?Una chica normal?
Viste pantal¨®n y camiseta. Carga una mochila con el ordenador port¨¢til dentro. Una estampa normalita, en una chica de su edad, s¨®lo rota por unos enormes ojos verdes que miran con curiosidad cuanto la rodea.
- Mi familia es normal y corriente. Somos tan normales, que aburrimos.
Elena Medel lo dice con naturalidad. Las apariencias indican que, en efecto, estamos ante una joven normal, del mont¨®n.
Pero no es as¨ª.
Atiendan: ?es normal escribir a los 13 a?os un poema dedicado a la escritora jud¨ªa Ir¨¨ne N¨¦mirovsky en el que se lee este verso: Yo soy Danielle Darrieux tir¨¢ndose a un ministro nazi, y adem¨¢s ganar un premio?
?Es normal escribir a los 19 a?os nac¨ª para llorar la muerte de otros, en su tercer libro de poemas?
"Me han regalado m¨¢s libros que juguetes. Yo no era muy de mu?ecas"
"Tengo un poema sobre Casillas, al que he convertido casi en mito griego"
?Es normal rebuscar entre los libros de saldo del Pryca y saltar de alegr¨ªa cuando encuentras el poemario Blues castellano de Antonio Gamoneda y m¨¢s tarde bajar a desayunar en pijama en la Residencia de Estudiantes y darse de bruces con el premio Cervantes?
?Es normal tener obra traducida al ¨¢rabe, ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano y portugu¨¦s y dar recitales de poes¨ªa en Brasil, Colombia, Italia, Marruecos y Palestina sin haber cumplido los 24 a?os?
No lo es. No es normal.
?Cu¨¢les son las razones de este prodigio?
La primera, su familia. De clase "media media". El padre trabaja en una copister¨ªa. La madre es administrativa, ahora en paro. Pero en la casa hay muchos libros. Al padre le gusta la historia y la ni?a Elena, la mayor de dos hermanas, se aficion¨® pronto a la lectura.
- Mis padres han sido muy generosos conmigo. Me han regalado m¨¢s libros que juguetes. Yo no era muy de mu?ecas.
?No jugaba entonces? S¨ª: "Yo era muy sociable, pero en vez de estar cinco horas en la calle, estaba dos". El resto, lo dedicaba a la lectura. "He le¨ªdo mucho. Escribo porque leo", resume.
As¨ª era. Desde que ten¨ªa seis o siete a?os y le alcanza la memoria, emborronaba papeles con cuentos que recreaba. "Los escrib¨ªa en hojas de cuadernos de rayas, los grapaba y los regalaba". Su madre los conserva como una reliquia.
La segunda influencia recibida ha sido de las mujeres que la han rodeado. Su madre, sus dos profesoras, Leonor y Rosa, que "me descubrieron la literatura". Y sobre todo, su abuela, Pepita.
- Todas me educaron en la curiosidad, en querer saber, querer aprender, querer formarme.
Algunos de los papeles que emborronaba, los enviaba a concursos literarios. El primer premio lo gan¨® en Mairena, un pueblo del Aljarafe. Era un relato largo, de car¨¢cter hist¨®rico. Siguieron cientos de poemas. Cuando pens¨® que ten¨ªa un libro, lo mand¨® al Instituto de la Juventud.
El primer poema que escribi¨® para ese libro, Mi primer Bikini, era precisamente el dedicado a la ucraniana Ir¨¨ne N¨¦mirovsky, muerta de tifus en Auschwitz. Otra escritora precoz como ella, autora de El baile, obra llevada al cine e interpretada por una adolescente francesa de 14 a?os, Danielle Darrieux.
Ten¨ªa 16 a?os. Hab¨ªa tardado tres en completar el poemario. Estaba en primero de bachillerato y una llamada telef¨®nica cambi¨® su vida: hab¨ªa ganado el premio. No estaba dotado econ¨®micamente, pero fue publicado. Los grandes medios nacionales rese?aron la opera prima de la joven cordobesa. "Pop en escabeche", titul¨® Babelia (EL PA?S).
Un libro en el que se mezclan personajes de su infancia, de la tele y de la m¨²sica: el ratoncito P¨¦rez, Heidi, Bart Simpson o Gloria Gaynor.
Elena hab¨ªa bebido en las fuentes de G¨®ngora, de Lorca y de su paisano Garc¨ªa Baena.
