Trillo moviliz¨® al Estado para intentar anular el 'caso Yak'
El PP trat¨® de declarar ilegal la pruebaclave tras perder las elecciones de 2004
El juicio por las falsas identificaciones de las v¨ªctimas del accidente del Yak-42, que hoy se reanuda en la Audiencia Nacional, nunca se habr¨ªa celebrado si hubieran tenido ¨¦xito las maniobras del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo. Incluso despu¨¦s de perder las elecciones generales de 2004, con el Gobierno Aznar en funciones, los responsables del PP movilizaron al aparato del Estado para intentar anular la prueba clave del proceso que ahora se ventila ante los tribunales: el acta que demuestra que las autoridades turcas entregaron a la delegaci¨®n del Ministerio de Defensa espa?ol, encabezada por el general Vicente Navarro, 32 cad¨¢veres identificados y 30 sin identificar. Y que Navarro se comprometi¨® a identificar a estos ¨²ltimos en Espa?a.
Llegan a Madrid dos forenses turcos a los que el tribunal no quiere escuchar
El acta fue publicada el 2 de marzo de 2004 por EL PA?S y El Heraldo de Arag¨®n. A pesar de que el Ministerio de Defensa jam¨¢s hab¨ªa reconocido su existencia y de que Navarro asegur¨® no haberse tra¨ªdo copia del mismo, el Gobierno difundi¨® esa misma madrugada una nota en la que calificaba el documento de "preliminar y parcial" y acusaba a los periodistas de tergiversarlo.
Ese mismo d¨ªa, el n¨²mero tres de Trillo, Javier Jim¨¦nez-Ugarte, remiti¨® una carta a las familias en la que tildaba la noticia de "campa?a sensacionalista y cruel hacia el dolor de los parientes de las v¨ªctimas". Y a?ad¨ªa: "Sin duda, responde a los momentos electorales que vive nuestro pa¨ªs".
Cuando Trillo se convenci¨® de la inutilidad de negar la evidencia, inici¨® otra estrategia: tratar de anular legalmente el acta, para impedir que pudiera presentarse ante la Justicia espa?ola, como efectivamente sucedi¨®.
El 24 de marzo de 2004 [y no de 2003 como consta por error en la car¨¢tula] el secretario general de Pol¨ªtica de Defensa, Jim¨¦nez-Ugarte, remiti¨® un Fax al embajador de Espa?a en Ankara, Manuel de la C¨¢mara, en el que le recordaba: "Sigo pendiente de los dos temas que coment¨¦ con el c¨®nsul en Estambul: legalidad de la entrega del acta sobre identificaci¨®n de cad¨¢veres incluida en el sumario secreto sobre la investigaci¨®n del accidente y normativa nacional turca que hubiese sido violada por una entrega precipitada de cad¨¢veres insuficientemente identificados por no haberse procedido a las pruebas de ADN".
Un informe del embajador De la C¨¢mara, en poder de EL PA?S, revela que, en marzo de 2004, consult¨® efectivamente al Ministerio de Justicia turco la legalidad de la entrega del acta, que hab¨ªa realizado el fiscal de Ma?ka, a la letrada Belkis Baysal, representante en Turqu¨ªa de las familias espa?olas.
"El Ministerio de Justicia turco manifest¨® que consideraba v¨¢lida la entrega en aplicaci¨®n de la ley de Procedimiento Criminal de Turqu¨ªa. Afirmaba que los que tienen derecho a estar presentes en el procedimiento de examen de cad¨¢veres tienen derecho a obtener una copia de las actas", explica el informe.
La Embajada no se content¨® con esa respuesta. Contrat¨® a un despacho de abogados, Oz & Oz, (el documento no detalla el coste), seg¨²n el cual "la entrega de copias de las actas a la abogada Baysal fue irregular", pues en Turqu¨ªa no hab¨ªa ning¨²n procedimiento penal abierto.
El asunto lo zanj¨® la Asesor¨ªa Jur¨ªdica del Ministerio de Defensa, que en un informe explic¨® que, "aunque la obtenci¨®n de los documentos hubiera sido irregular [en Turqu¨ªa], ello no afectaba a su validez en posibles procedimientos judiciales [en Espa?a]". Es decir, el acta no pod¨ªa anularse como prueba ante los tribunales espa?oles, por lo que toda la maniobra puesta en marcha carec¨ªa de inter¨¦s.
A la vista de este chasco, Trillo busc¨® otra estrategia: echarle la culpa a los forenses turcos. La Embajada en Ankara encarg¨® otro informe al bufete Oz & Oz (de nuevo se ignora la minuta) que subrayaba el incumplimiento del Acuerdo sobre Traslado de Cad¨¢veres, que exige un salvoconducto mortuorio. No obstante, el mismo informe advert¨ªa de que los turcos hab¨ªan cedido, a petici¨®n espa?ola, la responsabilidad sobre la custodia y traslado de los cad¨¢veres. Por tanto, la culpa no pod¨ªa ser suya.
Jim¨¦nez-Ugarte viaj¨® a Turqu¨ªa el 9 de marzo y se reuni¨® con el jefe del Instituto de Toxicolog¨ªa de Estambul, Keramettin Kurt, a quien intent¨® convencer de que los forenses turcos asumiesen la responsabilidad de las 30 identificaciones err¨®neas. Se neg¨® de plano.
Dos de estos forenses -que el d¨ªa del siniestro se trasladaron desde Estambul a Trabzon para dirigir las autopsias-, B¨¹lent Sam y Omer Muslumanoglu, llegaron anoche a Madrid atendiendo a la demanda de la asociaci¨®n que agrupa a la mayor¨ªa de las familias de las v¨ªctimas del siniestro. Su esperanza es que el tribunal, que preside el magistrado Javier P¨¦rez Berm¨²dez, cambie de criterio y les permita finalmente declarar.
En varias entrevistas, estos forenses han revelado que se comunicaban con Navarro en ingl¨¦s, que ¨¦ste era plenamente consciente de que se llevaba 30 cad¨¢veres sin identificar y que les confes¨® que ten¨ªa prisa porque se preparaba una ceremonia militar en Madrid.
El tribunal rechaz¨® estos testimonios por considerarlos innecesarios y s¨®lo admiti¨® los de F¨¢tima Mukaddes, que cotej¨® muestras de ADN en el laboratorio de Estambul; y de dos de los forenses de Trabzon, Mustafa G¨¹nd¨¹z y B¨¹lent Savran, quienes seg¨²n sus colegas turcos tuvieron un papel menos relevante. Est¨¢ previsto que los tres declaren hoy por videoconferencia.
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