"En la financiaci¨®n no ceder¨¦ ante el PP, lo primero es Galicia"
"Los padres dir¨¢n sus preferencias de idioma y nosotros decidiremos seg¨²n los recursos educativos disponibles"
Sobre la mesa de su despacho en la sede del PP de Galicia, en Santiago, hay un ejemplar de Reinventar el Estado del bienestar. La experiencia de Suecia, una obra del chileno exiliado en el pa¨ªs escandinavo Mauricio Rojas, editado por la FAES y con pr¨®logo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. La entrevista comienza a las 14,30 horas del pasado viernes, y Alberto N¨²?ez Feij¨®o (Os Peares, 1961) todav¨ªa no ha comido. Dos horas despu¨¦s, cuando los periodistas dejan su depacho, entran varios dirigentes del PP de Argentina. Parece obvio que se queda sin almuerzo, como le ocurre a menudo desde que gan¨® las elecciones auton¨®micas. La noche siguiente al triunfo, comi¨® un pepito de ternera, camino de Madrid, en un bar de carretera, acompa?ado de su novia, Chinny G¨¢mir, y de su ch¨®fer. El d¨ªa de su investidura, pas¨® el mediod¨ªa con un s¨¢ndwich que pidi¨® en la cafeter¨ªa del Parlamento.
"Hay que aprovechar las posibilidades de la costa edificando con sensibilidad"
"Gallard¨®n, Aguirre y yo sabemos que el triunfo es del PP de Galicia y de Rajoy"
"No hay gesti¨®n p¨²blica o privada, sino eficiente o ineficiente"
"Quiero decirle a la gente lo que cuesta la Cidade da Cultura cuando lo sepa"
"No creo en la subvenci¨®n, sino en la ayuda para competir"
Es la v¨ªspera de la toma de posesi¨®n y el nuevo presidente acent¨²a el aura de misterio que rodea la lista de su Gobierno. Incluso ante sus colaboradores, Feij¨®o evita dar la menor pista a la espera de hacer p¨²blico hoy el gabinete. Admite que se le ha visto muy circunspecto desde la misma noche electoral y se justifica: "No me gusta exteriorizar las emociones, forman parte de la intimidad". Tambi¨¦n confiesa que ha refrenado la euforia porque desde el 1-M ha encontrado el mismo estado de ¨¢nimo en todos los sectores econ¨®micos con que ha hablado: "S¨®lo me dan malas noticias".
Pregunta. Durante a?os fue un gestor sin perfil pol¨ªtico. ?Hab¨ªa una ambici¨®n pol¨ªtica oculta o le fue surgiendo?
Respuesta. S¨ª, la hab¨ªa. Cuando los viernes me gustaba m¨¢s ver La Clave de Balb¨ªn que ir a tomar un gin tonic, o cuando escuchaba en la Transici¨®n los debates de Su¨¢rez, Gonz¨¢lez, Fraga o Carrillo es porque hay un inter¨¦s detr¨¢s. Siempre me gust¨® la palabra. Es el patrimonio m¨¢s importante de una persona. El azar quiso que me metiese a la gesti¨®n con perfil pol¨ªtico y, despu¨¦s de pensarlo, y de haber trabajado durante diez a?os como alto cargo, y de conocer a personajes claves de mi vida pol¨ªtica como Romay, Cascos y Fraga, que son el PP desde sus or¨ªgenes, pues me decid¨ª y me afili¨¦. Luego conoc¨ª a las generaciones posteriores, como Rajoy y Gallard¨®n.[TEX]P. Usted cultiva la imagen de una persona sin mucho peso ideol¨®gico detr¨¢s. Lo ha dicho en la campa?a, recuerda a menudo que en 1982 vot¨® al PSOE...