Hab¨ªa ido a un taller de escritura en C¨®rdoba. ?Eso es suficiente para ser un buen poeta? ?Nace o se hace? Ella mismo, hablando de Cernuda, hab¨ªa escrito: "en un poeta influye la tierra en la que camina y tropieza". Pero a ella no le ha influido tanto su tierra, C¨®rdoba, como su tiempo. Fruto de sus m¨²sicas, (Joy Division, Alanis Morissette) y de sus lecturas (Benjam¨ªn Prado), es su segundo poemario, Vacaciones (El Gaviero 2004).
La muerte de su abuela iba a marcar su tercer libro, Tara. Una profunda reflexi¨®n sobre la mujer, el dolor y la muerte: "La noche de tu muerte / Dios acribillaba a gargajos el cristal de mi ventana".
- Me costaba tanto asimilar su muerte, que ten¨ªa que explicarlo de alguna manera. Y la mejor v¨ªa era la poes¨ªa.
Pero la vida sigue a la muerte. Ahora disfruta de su beca en la Residencia de Estudiantes, el m¨ªtico centro por el que ha pasado lo mejor de la intelectualidad de comienzos del pasado siglo: Lorca, Dal¨ª, Bu?uel. Y se adentra en las p¨¢ginas de una novela que se desarrolla en un entorno rural.
Pero no todo es leer y escribir. Elena es tambi¨¦n una agitadora cultural. Da recitales de poes¨ªa y organiza lecturas. Comparte con su amiga Alejandra Vanesa la responsabilidad de La Bella Varsovia, un colectivo cultural que edita libros y promueve actos culturales. De poes¨ªa o de f¨²tbol. ?F¨²tbol? ?Se puede hacer poes¨ªa con el f¨²tbol?
- Sobre el f¨²tbol no lo s¨¦. Pero tengo un poema sobre Iker Casillas, al que he convertido casi en mito griego.
Los grandes ojos verdes de Elena se iluminan en el atardecer cordob¨¦s. Fan total del portero del Real Madrid, dice: "No s¨¦ si me gustar¨ªa conocerlo, porque me podr¨ªa portar de una manera..., que me dejar¨ªa a m¨ª misma por los suelos".
Menos mal que su novio, Jos¨¦ Antonio, un estudiante de Empresariales, es tambi¨¦n del Madrid, "porque si no, hubi¨¦ramos tenido un serio problema".
Un punto de normalidad, este del f¨²tbol. Aunque hay otros datos que desconciertan: no sabe conducir ni le interesa; no sabe montar en bicicleta, pero escribe art¨ªculos en defensa del carril-bici; no va a la playa, ni a la piscina, ni se ha puesto jam¨¢s un bikini. Aunque comenz¨® su carrera literaria con un libro llamado Mi primer bikini.
?Verdad que no es normal?
"Hay un machismo inconsciente"
En la primera gran antolog¨ªa de la literatura espa?ola moderna, hecha en 1932 por Gerardo Diego, no hab¨ªa ni una mujer. Los 17 nombres que aparec¨ªan, eran hombres. La plana mayor de la Generaci¨®n del 27. ?Han cambiado mucho las cosas?
- La mayor¨ªa de los editores son hombres, y por ello les cuesta entrar en afinidad con la poes¨ªa que hace una mujer.
Pero Elena Medel, con tres libros de poemas y dos cuadernos editados, se muestra convencida de que "las mujeres est¨¢n innovando m¨¢s el panorama po¨¦tico que los hombres". A falta de un par de semanas para cumplir los 24 a?os, esta poetisa y estudiante de Filolog¨ªa, decidi¨® convertirse en editora virtual a trav¨¦s de La Bella Varsovia. "Estamos recibiendo muchas cosas interesantes, la mayor¨ªa de mujeres".
?Entonces, por qu¨¦ publican menos? Dice Elena:
- Por un machismo inconsciente, que son esas afinidades que se establecen entre el editor y el autor.
A pesar de todo, la presencia de mujeres en el panorama po¨¦tico es cada vez mayor. Adem¨¢s, aportan nuevos temas. Y cuando vuelven "a los temas de siempre, el amor, la muerte, el tiempo, tienen una mirada m¨¢s fresca".
?Se reconoce este m¨¦rito? "A veces, en recitales, conferencias, mesas, publicaciones y talleres he sentido que soy una cuota, ese tanto por ciento m¨ªnimo para justificar que no todos son hombres".
Se queja de que muchas veces "no te tomaban muy en serio, cuando ten¨ªas un trabajo igual de riguroso y con las mismas horas empleadas".
Pero conf¨ªa en que las nuevas generaciones, la nacida en los a?os 80, ir¨¢n conquistando nuevos espacios y normalizando la situaci¨®n. Las futuras poetisas podr¨¢n cantar este verso de Bellum Jeans:
- Hoy, por fin, descubro que tengo buena suerte.
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