Un juzgado reabre diligencias por prevaricaci¨®n urban¨ªstica en Nigr¨¢n
Est¨¢n acusados dos ex alcaldes, un ex concejal y seis t¨¦cnicos municipales
Una vecina de Chandebrito, Josefa Gallego, de origen catal¨¢n, est¨¢ poniendo en jaque a los responsables del urbanismo de Nigr¨¢n de los ¨²ltimos a?os. El 26 de marzo volvi¨® a prestar declaraci¨®n ante un juzgado de Vigo por orden de la Audiencia Provincial, que oblig¨® a reabrir su caso despu¨¦s de que el mismo juzgado lo archivara en dos ocasiones. Gallego acusa a dos ex alcaldes, un ex concejal de Urbanismo y seis t¨¦cnicos de prevaricaci¨®n y otros delitos por un asunto urban¨ªstico que comenz¨® por la disputa de unos cent¨ªmetros en una servidumbre de paso y que ha puesto en evidencia la absoluta falta de planificaci¨®n y disciplina urban¨ªstica en la citada parroquia de Nigr¨¢n. En medio, un episodio infernal, entre marzo y julio de 2001, que tambi¨¦n est¨¢ sometido a un lento proceso en los tribunales, con 35 vecinos en el banquillo.
Ilegalidad manifiesta en casas de la funcionaria que vigila el urbanismo
A la denunciante de las ilegalidades se le prohibi¨® entrar en el ayuntamiento
Josefa Gallego compr¨® en Chandebrito, parroquia que corona los montes de Nigr¨¢n, una casa que ocup¨® en 2000 con su pareja y sus dos hijas, de cinco y tres a?os. La familia cerr¨® la finca, hasta ese momento abierta, con un muro que dejaba una servidumbre de paso de 3,25 metros. Un vecino usuario de este paso, Manuel Fern¨¢ndez Rial, O Conde, reclam¨® cuatro metros de anchura y, tras varias denuncias en el ayuntamiento, consigui¨® la demolici¨®n parcial del muro y de un exceso de edificabilidad en la vivienda que Gallego estaba rehabilitando.
La mujer present¨® entonces al alcalde, a la saz¨®n Manuel Rial Cadaval, un fajo de fotograf¨ªas que ilustraban las ilegalidades de 22 viviendas de la parroquia "en id¨¦ntica o similar situaci¨®n" que la suya. El alcalde publicit¨® esa denuncia colectiva, en febrero de 2001, y el vecindario de Chandebrito se ech¨® a la calle, ante la casa de Josefa Gallego, para echar a la familia de la parroquia.
Fueron cinco meses, entre febrero y julio de 2001, de acoso infernal: pintadas, insultos, pedradas que rompieron ventanas, petardazos, c¨®cteles molotov que no llegaron a estallar, noches en vela y avizor, la familia aterrorizada en la vivienda, temiendo su asalto, y afuera, la frecuente presencia, de d¨ªa y de noche, de decenas de vecinos, de Chandebrito y de otras parroquias, vociferando amenazas e insultos, arrebatados y furiosos. La Guardia Civil tuvo que montar un dispositivo espec¨ªfico de vigilancia. "Por mis hijas, aquello no podr¨¦ perdonarlo jam¨¢s", afirma Josefa Gallego.
En Chandebrito nunca se ha perseguido a nadie por ninguna infracci¨®n urban¨ªstica. La diligencia municipal para actuar contra Josefa Gallego s¨®lo es explicable, seg¨²n cree, por el parentesco del Conde, su denunciante, con Carmen Iglesias Rial, funcionaria municipal encargada de instruir los expedientes de reposici¨®n de la legalidad urban¨ªstica. Ambos son cu?ados y Josefa Gallego recuerda con rabia, por su candidez, los primeros escarceos del conflicto, cuando, ignorante de ese parentesco, ella acud¨ªa al ayuntamiento para tratar de arreglar el asunto con la funcionaria. "Me atend¨ªa con una displicencia que yo no entend¨ªa", afirma.
Carmen Iglesias, natural de la parroquia, entr¨® en el ayuntamiento como auxiliar administrativa de la mano de otro alcalde que dej¨® huella, Avelino Fern¨¢ndez. Entre las ilegalidades urban¨ªsticas que afloraron con las fotograf¨ªas que present¨® Josefa Gallego, figuran las de la propia casa que se construy¨® la funcionaria en la parroquia. Iglesias y sus cu?ados tambi¨¦n se hicieron una casa en un solar verde que sac¨® a subasta el Ayuntamiento en primera l¨ªnea de Playa Am¨¦rica: el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia orden¨® demolerla en octubre pasado por exceso de edificabilidad.
Ninguno de los 53 expedientes de infracci¨®n urban¨ªstica de Chandebrito tuvo una ejecuci¨®n consiguiente. Por este motivo est¨¢ abierto un proceso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento. "Contra lo que piensan, yo no he denunciado a ning¨²n vecino por ese motivo, sino al Ayuntamiento por no cumplir sus propias resoluciones", precisa Josefa Gallego. Por tratar de activarlos y evitar que caducaran, le fue prohibido el acceso a las dependencias municipales.
La Audiencia Provincial reactiva ahora la querella por prevaricaci¨®n, presentada en paralelo, contra los dos ex alcaldes, Jos¨¦ Manuel Rial Cadaval y Alfredo Rodr¨ªguez Millares, el ex concejal de Urbanismo Carlos Quintas, y seis t¨¦cnicos municipales: Carmen Iglesias Rial, el arquitecto, el aparejador, el jefe de obras y otros dos funcionarios.
Este presunto delito se habr¨ªa producido "ante la negativa sistem¨¢tica y prolongada en el tiempo a abrir expedientes de reposici¨®n de la legalidad urban¨ªstica, omisi¨®n intencionada y deliberada en la tramitaci¨®n y resoluci¨®n de expedientes, dando lugar a su caducidad y omisi¨®n intencionada de la ejecuci¨®n de resoluciones firmes reca¨ªdas en algunos expedientes". La querella acusa a los mismos protagonistas de prevaricaci¨®n urban¨ªstica, falsedad documental y delito contra los derechos c¨ªvicos reconocidos en la Constituci¨®n. El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 8 de Vigo, dirigido por Ana Mar¨ªa Vidal Picacho, la hab¨ªa archivado en dos ocasiones sin practicar diligencias. El 26 de marzo otra juez empez¨® a tomar declaraci¨®n a los implicados.
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