Las autonom¨ªas compran 10.764 pisos a las promotoras para pasarlos a VPO
La operaci¨®n representa el 1,4% del 'stock' de casas invendidas, que son 800.000
Las viviendas de obra nueva siguen amonton¨¢ndose. En el mejor de los casos, ya son cerca de 800.000 las casas que siguen sin poderse vender. La cifra no hace m¨¢s que engordar, lo que inquieta sobremanera a las inmobiliarias, que acaban de pedir a las administraciones que adquieran estos pisos para realizar pol¨ªtica de vivienda.
Sin embargo, las comunidades llevan cerca de un a?o desarrollando esta medida, sin gran ¨¦xito hasta ahora. Las ocho primeras autonom¨ªas en ponerla en marcha s¨®lo han conseguido comprar 10.764 pisos del mercado libre para convertirlos en vivienda de protecci¨®n oficial (VPO). Es decir, el 1,4% de las existencias totales.
Entre las adquisiciones directas y otras f¨®rmulas para comprar pisos, como nuevas figuras protegidas con precios m¨¢ximos m¨¢s altos, algunas comunidades han iniciado el camino. Andaluc¨ªa es la autonom¨ªa que m¨¢s pisos ha captado (3.940), seguida de Catalu?a (2.038), Canarias (1.000), la Comunidad Valenciana (840), Castilla-La Mancha (800) y Baleares (400).
Estas casi 11.000 viviendas adquiridas suponen el 11% del parque de VPO
La Comunidad de Madrid est¨¢ desplegando tambi¨¦n esta posibilidad. De momento, ha captado unos 1.700 pisos, pero no para transformarlos en VPO, sino para convenir los precios y asegurar la financiaci¨®n. En otras comunidades consultadas, como Arag¨®n o Extremadura, no han llegado peticiones de los promotores, mientras que en Cantabria s¨®lo han adquirido 46 viviendas.
El presidente de la patronal del sector, Jos¨¦ Manuel Galindo, reclam¨® el viernes al Ejecutivo que les comprara los pisos que tienen sin vender. El d¨ªa anterior ya lo hab¨ªa pedido el vicepresidente de la asociaci¨®n, Enric Reyna. Si no se deshacen de estas casas, argument¨®, no se pueden reiniciar las obras paradas, poner en marcha nuevos proyectos e incluso cumplir los planes de vivienda. Pero el Ministerio de Vivienda fue tajante. "El Gobierno no se lo ha planteado en ning¨²n momento", dijo la directora general de Arquitectura y Vivienda, Anunciaci¨®n Romero.
En realidad el Gobierno central ya abri¨® la puerta a esta posibilidad cuando la ex ministra del ramo Carme Chac¨®n reform¨® el Plan Estatal de Vivienda 2005- 2008. El Ejecutivo pas¨® a considerar que "vivienda usada" es la que lleva m¨¢s de un a?o en el mercado, en vez de dos; se subieron los topes del metro cuadrado de las viviendas de precio concertado en las grandes ciudades y se previeron ayudas.
Pese a que la casi 11.000 viviendas adquiridas pueden no parecer muchas, el economista y ex secretario de Vivienda de la Generalitat, Ricard Fern¨¢ndez, cree exitosa esta cifra. "En relaci¨®n al stock es poco, pero hay que compararlo a la promoci¨®n de vivienda protegida. La compra de pisos libres para convertirlos en p¨²blicos no debe hacerse para reducir las casas sin vender, sino para que el ciudadano pueda acceder a la vivienda", asegura. Si se compara con los pisos sociales construidos en 2008 en Espa?a, los adquiridos a promotores privados suponen un 11%.
El presidente del lobby inmobiliario G-14, Pedro P¨¦rez, considera que esta pol¨ªtica corresponde a una "din¨¢mica coherente" con el par¨®n del mercado, puesto que la demanda se acumula por las dificultades de las familias para obtener hipotecas, las dudas sobre la evoluci¨®n de los precios y el aumento del paro. "Si hay tantos pisos sin vender, ?por qu¨¦ hacer m¨¢s? La reforma de Chac¨®n iba en buena direcci¨®n, pero su transposici¨®n a los planes auton¨®micos va con retraso", sostiene.
Catalu?a, Canarias y Baleares compraron viviendas a trav¨¦s de ofertas p¨²blicas. La Generalitat calcul¨® que con esta f¨®rmula se ahorraba tiempo y dinero. Estim¨® que cost¨® el 98% menos, porque s¨®lo hac¨ªa de mediadora entre propietario y comprador. Aun as¨ª, se hizo con 317 pisos de los 500 que esperaba comprar. El resto, hasta los 2.038, corresponden a una nueva figura de precio tasado. Reyna tach¨® esta semana la oferta p¨²blica de "fracaso" porque los precios de compra no eran "realistas".
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