R. En los ¨²ltimos a?os hemos visto una convergencia en las ideolog¨ªas. Yo no creo en la derecha y en la izquierda, no s¨¦ qu¨¦ es lo que marca una y otra. Creo en una pol¨ªtica de reforma constante. Cuestiones ¨¦ticas aparte, que se pueden concretar en tres o cuatro puntos, la pol¨ªtica es amar la libertad de la gente para que puedan decidir su vida personal y sus derechos civiles y creer en el trabajo. No creo en que a nadie se le regale nada. No creo en la subvenci¨®n, sino en la ayuda para competir. No creo en la subvenci¨®n para mantener una empresa por debajo del mercado y s¨ª creo en la solidaridad. Me forj¨¦ en la sanidad p¨²blica y una de las grandes cosas que tiene este pa¨ªs es que cuando una persona sufre un problema f¨ªsico, no tiene nada que ver la cuenta corriente en la deriva de su enfermedad. Esa solidaridad es fundamental. Creo que lo p¨²blico puede ser eficiente y que la diferencia entre lo p¨²blico y lo privado es m¨¢s dial¨¦ctica que otra cosa: hay que garantizar la eficiencia del servicio. Contribuir a que toda la gente tenga las mismas oportunidades en sanidad, educaci¨®n y servicios sociales. ?sa es la ideolog¨ªa del siglo XXI.
P. El PP se ha dividido hist¨®ricamente en conservadores, democristianos y liberales. ?Alguna de esas etiquetas le define?
R. Igual no existe la m¨ªa. Creo en el reformismo, que significa preferir el pacto al dogma y el acuerdo a la divisi¨®n.
P. ?Cu¨¢l es la primera medida que va a llevar al Consello de la Xunta?
R. Les pedir¨¦ a los conselleiros que me traigan un plan de austeridad en un plazo razonable. Me temo que los ingresos se est¨¢n desplomando. Hemos de ver el dinero que tenemos y las prioridades para empezar de cero. Pedir¨¦ la modificaci¨®n del impuesto de transmisiones y actos jur¨ªdicos documentados en los cien primeros d¨ªas. Y he de mantener el veto a la construcci¨®n en el litoral porque lo que quiero es ordenarlo, sin m¨¢s improvisaciones. Esas tres medidas las llevar¨¦ al primer Consello.
P ?Estar¨¢ listo en seis meses su plan del litoral? ?Entretanto se mantendr¨¢ la prohibici¨®n tal cual estaba?
R. La prohibici¨®n se mantiene igual. Y espero poder tener el plan en ese tiempo si la conselleira de Pol¨ªtica Territorial ha hecho lo que ha dicho. El trabajo topogr¨¢fico debe estar hecho. Y sobre eso, hemos de decidir qu¨¦ tipo de costa queremos. La costa cant¨¢brica no es la nuestra. Hay pueblos en Galicia que han vivido encima del mar, con una arquitectura mejor que ¨¦sta y much¨ªsimo respeto al paisaje. En la conseller¨ªa en que se haga el Plan del Litoral habr¨¢ una direcci¨®n general para velar por la protecci¨®n del paisaje. Las grandes ciudades han nacido en los m¨¢rgenes de los r¨ªos o en las bah¨ªas del litoral. No empecemos a decir que en los primeros 500 metros no se puede hacer nada. Lo que hay es que hacerlo con enorme sensibilidad y restricci¨®n, pero aprovechando las posibilidades de la costa.
P. El bipartito planeaba incrementar la red de espacios protegidos. ?Ser¨¢ ese tambi¨¦n su camino?
R. El bipartito no ha protegido una sola hect¨¢rea, es lo que puedo decir.
P. En campa?a promet¨ªa derogar el decreto e¨®lico y ahora plantea revisarlo.
R. Har¨¦ lo que plante¨¦ durante la campa?a. Pero no voy a ir contra los intereses generales, y el problema es que hay una serie de decisiones adoptadas. Lo primero es pedir que lo estudien la asesor¨ªa jur¨ªdica desde el punto de vista de la legalidad y el conselleiro desde el punto de vista de los intereses de Galicia. Con eso adoptaremos una decisi¨®n. Es evidente que se han planteado 40 recursos judiciales. Intentar¨¦ que esa adjudicaci¨®n salga lo menos cara posible para la Xunta. Cuando digo revisar, digo que lo examinar¨¦ a fondo y si hay que derogar alguna adjudicaci¨®n provisional, lo har¨¦.
