Nosferatu y el circo sin telara?as
Jes¨²s Silva, Suso, renueva el p¨²blico circense con un espect¨¢culo inspirado en los cl¨¢sicos del terror
Coge la inspiraci¨®n al vuelo, all¨¢ donde le viene. "Ayer, me pill¨® tirado en el suelo del cuarto de mi hija. Como se me acab¨® el papel, segu¨ª escribiendo en las baldosas". Hasta que lleg¨® Raquel, su mujer, y le ech¨® la bronca. Sara, de nueve a?os, complet¨® con dibujos la escena esbozada por pap¨¢ para su renovado Circo de los Horrores. Cuando Jes¨²s Silva, Suso, se enfrasca en algo, el resto del mundo desaparece. "Al cumplir los 37, Raquel me regal¨® mi primera videoconsola. Me enganch¨¦ tanto, que tuvo que decirme: 'Elige: o ella o yo". Ahora ve sus videojuegos en una pantalla de plasma de 50 pulgadas, en un sal¨®n enorme, ba?ado a raudales por la luz de una gran claraboya piramidal. "Las noches de lluvia, atruena, y las claras, se ve el firmamento". Junto a una pared est¨¢ el terrario de la boa albina, que se mueve placenteramente sobre el cuerpo de Raquel. El animal tambi¨¦n se lleva a las mil maravillas con Sara, que est¨¢ en el cole: "Cuando se la pone de bufanda, desaparece debajo de ella". Un videojuego de zombies, le dio otra idea: "Decid¨ª traerme a una tribu keniana de vud¨² acrob¨¢tico. No puedes entender a los j¨®venes sin jugar con la videoconsola". Para atraerlos, utiliza el cine. "No soy un fan¨¢tico del g¨¦nero de terror, pero s¨¦ que le encanta a ese p¨²blico de veinte a treinta a?os que no iba al circo ni de co?a". Su empe?o es quitarle las telara?as al arte de Barnum & Bailey. "El circo ha muerto, vamos a desenterrarlo", grita Nosferatu, el personaje que interpreta, al comienzo de la funci¨®n. Las m¨¢scaras de sus antagonistas, obra de ?lvaro Aguado, andan desperdigadas por el despacho que instal¨® en la estancia m¨¢s peque?a de su casa, en Godelleta, a treinta kil¨®metros de Valencia. "Tiene 300 metros cuadrados, y una parcela con piscina donde la boa bucea. La compr¨¦ con lo que me dieron por mi apartamento de M¨®stoles, en pleno bum inmobiliario. Es mi isla". En lo m¨¢s alto, junto al lucernario, ondea la bandera pirata. Una Betty Boop de metro y medio guarda la entrada. En las paredes, pintadas algunas de negro, hay fotos de genios del cine mudo. Una de las entradas de payasos m¨¢s celebradas de Suso Clown es, precisamente, la parodia sin palabras de un rodaje cinematogr¨¢fico: con ese personaje, obtuvo el Premio Nacional de Circo en 2003. "Emilio Arag¨®n, que es familia, me ayud¨® a crearlo, hace quince a?os". Suso debut¨® en el trapecio volante. "Pero me romp¨ª los talones de Aquiles y decid¨ª poner los pies en el suelo". Adem¨¢s del desembarco del Circo de los Horrores en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, la semana pr¨®xima, anda ahora preparando un circo cabar¨¦, a la manera del Teatro Chino de Manolita Chen.
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