90 a?os de leyenda en movimiento
Nueva York celebra este jueves el cumplea?os y el genio del gran core¨®grafo Merce Cunningham - ?ste asistir¨¢ en silla de ruedas al estreno de 'Nearly ninety'
Noventa a?os dan para mucho, pero a veces no bastan. "No son suficientes. Siempre quedan cosas por hacer, por descubrir...". El core¨®grafo Merce Cunningham (Centralia, Washington, 1919) habla en su escuela, con un hilo de voz desde una silla de ruedas. A ella qued¨® postrado su cuerpo hace dos a?os, cuando la vejez y los achaques pudieron m¨¢s que la voluntad de un artista extraordinario cuya vida se ha centrado en explorar el movimiento.
Sentado en ella y rodeado de viejos amigos como el pintor Jasper Johns, asistir¨¢ el jueves al estreno de Nearly ninety, su montaje m¨¢s reciente, concebido para conmemorar su 90? cumplea?os. Ser¨¢ en la sala BAM de Brooklyn, en Nueva York. Y el montaje llegar¨¢ a Madrid el 30 de abril, un mes de gran agitaci¨®n en el universo Cunningham en Espa?a. La editorial barcelonesa Global Rhythm Press inaugura una colecci¨®n sobre baile con El bailar¨ªn y la danza, un libro de entrevistas con el core¨®grafo estadounidense.
En la velada de Brooklyn tambi¨¦n habr¨¢ ciertas y brillantes ausencias, como las del compositor John Cage o la del pintor Robert Rauschenberg, ambos fallecidos. Su encuentro con Rauschenberg, a quien conoci¨® en el m¨ªtico Black Mountain College de Carolina del Norte a finales de los 40, se transformar¨ªa en una larga historia de colaboraciones profesionales, referentes imprescindibles en las artes del siglo XX.
En Nearly ninety se mezclan, junto a los bailarines de la Merce Cunningham Company, el m¨²sico de Led Zeppelin John Paul Jones, la banda de rock Sonic Youth, la escenograf¨ªa de la arquitecta Benedetta Tagliabue, videomontajes del catal¨¢n Franc Aleu, vestuario de Romeo Gigli y la iluminaci¨®n de Brian McDevitt. "Trabajar con otros artistas aumenta las posibilidades que ofrece el azar. Piensan cosas que yo no he pensado, por lo que todo crece. Y ninguno sabe realmente qu¨¦ va a ocurrir hasta el estreno".
Influido por las teor¨ªas sobre el azar que John Cage (su pareja durante d¨¦cadas) absorbi¨® de la filosof¨ªa zen, Cunningham transform¨® su pasi¨®n por la danza y su amor por el movimiento en lugar de encuentro entre todas las artes. Invit¨® a trabajar con ¨¦l a creadores de todas las ramas dejando en manos de la suerte el encuentro entre el baile, la m¨²sica, la escenograf¨ªa o la iluminaci¨®n. Al contrario de lo que dictaba la tradici¨®n cor¨¦utica. Eso s¨ª, el control t¨¦cnico de sus bailarines es esencial, "sin ¨¦l no es posible explorar todas las posibilidades que ofrece el movimiento".
El core¨®grafo recibi¨® a EL PA?S tras impartir una clase a golpe de bast¨®n en su legendaria escuela Merce Cunningham Studio, situada en un lugar casi tan excepcional como ¨¦l, en el Westbeth Artist Housing, un edificio en el coraz¨®n del barrio West Village creado en los sesenta para que los artistas pudieran tener residencia y estudios a precios de saldo. Un lugar en peligro de extinci¨®n en el Manhattan avaro del XXI en cuyas instalaciones a?ejas se deja sentir la dureza econ¨®mica de una profesi¨®n, la danza, que dif¨ªcilmente enriquece a quienes la practican. Incluso aunque ese alguien sea un hombre que desafi¨® al establishment de su profesi¨®n con propuestas que al principio nadie entendi¨® y que hoy son mundialmente reconocidas. "Fue muy duro", recuerda sin amargura.
Para Cunningham, el encuentro con John Cage, Rauschenberg, Johns y otros creadores fue fundamental. "Buscaban otras formas de expresi¨®n, y eso me empuj¨® a hacer lo mismo en mi campo. Adem¨¢s, hoy el mundo ha cambiado mucho. La idea de continuidad narrativa que exist¨ªa en los cincuenta se ha transformado. Primero fue la televisi¨®n y ahora Internet. Estamos acostumbrados a las interrupciones, a saltar de una cosa a otra, por eso lo que hago ahora se entiende mejor".
El azar y lo inesperado tambi¨¦n ha formado parte de su vida. Aunque hace a?os que su existencia no se rige por el Libro de las mutaciones (I Ching), compendio de sabidur¨ªa confuciana. "Pesa demasiado para llevarlo a todas partes", comenta socarr¨®n. "Pero el azar siempre ha sido esencial. A veces no he podido tomar decisiones y he optado por tirar una moneda al aire y seguir lo que ella ha dicho. Es liberador, porque al dejar que sea otra cosa la que decide por ti, tu vida entra en caminos inesperados".
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