P. ?Qu¨¦ quiere decir cuando promete libertad ling¨¹¨ªstica? ?Qu¨¦ es lo que van a poder decidir los padres?
R. Primero van a decidir los alumnos y los profesores en qu¨¦ idioma se comunican y hacen los ex¨¢menes. Esa es la primera libertad sagrada. Un objetivo a medio plazo es introducir un tercer idioma. Y a partir de ah¨ª, hay dos grupos de trabajo, gente que ha trabajado en normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica, con sensibilidad para la promoci¨®n del gallego, que har¨¢n un planteamiento a la sociedad 25 a?os despu¨¦s de aprobarse la Lei de Normalizaci¨®n.
P. ?Estar¨¢ listo su sistema para el curso que viene?
R. No me compromet¨ª a una fecha concreta porque s¨®lo quedan unas semanas para finalizar el curso. Me reunir¨¦ con las editoriales para ver qu¨¦ se puede hacer con los libros del curso que viene. Supongo que si no est¨¢n en imprenta, estar¨¢n de camino. A lo que no depende del Gobierno es dif¨ªcil ponerle fecha. Si no pudi¨¦semos hacerlo para el curso que viene, lo que s¨ª va a estar es la libertad absoluta para hablar en la lengua que consideren, salvo en las clases de lengua espa?ola y de gallego.
P. ?Cada padre podr¨¢ decidir en qu¨¦ estudian sus hijos?
R. Cada padre podr¨¢ decir su preferencia y si encaja con los recursos educativos disponibles, pues bien. Si no encaja, tendr¨¢ que encajar con la mayor¨ªa de los padres que se manifiesten en el aula o en el colegio del que estemos hablando.
P. ?Qu¨¦ partidas del presupuesto quiere adelgazar y cu¨¢les reforzar?
R. Recortar¨¦ el gasto corriente y de personal, salvo en sanidad y educaci¨®n. Y en gasto social, sin rebajar un euro, quiero ver qu¨¦ tenemos que hacer para pagar las ayudas a esos 16.000 grandes dependientes que dicen que no cobran y el Gobierno dice que les paga.
P. En su discurso de investidura hubo una omisi¨®n muy llamativa. ?Qu¨¦ programa tiene para la Cidade da Cultura?
R. No tengo inconveniente en hablar de ello. Quiero decirle a la gente lo que cuesta la Cidade da Cultura. No lo s¨¦, pero me imagino que tiene un deslizamiento presupuestario importante sobre el que ya tuvo, y por eso el bipartito no ha dicho lo que cuesta. Me obsesiona el gasto de mantenimiento porque ser¨¢ recurrente. Y tambi¨¦n me obsesiona buscar para el proyecto un perfil de alguien al que no le sean ajenos los grandes museos del mundo, porque esto es para abrir Galicia al mundo. Espero fichar a esa persona.
P. Por supuesto, va a culminar ese proyecto
R. Cuando vea lo que cuesta, dir¨¦ que el proyecto se va a acabar y en qu¨¦ fechas. O dir¨¦ que la orientaci¨®n de los edificios es poco ortodoxa con nuestros planes. D¨¦jeme 100 d¨ªas para dec¨ªrselo. Pero no puede ser un proyecto local. Hay que abrirlo a toda Europa.
P. ?Le parece una soluci¨®n correcta que una empresa privada gestione un hospital p¨²blico?
R. Ese tipo de sistemas no deben ser expulsados de la red. En un hospital nuevo, yo har¨ªa una gesti¨®n de titularidad p¨²blica. Pero no hay gesti¨®n p¨²blica o privada, sino eficiente o ineficiente. La asistencia sanitaria ha de ser de titularidad p¨²blica, pero el Sergas no debe ser el que sepa de cocinar, de limpiar, de esterilizar, de mantenimiento, de la construcci¨®n... Todo lo que existe de red privada la mantendremos, y en lo nuevo, la asistencia debe ser p¨²blica y la gesti¨®n, eficiente. Titularidad p¨²blica y gesti¨®n, la de un buen padre de familia.
