobre dos modelos urban¨ªsticos que enfrentan al PP, partidario de construir viviendas nuevas, con PSdeG y BNG, que apuestan por su regeneraci¨®n integral. El relevo en San Caetano reabre el interrogante sobre el destino de 1.029 viviendas de titularidad municipal y renta antigua -de tres a seis euros mensuales-, construidas en los a?os 40 y que acumulan d¨¦cadas de deterioro pese a estar protegidas por la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio de la Xunta.
En la vecindad de las Casas Baratas, como se conoce popularmente a la barriada, son mayor¨ªa las personas mayores que aterrizaron en las viviendas hace seis d¨¦cadas. Unos pocos quieren quedarse. Para otros, el barrio "no vale nada". Los nuevos arrendatarios, muchos de ellos familias gitanas, son los m¨¢s proclives al derribo. Todos, 2.500 vecinos, reclaman inversiones urgentes para adecentar unas viviendas semiruinosas.
Vivenda aprob¨® en funciones el proyecto piloto de rehabilitaci¨®n
"El barrio est¨¢ en ruina t¨¦cnica", afirma categ¨®rico Jes¨²s Caselas, presidente de la asociaci¨®n vecinal El Pilar. "Los tejados est¨¢n apolillados y las canalizaciones anticuadas, por no hablar de la instalaci¨®n el¨¦ctrica" explica. Entre mantenimiento y reparaciones, Recimil consume unos 300.000 euros del presupuesto municipal cada a?o. "Los j¨®venes quieren irse, los mayores quedarse", resume Caselas, que acusa al ayuntamiento de "desinter¨¦s y desidia" con "el problema urbano m¨¢s importante que tiene Ferrol". En la ¨²ltima d¨¦cada, cada una de las tres corporaciones municipales de Ferrol -BNG, PP y PSdeG sucesivamente- han trazado su propio plan para el barrio. Cada cambio de gobierno ha truncado ese proceso y frustrado las expectativas. Y el reciente desembarco de N¨²?ez Feij¨®o en la Xunta no parece ser excepci¨®n.
El popular Juan Juncal plane¨® durante su mandato (2003-2007) derribar Recimil para edificar torres de viviendas. La Xunta bipartita lo impidi¨® y la llegada del socialista Vicente Irisarri a la alcald¨ªa, en 2007, encarril¨® lentamente la rehabilitaci¨®n con el apoyo de la Conseller¨ªa de Vivenda (BNG). Ya en funciones, el departamento de Teresa T¨¢boas dio luz verde a un convenio del Instituto Galego da Vivenda e o Solo (IGVS) dotado con 43.000 euros a fin de redactar un proyecto piloto para el barrio. El gobierno en minor¨ªa de Irisarri se ali¨® con el BNG e IU para refrendar el documento, el pasado 31 de marzo.
Fuentes municipales lo interpretaron como una maniobra para embarcar a Feij¨®o en la rehabilitaci¨®n de Recimil. Irisarri anunci¨® que buscar¨¢ el respaldo econ¨®mico de la nueva Xunta, pero se comprometi¨® a financiarlo con fondos propios si Feij¨®o se opone. Desde el ejecutivo local defienden la rehabilitaci¨®n del barrio como "una oportunidad hist¨®rica" para regenerar este espacio urbano. Han destinado 2,1 mill¨®n de euros del Fondo Estatal anticrisis a reparar aleros, cubiertas y pintar fachadas.
El PP acusa al alcalde de reducir Recimil a "un problema est¨¦tico" y se muestra partidario del derribo. Vecinos del barrio fundaron la Asociaci¨®n San Fernando para defender el patrimonio, temerosos de un derribo auspiciado por "las fabulosas posibilidades especulativas".
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