Decepcionante despedida
El Villarreal no ofrece resistencia alguna a un Arsenal superior de principio a fin
El Villarreal no ofreci¨® ninguna resistencia en el Emirates Stadium. Sali¨® vencido y se march¨® como hab¨ªa venido. A pesar de las arengas previas de su entrenador, Manuel Pellegrini, que contribuy¨® al desastre. Ante las bajas de sus dos jugadores m¨¢s relevantes, Senna y Cazorla, el t¨¦cnico chileno busc¨® una soluci¨®n muy discutible -preferir a Mati Fern¨¢ndez antes que a Ibagaza- que acab¨® por descolocar a su equipo. El resultado fue decepcionante. El Villarreal nunca dio la sensaci¨®n de poder ganar. El Arsenal ni siquiera necesit¨® la mejor versi¨®n de su capit¨¢n, Cesc, muy impreciso en los pases. Para variar. Le bastaron la habilidad de Walcott, la potencia de Adebayor y la ambici¨®n de su entrenador, Ars¨¨ne Wenger. Es el triunfo de un modelo apasionante: la b¨²squeda del ¨¦xito a trav¨¦s del espect¨¢culo que ofrecen los j¨®venes talentos al servicio del mayor impulsor del f¨²tbol de base. La mezcla perfecta entre la formaci¨®n de futbolistas y las incursiones entre la ¨¦lite, en su segunda visita a las semifinales de la Champions tras la final perdida ante el Bar?a en 2006. La diferencia entre el cuarto clasificado de la Liga inglesa y el quinto de la espa?ola es la que se vio ayer en Londres.
ARSENAL 3 - VILLARREAL 0
Arsenal: Fabianski; Ebou¨¦, Tour¨¦, Silvestre, Gibbs; Walcott (Denilson, m. 77), Cesc, Song, Nasri; Van Persie (Diaby, m. 77) y Adebayor (Bendtner, m. 82). No utilizados: Szczesny; Sagna, Ramsey y Vela.
Villarreal: Diego L¨®pez; ?ngel, God¨ªn, Gonzalo, Capdevila; Cani (J. Pablo, m. 70), Eguren, Bruno (Nihat, m. 63), Mati Fern¨¢ndez (Ibagaza, m. 63); Pir¨¨s y Rossi. No utilizados: Viera; J. Venta, Fuentes y Llorente.
Goles: 1-0. M. 10. Walcott, en una vaselina, tras un pase de tac¨®n de Cesc. 2-0. M. 59. Adebayor, tras un gran centro de Van Persie. 3-0. M. 68. Van Persie, de penalti.
?rbitro: Wolfang Stark (Alemania). Expuls¨® a Eguren (m. 67) y amonest¨® a Silvestre, Cani y God¨ªn.
Emirates Stadium: 60.000 espectadores.
Pellegrini contribuy¨® al desastre al alinear a Mati Fern¨¢ndez en vez de a Ibagaza
Wenger redobl¨® la apuesta ofensiva respecto a la ida en El Madrigal. Van Persie se situ¨® en la media punta con la misi¨®n de lanzar la locomotora de Adebayor y acompa?ar los ataques fulminantes de Walcott por la derecha. Al extremo internacional ingl¨¦s le sobraba cintura y velocidad para desplumar a Capdevila, pero es que, adem¨¢s, contaba con la ayuda del lateral Ebou¨¦, que le desdoblaba con asiduidad. Sin la ayuda de Pir¨¨s, que no est¨¢ para estos trotes, Capdevila era una v¨ªctima inevitable. De un pase frontal de Ebou¨¦, precisamente, lleg¨® el primer tanto de los gunners. Lo dej¨® pasar Cesc en un gesto instintivo que dej¨® solo a Walcott ante Diego L¨®pez. La preciosa cuchara de Walcott super¨® por arriba al alt¨ªsimo portero. El chico bueno del f¨²tbol ingl¨¦s empieza a madurar y se le augura una progresi¨®n imparable. Adem¨¢s del talento, que tambi¨¦n tuvieron otros ni?os prodigio como Gascoigne o Rooney, Walcott lleva una vida moderada y saludable, muy alejada de la tendencia a los excesos de aqu¨¦llos. S¨®lo la contundencia de Gonzalo y la seguridad de Diego L¨®pez evitaron un descalabro precipitado.
El Villarreal fue un equipo sin alma de principio a fin de la primera parte, desamparado por las ausencias de sus dos centrocampistas de mayor personalidad, Senna y Cazorla. Lo llevaba escrito en la frente y nunca crey¨® realmente en la posibilidad de remontar. Al desconcierto contribuy¨® Pellegrini. No es que tuviera mucho donde elegir, pero s¨ª pareci¨® una frivolidad dejarse en el banquillo a Ibagaza, el mejor del choque de El Madrigal. Prefiri¨® a Mati Fern¨¢ndez en algo muy parecido a la obcecaci¨®n. El chileno insiste en alinear a su compatriota a pesar de que ¨¦ste le responde con una actuaci¨®n cada vez peor que la anterior. En medio de la mediocridad, s¨®lo Pir¨¨s aport¨® alg¨²n detalle para la esperanza. Pese a los achaques de la edad, el medio franc¨¦s sigue teniendo el f¨²tbol en la cabeza. Le sobra clase para enviar el bal¨®n donde m¨¢s le conviene a su equipo.
Hab¨ªa tres suplentes en la defensa de los gunners, Ebou¨¦, Silvestre y Gibbs, adem¨¢s del meta Fabianski, pero el Villarreal ni siquiera los prob¨®. Imposible que lo hiciera Rossi, maltratado a pelotazos por sus compa?eros, despiadados ayer con el delantero italiano. El Arsenal se repleg¨® en el arranque a la espera de un hachazo que rematara la eliminatoria. Lo dieron Van Persie y Adebayor. El holand¨¦s sirvi¨® a la izquierda y el togol¨¦s dispar¨® cruzado, con el exterior del pie derecho, a gol. La agilidad y la coordinaci¨®n de Adebayor desmienten sus casi dos metros de estatura.
S¨®lo entonces reaccion¨® Pellegrini, que dio paso a Ibagaza y Nihat. Pero entonces el equipo ya estaba desquiciado. Lo empeor¨® el juez de l¨ªnea cuando entendi¨® que una entrada de God¨ªn a Walcott hab¨ªa sido penalti. No lo pareci¨®, pero de las protestas Eguren result¨® expulsado y la eliminatoria sepultada. El Emirates disfrut¨® un buen rato del triunfo de su joven equipo y el Villarreal s¨®lo esper¨® marcharse sin m¨¢s magulladuras de las muchas recibidas. Lo consigui¨® al menos. Y se march¨® con la sensaci¨®n de que su segunda Champions, tan bonita hasta ayer, le ha pasado una enorme factura en forma de lesiones. Y ha demostrado las limitaciones de una plantilla demasiado corta.
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