P. ?Por qu¨¦ un m¨¦dico del Sergas va a agilizar su trabajo si luego puede lucrarse de los pacientes que ese mismo sistema deriva a cl¨ªnicas privadas?
R. Eso es lo que hay que evitar. No hay que prohibirle a los m¨¦dicos el ejercicio de su profesi¨®n, pero s¨ª establecer controles para que no utilicen indebidamente el sistema p¨²blico. No olvidemos algo: todo lo que atienda el sistema privado no lo ha de atender el p¨²blico. A m¨ª no me preocupa que las personas con recursos vayan a un hospital privado, me preocupa tener medios para atender a los que no pueden ir a la privada. El gasto en sanidad privada est¨¢ por debajo de la media europea. Incentivar¨ªa un doble aseguramiento, porque as¨ª para la patolog¨ªa banal usted ir¨¢ al seguro y para la grave, ya s¨¦ que vendr¨¢ a m¨ª. Pero al menos me quito la banal. Y utilizo los quir¨®fanos y las salas para quienes no pueden ir a la privada.
P. ?Qu¨¦ va a pasar con el dichoso Audi?
R. Al conselleiro de Presidencia le he pedido un plan de austeridad y afectar¨¢ tambi¨¦n al parque m¨®vil. Est¨¢ por encima de nuestras posibilidades, ya empezamos nosotros a tener m¨¢s coches de los que necesitamos y en los ¨²ltimos a?os, en vez de parar esa l¨ªnea equivocada, se intensific¨®. Buscaremos dos v¨ªas: enajenar coches que est¨¢n viejos o que no se necesitan a trav¨¦s de una subasta p¨²blica e intentaremos permutas de veh¨ªculos, previa valoraci¨®n pericial.
P. Resulta chocante ver a Jos¨¦ Luis Baltar aplaudiendo cuando usted se compromete a acabar con el caciquismo
R. A m¨ª me choca que se diga que el caciquismo es un problema de Baltar. En los ¨²ltimos cuatro a?os, algunos conselleiros han agrandado incluso los errores que pudimos cometer. El caciquismo es un objetivo a erradicar, pero no es patrimonio de Galicia. Si vamos a Andaluc¨ªa o a otras comunidades, vemos que a todo hay quien gane.
P. ?No le constan pr¨¢cticas caciquiles en la Diputaci¨®n de Ourense?
R. Me consta que ha habido pr¨¢cticas que, en algunos casos, no me gustan, igual que en otras administraciones. Tal vez a m¨ª se me podr¨¢ acusar en unos a?os de cosas que a usted no le gustan. Despu¨¦s de estos cuatro a?os, PSdeG y BNG han perdido la inocencia en el enchufismo, el caciquismo y la administraci¨®n paralela. Eso no exonera a las diputaciones, pero todos deber¨ªamos estar m¨¢s callados en los an¨¢lisis.
P. ?Hay posibilidad de que Baltar contin¨²e tras el congreso povincial de Ourense?
R. Me gusta ir por partes. Primero ser¨¢ el congreso regional. Yo no pongo ni quito presidentes provinciales, el partido va a tener que hablar en cada provincia y decidir. Quiero seguir con la renovaci¨®n del partido, pero han de quererla el presidente y los compromisarios. Mi compromiso con la renovaci¨®n sigue en pie, es una buena medicina, pero no entrar¨¦ en qui¨¦nes ser¨¢n los presidentes provinciales antes de los congresos.
P. En el debate sobre financiaci¨®n auton¨®mica hab¨ªa dos bloques, uno formado por Catalu?a, Valencia, Baleares y Madrid y otro en el que estaba Asturias, Castilla y Le¨®n y Galicia. ?Se mantendr¨¢ usted en este frente?
