Palabras mayores
Un vendaval de belleza se apoder¨® del Real con la llegada de Il ritorno d'Ulisse in patria, obra maestra del Monteverdi de madurez, en la que se recrean con una intensidad po¨¦tica excepcional algunos de los grandes temas de la tragedia griega -la anagn¨®risis, el dolor, la fidelidad, la venganza, la fortuna, la ausencia- extra¨ªdos por el libretista Giacomo Badoaro fundamentalmente de La Odisea de Homero. La tragedia griega tamizada por el filtro italiano del "recitar cantando" y la "teor¨ªa de los afectos" monteverdianos produce unos resultados art¨ªsticos de alto voltaje emocional. La palabra se reivindica, en estos a?os de los or¨ªgenes de la ¨®pera, a cotas de extraordinaria importancia y sensibilidad. La m¨²sica acompa?a con una enorme intencionalidad expresiva, y ella misma es teatro y participa en el desarrollo del drama. La trilog¨ªa monteverdiana se est¨¢ convirtiendo en una de las apuestas fundamentales de la programaci¨®n del Real. Es importante mirar hacia lo m¨¢s reciente pero tanto o m¨¢s no olvidar las ra¨ªces.
IL RITORNO D'ULISSE IN PATRIA
De Claudio Monteverdi. Orquesta Les Arts Florissants. Director musical: William Christie. Director de escena: Pier Luigi Pizzi. Con Kobie van Rensburg, Christine Rice, Cyril Auvity, Umberto Chiummo, Joseph Cornwell, Juan Sancho, Xavier Sabata, Marina Rodr¨ªguez- Cus¨ª y Luigi De Donato, entre otros. Teatro Real, Madrid, 17 de abril.
La pareja William Christie- Pier Luigi Pizzi afronta el desaf¨ªo con una calidad art¨ªstica fuera de serie. En particular la direcci¨®n de Christie al frente de Les Arts Florissants es ejemplar y ayuda a comprender en profundidad los primeros pasos del g¨¦nero l¨ªrico, en un momento de transici¨®n entre el Renacimiento y el Barroco, entre el paso de las salas privadas aristocr¨¢ticas a los teatros p¨²blicos, entre el cambio de liderazgo de Florencia a Venecia. Christie recrea la obra con una admirable tensi¨®n afectiva, la salpica de infinidad de detalles t¨ªmbricos, la enriquece con un continuo mimo a los cantantes, la multiplica con una expresividad brillante y a la vez sobria. La orquesta responde a las mil maravillas y los cantantes se dejan llevar por la solidez musical y conceptual del maestro ofreciendo una actuaci¨®n equilibrada.
Al sosiego y serenidad de la representaci¨®n contribuye el planteamiento teatral y escenogr¨¢fico del humanista Pizzi: contenido en los momentos de mayor carga tr¨¢gica; con sentido de la medida en las situaciones c¨®micas; diferenciando con nitidez las escenas de dioses y las a ras de tierra, colorista desde una visi¨®n culta de la Historia. El ¨¦xito fue absoluto.
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