"El aborto est¨¢ socialmente superado"
Trinidad Jim¨¦nez (M¨¢laga, 1962) no ha perdido un minuto en siete d¨ªas para aprenderse -e inventarse- un ministerio que intenta aunar el sistema sanitario p¨²blico con la atenci¨®n al dependiente. La misi¨®n es herc¨²lea: consolidar el cuarto pilar del Estado de bienestar en plena recesi¨®n. Vamos al grano.
Pregunta. La ley antitabaco proh¨ªbe fumar en los lugares de trabajo, pero viola el esp¨ªritu de la propia ley al permitir que los trabajadores de la hosteler¨ªa respiren humo, y adem¨¢s se incumple. ?Tiene planes para resolver esta contradicci¨®n y ampliar la ley?
Respuesta. Estamos en fase de evaluaci¨®n. Somos conscientes de que todav¨ªa no se cumple en todos sus t¨¦rminos, entre otras cosas porque algunas comunidades aut¨®nomas han legislado con un marco m¨¢s flexible, y esto est¨¢ recurrido ante el Constitucional. Lo positivo es que ya hay espacios p¨²blicos libres de humo y que un mill¨®n de personas han dejado de fumar. A partir de ahora, veremos si es necesario alg¨²n tipo de modificaci¨®n. Estamos pensando en cambiar el formato de cajetillas de tabaco introduciendo alg¨²n elemento visual que disuada.
"El paso del hospital al geri¨¢trico debe ser de gesti¨®n p¨²blica"
"No hay demanda para legislar sobre muerte digna y suicidio asistido"
"Hay que buscar un equilibrio entre las chicas que quieren abortar y sus padres"
"Las cajetillas de tabaco tendr¨¢n im¨¢genes que causen impacto"
P. ?Otro m¨¢s? Ya est¨¢ escrito que "el fumar mata".
R. Lo que se hace en pa¨ªses de nuestro entorno es introducir im¨¢genes que causen impacto y reduzcan el h¨¢bito del consumo. El tabaco causa 50.000 muertes al a?o, m¨¢s que el sida, drogas, alcohol y accidentes juntos.
P. Madrid no cumple esta ley, legisl¨® para incumplirla, y tampoco la de Dependencia. ?C¨®mo le har¨¢ cumplir la ley?
R. Con todas las comunidades hay que establecer un mecanismo de cooperaci¨®n. Algunas competencias est¨¢n transferidas y eso exige un esfuerzo permanente de di¨¢logo. Yo llego con esa actitud y as¨ª trabajar¨¦ con las comunidades. Hemos tenido un primer contacto, con muy buen clima, hemos llegado a un acuerdo para el reparto de las ayudas de dependencia y pretendo seguir con esta din¨¢mica porque mi ¨²nico objetivo es garantizar la llegada de las prestaciones a todos los ciudadanos. En el caso de la dependencia, esta ley lleva s¨®lo dos a?os. Al principio se destin¨® dinero en funci¨®n de la poblaci¨®n, y desde esta semana una parte de las ayudas se dar¨¢ en funci¨®n de los dependientes ya evaluados. Hemos pedido a la Comunidad de Madrid que realice las evaluaciones para que pueda obtener esas ayudas.
P. Pero el nuevo modelo de financiaci¨®n premia la evaluaci¨®n de dependientes, no la ayuda real. Hay comunidades que a¨²n no han dado un euro al 80% de los dependientes ya evaluados. El 42% de los evaluados a¨²n no ha visto la ayuda.
R. Con el tiempo podremos revisar e introducir las correcciones necesarias.
P. ?Cu¨¢l es su objetivo para lograr el punto de inflexi¨®n y que funcione la ley?
R. Tiene que pasar un tiempo hasta que quede consolidado el derecho, como llev¨® tiempo consolidar el derecho universal a la salud, el derecho a la educaci¨®n y el derecho a las pensiones. Estamos hablando de un cuarto pilar del Estado de bienestar y estamos hablando de su consolidaci¨®n en un contexto de crisis econ¨®mica. El presupuesto de 2009 aumenta un 78% respecto a 2008, lo que refleja que hay una apuesta clara. Hay que ampliar el presupuesto, hay que reforzar el trabajo con las comunidades y esperar a que se alcance una decisi¨®n sobre financiaci¨®n. El gran objetivo es crear un espacio sociosanitario integrado, donde se integren las pol¨ªticas de sanidad y las pol¨ªticas sociales. Con ello conseguiremos una respuesta ¨¢gil y eficaz a esas prestaciones que tenemos que dar. Se trata de que una persona mayor ingresada con un tipo de dolencia y que luego no pueda valerse por s¨ª misma, en lugar de dejarla en el hospital, cuya plaza es enormemente cara, vaya a un centro adecuado donde no necesite una asistencia sanitaria permanente pero s¨ª una atenci¨®n. Se trata de crear esos centros y de que el sistema p¨²blico coordine y gestione esa prestaci¨®n. ?se es el enfoque que hay que ofrecer hoy.