R. No ha cambiado nada m¨¢s que el Gobierno de Galicia, pero nuestros intereses son los mismos.
P. ?Bloquear¨¢ el acuerdo sobre financiaci¨®n si Galicia no recibe lo que le corresponde?
R. Defender¨¦ los intereses de Galicia desde la lealtad institucional. Lo que espero es que el Gobierno central no bloquee el acuerdo con Galicia. Yo no pedir¨¦ a nadie que pierda, pero que no me pidan a mi que pierda tampoco.
P. Con las comunidades con las que habl¨®. ?Ve posibilidades de mantener ese frente com¨²n?
R. S¨ª. He hablado con el presidente de Asturias y mantiene los compromisos que ten¨ªa con la Xunta anterior. Y lo mismo Extremadura y Castilla y Le¨®n. La financiaci¨®n, o nos va bien a todos o nos va mal a todos. Que se tranquilicen BNG y PSOE: no voy a ceder en el PP porque haya otras comunidades de mi partido con otros intereses.
P. Jos¨¦ Blanco quiere convocarle para "contar la verdad sobre el AVE". ?Ir¨¢n de la mano?
R. A contar la verdad voy con todo el mundo. He sido cr¨ªtico en el AVE, no he sido c¨®mplice con las mentiras y ahora tampoco lo ser¨¦ con las vaguedades de ning¨²n ministro. Pero me creo su buena intenci¨®n
P. Su victoria ha obligado a Zapatero a remodelar su Gobierno, ha apaciguado su partido y asentado a Rajoy, ?se siente ya un bar¨®n del PP?
R. Soy var¨®n desde que me inscribieron en el registro civil.
P. Bar¨®n. Con b.
R. No s¨¦ nada de t¨ªtulos nobiliarios.
P. ?Su victoria es tambi¨¦n la de un sector del PP, el suyo, el de Gallard¨®n, frente al otro bando que quer¨ªa derrocar a Rajoy?
R. Es el triunfo del PP de Galicia y por extensi¨®n de Espa?a. Y si hay alguien fuera del PP de Galicia al que podemos atribuir el triunfo es a Mariano Rajoy. Gallard¨®n ha estado en la campa?a y yo se lo agradezco mucho. Pero Gallard¨®n, Camps, Esperanza Aguirre y yo sabemos que el triunfo es del PP de Galicia y de Rajoy, que ha estado ma?ana, tarde y noche en la campa?a.
P. Pero usted ha sacado a Rajoy del atolladero.
R. Lo hemos hecho los 800.000 votantes y el partido en su totalidad. Rajoy nos ha dado absoluta libertad: no he consultado ni el modelo de campa?a ni el contenido ni los lemas, nada. Se dise?¨® en Galicia y contamos con los compa?eros del PP de Espa?a que consideramos oportunos. A m¨ª me toc¨® ser el goleador, pero sin el equipo ser¨ªa imposible. Y en ese equipo estuvo Rajoy desde el primer momento. Dec¨ªan que no quer¨ªa hacer campa?a porque si perd¨ªa ser¨ªa su finiquito pol¨ªtico. Y se equivocaron. No es habitual que un presidente nacional vaya a los pueblos a dar m¨ªtines.
P. Usted, en todo caso, defiende unas ideas y un estilo muy distintos a los adversarios de Mariano Rajoy.
R. Los adversarios de Rajoy en un congreso al que no se present¨® nadie son el enemigo invisible. No digo que no exista. Pero al congreso s¨®lo se present¨® uno. Me hubiera gustado que se conociese cu¨¢l es la otra alternativa porque es m¨¢s f¨¢cil debatir. La victoria en Galicia, el resultado razonable de Euskadi y las elecciones de junio van a consolidar claramente las oportunidades de Rajoy.
P. ?Colma la presidencia de la Xunta sus ambiciones?
R. S¨ª. Lo he dicho. Y lo creo profundamente. Tengo 47 a?os, me present¨¦ por primera vez a ser presidente y lo he conseguido. No puedo pedir m¨¢s.
P. ?Se fija alg¨²n l¨ªmite temporal, un m¨¢ximo de mandatos?
R. No, pero seguro que durante la legislatura contestar¨¦ a la pregunta. No creo que sea bueno eternizarse en los mandatos, pero tengo mis dudas de que sea bueno establecerlo legalmente. Otra cosa es asumir un compromiso, como hizo Aznar y por eso se le recuerda. Seguro que en un a?o o en dos se lo puedo decir.
