La ofensiva electoral socialdem¨®crata pone en aprietos a Angela Merkel

La popularidad de Angela Merkel es considerable. Su partido, la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), lidera todas las encuestas, con entre ocho y 10 puntos de ventaja sobre los socialdem¨®cratas (SPD). Sin embargo, la canciller alemana se enfrenta a cinco meses de compleja lucha electoral, con una capacidad de maniobra cada vez m¨¢s estrecha. La presentaci¨®n del borrador del programa electoral socialdem¨®crata el pasado fin de semana, que promete ayudas fiscales a las clases media y baja y penalizaciones para la alta, tuvo una notable acogida en la opini¨®n p¨²blica alemana: un 59% de los ciudadanos aprueba las medidas fiscales propuestas por el SPD, seg¨²n un sondeo de la cadena de televisi¨®n p¨²blica ARD.

Steinmeier propone subir los impuestos a quien gane m¨¢s de 10.000 euros al mes

El instituto DIW cree que el paro subir¨¢ del 7,2% al 8,1% de ahora al verano

La potente salida a la palestra electoral de los socialdem¨®cratas y de su candidato a la canciller¨ªa, Frank-Walter Steinmeier -que es vicecanciller y ministro de Exteriores del Gabinete de Merkel-, afectar¨¢ a la efectividad de la coalici¨®n entre CDU y SPD, que conforma el Gobierno, en un momento en el que la amenaza de crecimiento del paro es especialmente aterradora, seg¨²n indican varios institutos de an¨¢lisis.

As¨ª, tras a?os de s¨®lido liderazgo, la ventaja de Merkel se ve amenazada, en plena crisis econ¨®mica, por la ofensiva del SPD desde el centro izquierda y, por el otro lado pol¨ªtico, por la fuga del voto liberal que, descontento con la impronta socialdem¨®crata de la pol¨ªtica de la gran coalici¨®n, alimenta las expectativas del Partido Liberal Democr¨¢tico para las elecciones federales de septiembre.

El paro es, entre las dificultades de la primera econom¨ªa europea, la espada de Damocles sobre el sill¨®n de Merkel. Seg¨²n el Instituto Alem¨¢n de Investigaci¨®n Econ¨®mica (DIW), el desempleo aumentar¨¢ hasta el verano del actual 7,2% hasta el 8,1%. Aunque dista de tasas como la espa?ola, ser¨ªa un aumento significativo para un lapso de tiempo tan corto.

La ampliaci¨®n de las ayudas del Gobierno para que los trabajadores reduzcan sus jornadas laborales sin perder el empleo, decidida el pasado oto?o, obra todav¨ªa un efecto positivo en el mercado laboral. No obstante, Karl Brenke, del DIW, ve un riesgo de que se liquiden masivamente puestos de trabajo "si las empresas no acaban de ver la luz al final del t¨²nel". En tal caso, la propuesta electoral democristiana de prolongar de 18 a 24 meses los subsidios para las jornadas reducidas no servir¨ªa para frenar el paro.

Cuando termine el verano podr¨ªa as¨ª producirse la temida ola de despidos, que da?ar¨ªa gravemente la imagen del Gobierno. La econom¨ªa alemana depende de sus exportaciones y no levantar¨¢ cabeza hasta que la crisis mundial remita. Para evitar males mayores antes de septiembre, el Gobierno estudia un tercer paquete de reactivaci¨®n econ¨®mica que amortig¨¹e a corto plazo el posible agravamiento de la crisis. La escasa popularidad del ¨²ltimo y car¨ªsimo paquete, aprobado en enero, y el desbocamiento de la deuda p¨²blica desaconsejan la medida.

Otro quebradero de cabeza en la Canciller¨ªa es la pol¨ªtica fiscal. Contrariamente a lo que lleva meses predicando en las cumbres internacionales, Merkel no ha logrado evitar la t¨®mbola de regalos fiscales en la precampa?a. Al presentar el borrador del programa electoral socialdem¨®crata, Steinmeier hizo hincapi¨¦ en las ayudas fiscales a la clase media.

Por un lado, con la intenci¨®n de aligerar la burocracia, el SPD promete 300 euros a los asalariados que renuncien a presentar la declaraci¨®n de la renta y a eventuales devoluciones a los que podr¨ªan tener derecho. Por el otro, Steinmeier promete aumentar del 45% al 47% el gravamen sobre los ingresos superiores a 10.000 euros mensuales y reducir, del 14% al 10%, el impuesto m¨ªnimo sobre la renta. El SPD intenta de este modo recobrar la posici¨®n de centro-izquierda, amenazada, por un lado, por la CDU de Merkel, cuya deriva socialdem¨®crata durante esta legislatura ha levantado ampollas en el ala empresarial de su partido, y por el otro, por la agresiva pol¨ªtica de La Izquierda, que ha cosechado consensos sobre todo en el este del pa¨ªs.

Pese a las cr¨ªticas lanzadas a Steinmeier, la CDU contraataca con propuestas como la reducci¨®n al 12% de la tasa m¨ªnima sobre la renta y el recorte de la media hasta el 23%.

Otro flanco por el que atacan los socialdem¨®cratas es la supervivencia del veterano fabricante de autom¨®viles Opel. Los aprietos de su matriz estadounidense, General Motors, han dejado la compa?¨ªa al borde de la quiebra. Merkel se ha negado a intervenir directamente en la automotriz, dejando una baza que Steinmeier trata de aprovechar con gui?os a trabajadores y sindicatos.

La canciller alemana ha intentado gestionar la crisis con discreci¨®n, como si temiera la venganza de los electores tras un error de bulto. Esta semana ha convocado una nueva reuni¨®n de crisis con economistas, sindicatos y patronal en la Canciller¨ªa, donde le informar¨¢n de la gravedad de la situaci¨®n, que amenaza tanto a la econom¨ªa alemana como a su posible reelecci¨®n en septiembre.