P. ?Podemos esperar entonces que el sistema p¨²blico de salud que da el alta hospitalaria a una persona le d¨¦ tambi¨¦n entrada a un geri¨¢trico u otro centro?
R. Podr¨ªamos tender a ese esquema. El puente entre la asistencia sanitaria y social debe ser p¨²blico. Y el paso del hospital a la dependencia tiene que ser cuesti¨®n p¨²blica. El objetivo es que ¨¦ste se convierta en un ministerio de referencia ligado al bienestar y calidad de vida del ciudadano. La persona mayor que se opera de cadera, en lugar de un mes en el hospital, se le lleva a alg¨²n tipo de residencia o se le presta alg¨²n tipo de asistencia en su domicilio. Es racionalizar los recursos, integrar las pol¨ªticas con una visi¨®n m¨¢s moderna que corresponda al mapa poblacional que tenemos hoy. Tenemos la cuarta esperanza de vida m¨¢s alta del mundo y hay que gestionar ese tramo de vida en el que la persona tiene salud pero necesita prestaciones que el Estado tiene que ofrecerle.
P. ?Y cu¨¢l es el mayor obst¨¢culo para ello?
R. No existen obst¨¢culos. S¨®lo tiempo para que se consolide.
P. ?Cree que las chicas de 16 a?os pueden y deben abordar solas el aborto, o que esto debe ser una excepci¨®n?
R. La mayor¨ªa de las mujeres de 16 a?os est¨¢n en condiciones de tomar una decisi¨®n sobre su sexualidad y la posibilidad de interrumpir un embarazo. Ahora bien, no todas las mujeres lo est¨¢n y, como siempre, hay que buscar equilibrio y correcciones. La ley est¨¢ en manos de la comisi¨®n de los expertos y el Parlamento tendr¨¢ la ¨²ltima palabra.
P. ?Una salida puede ser que esa autonom¨ªa sea excepcional?
R. Dejarlo de forma excepcional puede ser una salida, pero no quiero adelantarme.
P. ?No cree que darles la potestad de abortar solas a los 16 privar¨ªa a los padres que las pueden ayudar de la ocasi¨®n de hacerlo y a ellas de esa ayuda?
R. Es evidente que el apoyo y consejo de la familia es fundamental y el Gobierno lo quiere tener en cuenta. Pero, ?qu¨¦ ocurrir¨ªa si hay una divergencia total entre lo que quiere esa chica y sus padres? ?se es el supuesto en el que hay que buscar un equilibrio.
P. ?Cree que los hospitales p¨²blicos asumir¨¢n el aborto, como pretende la ley?
R. Derecho a la objeci¨®n de conciencia s¨ª, pero siempre que se garantice el derecho de la mujer a la interrupci¨®n del embarazo.
P. ?Teme una nueva movilizaci¨®n de la Iglesia en las calles a ra¨ªz de la reforma del aborto?
R. Tiene poco sentido el debate al que estamos asistiendo hoy y que se tuvo ya hace much¨ªsimos a?os. En Espa?a se despenaliz¨® el aborto, se hizo la ley que se pod¨ªa hacer en ese momento y hoy nos encontramos con una realidad diferente y con un tiempo de experiencia para ver sus fallos. No estamos discutiendo si se puede interrumpir o no el embarazo, eso ya lo discutimos y socialmente est¨¢ muy superado. Ahora se trata de aprobar la ley para ofrecer m¨¢s seguridad a mujeres y profesionales. Y la prioridad debe estar en la educaci¨®n sexual.
P. Pero no me ha contestado. ?Teme una movilizaci¨®n de la Iglesia?
R. No lo temo. El debate social est¨¢ muy superado, y la prueba est¨¢ en que estas primeras reacciones no han tenido respuesta. Se producir¨ªa un divorcio demasiado grande entre lo que la sociedad ya ha superado hace a?os y lo que puede decir la Iglesia. La Iglesia tiene legitimidad para opinar, pero el legislador legisla.
P. En esta misma mesa, el ministro Soria me cont¨® los planes para legislar sobre muerte digna y suicidio asistido. Aquello qued¨® aparcado por Zapatero. ?Usted tiene planes en este sentido?
