El Villarreal se ahoga

El Villarreal est¨¢ asfixiado. La temporada se le hace larga, largu¨ªsima, y en el horizonte ya no est¨¢ el ambiente bonito de la Champions. S¨®lo queda la competici¨®n nacional, en la que el objetivo de volver el pr¨®ximo a?o a la Copa de Europa comienza a complic¨¢rsele. Las lesiones, el cansancio, la dificultad para encontrar la motivaci¨®n se han acumulado y la soluci¨®n no se antoja sencilla. En Valladolid soport¨® un tiempo de dominio absoluto del rival y otro de incapacidad para llevarse un partido en el que tuvo a disposici¨®n un penalti y un rival con diez jugadores durante la ¨²ltima media hora.

Mendilibar cambi¨® de plan en el ¨²ltimo momento. Dej¨® a los suyos sin delantero centro, sin la habitual referencia de Goitom, a cambio de disponer toda la calidad, todo el toque que tiene en la plantilla. La intenci¨®n de que el bal¨®n circulase sin descanso y a toda velocidad se cumpli¨® desde el inicio y el Villarreal dimiti¨® en los primeros cinco minutos porque no soportaba la presi¨®n del Valladolid a campo completo y porque el sentido estrat¨¦gico de Senna, ausente, no tiene sustituto en el equipo de Pellegrini.

Establecida la superioridad f¨ªsica y t¨¢ctica, el Valladolid ten¨ªa que encontrar el camino hacia Diego L¨®pez y se ofusc¨® en la banda derecha. Todas las posesiones pasaban por el pie de Pedro Le¨®n, que no termina de reactivarse. Era tan previsible el equipo de Mendilibar que el Villarreal, cansado y seco de ideas, aprendi¨® enseguida a esperar atr¨¢s y a fiarse de una arrancada de Llorente o Rossi.

El Villarreal propuso desde el descanso un intercambio de golpes y el Valladolid acept¨® gustoso hasta que lleg¨® la jugada del penalti de I?aki Bea a Llorente. El central a la ducha, Rossi al lanzamiento y el bal¨®n a la grada. Pellegrini propuso m¨¢s: Ibagaza, Nihat, Mati Fern¨¢ndez. Termin¨® el partido con cinco delanteros, pero no hubo forma de cambiar un resultado insuficiente para el objetivo marcado.