"No fue el pasaje m¨¢s elegante de la vida de Hern¨¢ndez, pero lo que hizo es legal"
El diputado Agust¨ªn Hern¨¢ndez es el hombre de Feij¨®o para las infraestructuras. Y una persona de su m¨¢xima confianza. Se nota en la defensa que hace de un diputado cuyo periplo profesional motiv¨® la apertura de un expediente por Conseller¨ªa de Presidencia del bipartito. Su tr¨¢nsito de la Xunta a empresas adjudicatarias de su departamento y luego a la Diputaci¨®n de Pontevedra, donde contrat¨® con las mismas firmas, es, seg¨²n el l¨ªder del PP, un episodio poco elegante, pero ¨¦tica y legalmente irreprochable.
P. Ustedes pusieron el list¨®n muy alto en la campa?a. Rajoy lleg¨® a pedir la dimisi¨®n de Quintana por una foto en un yate con un constructor. Ahora defienden el comportamiento de un diputado que entra y sale de la Administraci¨®n y de las empresas a las que adjudic¨® contratos. ?No hay una doble vara de medir?.
R. Explicado as¨ª, s¨ª. ... [Queda un rato en silencio]
P. ?C¨®mo lo explicar¨ªa usted?
R. Muy sencillo. La primera valoraci¨®n de la foto de Quintana la hizo su socio, el entonces presidente de la Xunta, que nos advirti¨® a todos de sus dudas y dijo que hay que cuidarse de las compa?¨ªas y de los medios de transporte. A m¨ª no me gustan los yates, soy de pueblo, si alg¨²n d¨ªa entro en uno, espero que no me juzguen por eso, sino por lo que haga. Esa foto est¨¢ interpretada por todo el mundo. Hay unas adjudicaciones, un vicepresidente y un empresario que merece todo el respeto. Yo dije que Quintana deb¨ªa dar una explicaci¨®n sobre las adjudicaciones. Voy a intentar mantener mis principios ¨¦ticos, pero no se me puede pedir que condene a alguien cuando s¨¦ que es inocente. Comparto que no es el pasaje m¨¢s elegante de la vida laboral de ese diputado, comprendo los comentarios. Pero, desde el punto de vista legal, la discusi¨®n no da ni para cinco minutos. Ese se?or no adjudicaba los contratos.
P. Presid¨ªa las mesas de contrataci¨®n.
R. Sin duda. Pero una ley restrictiva de derechos s¨®lo se puede interpretar en sentido literal. En este caso habla de la adjudicaci¨®n de los contratos y quien los firma es otro ¨®rgano, no el director de Obras P¨²blicas [cargo que ten¨ªa Hern¨¢ndez] Yo he visto el informe que firman un catedr¨¢tico de Derecho Administrativo y el decano de la Facultad de Derecho y es contundente. Y es natural. De lo contrario nadie que haya trabajado en una Administraci¨®n podr¨ªa volver al sector privado. Las leyes no pueden tener consecuencias absurdas. ?Qu¨¦ empresa contrata a un alto cargo de un Gobierno que pas¨® a la oposici¨®n?
P. Lo considera entonces capacitado para volver al cargo y a adjudicar contratos.
R. Sin duda. Ha cumplido la ley y est¨¢ en plenas facultades legales. Con la cantidad de gente que la incumple, no vamos a condenar a quien no lo hace.
P. No se trata de condenar, sino de separar intereses p¨²blicos y privados.
R. Estoy de acuerdo. Pero no ha incumplido la ley. El bipartito sabe que no ha incumplido la Ley de Incompabilidades y prueba de ello es que ni siquiera le notificaron la apertura del expediente. A este se?or se le acus¨® sin que pudiera defenderse para que el asunto estuviera vivo en el debate de investidura. Digo m¨¢s: si quieren seguir por esa v¨ªa, que sigan. Yo no lo har¨ªa.
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