R. No forma parte de una prioridad en el debate social ni pol¨ªtico; por tanto, no tengo intenci¨®n de avanzar en este aspecto. No existe un clima social que demande este tipo de legislaci¨®n.
P. Ni muerte digna ni suicidio asistido.
R. En ninguno de los dos casos hay demanda. S¨ª hacemos un esfuerzo para que haya cuidados paliativos que permitan a los pacientes morir sin dolor. Y un registro de voluntad previa.
P. Pero en Espa?a tambi¨¦n hay rendijas para un caso Eluana. Est¨¢ prohibido el encarnizamiento terap¨¦utico, pero esto no ha impedido el caso de Inmaculada Echevarr¨ªa o el caso Legan¨¦s, donde se persigui¨® a los m¨¦dicos. Por ello el PSOE en su ¨²ltimo congreso aprob¨® una moci¨®n para avanzar en una ley para la muerte digna. Y luego ha puesto el freno.
R. Ha sido objeto de reflexi¨®n, pero no hay una demanda social. El caso Legan¨¦s fue basado en denuncias falsas, se sobresey¨® la causa. Lo que all¨ª se hac¨ªa era lo que nosotros queremos: cuidados paliativos que no permitan que el paciente sufra dolor insoportable. Ah¨ª la ley es segura y clara.
P. El Gobierno comenz¨® con fuertes avances sociales y despu¨¦s ech¨® el freno por temor a la Iglesia. ?No cree que el Gobierno est¨¢ m¨¢s influido por la Iglesia que la propia sociedad?
R. Estamos ampliando derechos como nunca se hab¨ªa hecho en este pa¨ªs: matrimonio gay, ley de violencia de g¨¦nero, igualdad, subida de pensiones m¨ªnimas, salario m¨ªnimo, Ley de Dependencia, reformas del divorcio, aborto... No hay obst¨¢culos en ese sentido. Sabemos que el Gobierno es representante de la voluntad popular y la Iglesia tiene otro espacio reservado en la sociedad, no hay m¨¢s consideraciones.
P. ?Qu¨¦ leyes podemos esperar de su mandato?
R. Estamos trabajando en el Pacto por la Sanidad para conseguir la equidad en prestaciones en todas las comunidades. Antes del verano presentaremos un proyecto de real decreto que regule los tiempos m¨¢ximos de las listas de espera en casos de lesiones graves o muerte. Tambi¨¦n un calendario de vacunas com¨²n. Y una ley de salud p¨²blica.
P. El ex ministro Soria no daba a conocer las listas de espera en Espa?a. ?La ministra Jim¨¦nez ofrecer¨¢ esa transparencia?
R. Utilizamos los datos para dar los servicios, y si no los comunicamos es porque la complejidad nos exige cierta reserva para que no sean malinterpretados. Se mantendr¨¢ la pol¨ªtica de Soria.
P. ?Est¨¢ dispuesta a replantear la vacuna del papiloma, que suma miles de firmas en contra?
R. La comisi¨®n de expertos est¨¢ evaluando los dos casos de afectadas en Valencia, pero por ahora contamos con todas las garant¨ªas. No hay raz¨®n para paralizarlo.
P. Faltan 3.000 m¨¦dicos ahora mismo en Espa?a. ?Qu¨¦ har¨¢?
R. Trabajaremos, colaborando con Educaci¨®n, para ampliar las matriculaciones, en el reconocimiento de t¨ªtulos y un plan de fidelizaci¨®n para que permanezcan. Podemos atraer tambi¨¦n a los espa?oles que residen en el exterior, pero por mi sensibilidad especial en mi responsabilidad anterior quiero llamar la atenci¨®n de que si traemos m¨¦dicos de otros lugares del mundo debemos ser conscientes de que sus Estados han gastado dinero en formarlos. Hay que buscar el equilibrio.
P. Usted es miembro de un Gobierno paritario, pero la sociedad est¨¢ a¨²n muy retrasada en ese sentido. ?C¨®mo se realizar¨¢ el camino hacia la paridad real?
R. Hemos legislado mucho en favor de la paridad, pero hace falta tambi¨¦n un cambio cultural en hombres y en mujeres, un cambio que se ver¨¢ a trav¨¦s de la educaci¨®n. Los cambios no se producen porque se apruebe una ley. El punto de inflexi¨®n lo veremos cuando la cuesti¨®n de g¨¦nero no sea una cuesti¨®n.
P. ?Cree que ser¨¢ m¨¢s criticada por ser mujer?
R. Se me observar¨¢ con m¨¢s detenimiento y se me har¨¢n comentarios que no har¨ªan a mis compa?eros por el hecho de ser mujer, pero no me preocupa especialmente. Lo doy por supuesto.
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