"He aprendido a tener una jeta descomunal"
Pregunta. Presidente del Jurado del Festival de M¨¢laga. ?Aprovechar¨¢ para vengarse del poco ¨¦xito de Los cr¨ªmenes de Oxford en los Goya?
Respuesta. No, no, porque no creo que ninguno de los que presenten pel¨ªculas en M¨¢laga tenga la culpa de ello.
P. Ahora prepara La marca amarilla, un c¨®mic que vuelve al esquema de Los cr¨ªmenes... ?No se le ocurre nada m¨¢s?
R. Es una buena pregunta. Digamos que me gusta la aventura, los tebeos de aventuras. Llevo ocho a?os intentando hacer La marca amarilla.
P. ?Y no le sale?
R. No porque conseguir los derechos me llev¨® mucho tiempo. Y la pel¨ªcula es muy cara y muy dif¨ªcil. Rodaremos en enero, tras casi ocho meses de preproducci¨®n.
P. Achaca a los jesuitas su sentido de culpa. Algo habr¨¢ hecho.
R. Yo soy bastante culpable de un mont¨®n de cosas: pensar demasiado en m¨ª mismo, obsesionarme con mi trabajo. El mayor de mis pecados es intentar destruir la realidad.
P. Pues para provocar sentido de culpa, ir con pantaloncitos tiroleses al cole Divino Infante.
R. Espero que no haya fotos. Hay muchas cosas que han deteriorado mi car¨¢cter para siempre. Una de ellas es llevar pantalones tiroleses; otra, tener flequillo de peque?o.
P. Eso veo que se le ha pasado.
R. S¨ª. Creo que cuando tuve uso de raz¨®n me cort¨¦ el pelo. Luego, haber tenido grandes amigos en la universidad impidi¨® que leyera un mont¨®n de libros.
P. ?Mucho mus?
R. No. Recuerdo haberme emborrachado mucho de joven. Pero no lo echo de menos. Sigo emborrach¨¢ndome de mayor.
P. De ni?o debat¨ªa sobre c¨®mo torturar pulgas. ?D¨®nde le rehabilitaron?
R. Bueno, todos tenemos un componente de destrucci¨®n que puedes minimizar yendo al f¨²tbol o torturando pulgas. Lo hac¨ªa un amigo m¨ªo. Yo era espectador.
P. "Hacer cine es como follar". Por sus premios, tendr¨¢ cola.
R. Qu¨¦ va. Digamos que es una fanfarronada. Lo digo cuando me hablan de que soy n¨²mero uno en taquilla, o de las cr¨ªticas buenas o malas. No creo que nadie quiera espectadores que le aplaudan. Lo hacemos porque en s¨ª mismo satisface.
P. Las barbies y los payasos son dos de sus obsesiones. ?Se lo ha hecho mirar?
R. Es como para hac¨¦rselo mirar, s¨ª. Las barbies, no tanto. Pero tengo un problema con los payasos, porque creo que es un arquetipo que me define.
P. Casarse, como usted, en Las Vegas vestido de Elvis Presley ?es m¨¢s de gamberro o de macarra?
R. No lo s¨¦ [r¨ªe]. Es de alguien que intenta pas¨¢rselo bien desesperadamente.
P. Acaban de reeditar su novela Payasos en la lavadora, donde dice que su primer libro de poemas fue A tomar por culo. Delicado lirismo.
R. Es que en este momento me parece que el poeta o la poes¨ªa en s¨ª mismos son un acto absolutamente an¨¢rquico y contracultural. Por eso me interesa el payaso, porque se dedica profesionalmente a hacer el rid¨ªculo, cosa que me define. Pero qu¨¦ me dice de que haya todav¨ªa poetas... Es como ciencia ficci¨®n.
P. Dice ser muy mimoso. ?Panda, oso de peluche, oso en general?
R. Decir que me solidarizo con los osos tiene un componente sexual que me puede perjudicar.
P. Y a los osos, m¨¢s.
R. Bueno, los osos ya tienen su ambiente. Me gusta la ternura. Me gusta encajar en las curvas de las mujeres.
P. "Odio la salsa". No ser¨¢ la de mojar pan, a tenor de ese cuerpo serrano.
R. Me gustan el mambo y la rumba. Aunque, francamente, no se me da bien nada. Y eso incluye mi profesi¨®n. Con la edad, lo que se me da bien es esquivar.
P. Pues esquivando no encajar¨¢ en muchas curvas.
R. Depende de las de qui¨¦n. Pero, desde luego, son dos elementos contradictorios.
P. ?Qu¨¦ juguete echa de menos?
R. Los tebeos. El olor de los tebeos. Y la nueva pel¨ªcula creo que es un intento desesperado por recuperar sensaciones que tuve de peque?o.
P. ?A qu¨¦ ol¨ªan sus tebeos?
R. A barra de pan con mantequilla y az¨²car, a imprenta. El olor de la imprenta y del papel me enloquece. Pr¨ªncipe Valiente y Flash Gordon me parecen la cumbre de la creaci¨®n humana.
P. ?Hay algo que le mantenga en un sinvivir?
R. S¨ª, sobre todo personas. Y tambi¨¦n, la falta de indignaci¨®n de la gente. Me angustia que estemos viviendo aut¨¦nticas barbaridades y que a nadie le importe. Y, probablemente, yo sea uno de ellos [carcajada].
P. Un morro que se lo pisa.
R. Es de las pocas cosas que se aprenden. He aprendido a tener una jeta descomunal y a ser un gran hip¨®crita.
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