"Espa?a es el pa¨ªs donde las lenguas minoritarias est¨¢n m¨¢s protegidas"
Manuel Lezertua (Bilbao, 1957), lleva 24 a?os en Estrasburgo, sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ha sido comisario europeo de Derechos Humanos y en la actualidad es jurisconsulto del Consejo de Europa, una organizaci¨®n creada en 1949 para proteger la democracia en una Europa reci¨¦n salida de la pesadilla de la guerra. Lezertua se encuentra en su ciudad natal para abrir hoy la segunda sesi¨®n de las jornadas en torno a la Carta Europea de Lenguas Minoritarias que tienen lugar en el Guggenheim y han sido organizadas por el propio Consejo de Europa. En su intervenci¨®n hablar¨¢ de la protecci¨®n de las minor¨ªas ling¨¹¨ªsticas desde Estrasburgo.
Pregunta. El Consejo de Europa pone como ejemplo a Espa?a en cuanto a aplicaci¨®n de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias. ?Es tan positiva la situaci¨®n?
"Siempre hay una minor¨ªa en alg¨²n sitio, incluso de castellanohablantes"
Respuesta. Bueno, ninguno de los 21 pa¨ªses firmantes la cumple del todo. Pero Espa?a es el pa¨ªs donde las lenguas minoritarias est¨¢n mejor protegidas, junto con Suiza. Aqu¨ª las lenguas cooficiales han tenido reconocimiento desde la Constituci¨®n del 78 y se ha invertido en ellas. Otros pa¨ªses tienen muchos problemas para reconocerlas.
P. ?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦ Francia o B¨¦lgica no han firmado esta Carta?
R. El problema es hist¨®rico. El tema de la lengua est¨¢ vinculado con la construcci¨®n del Estado nacional y algunos pa¨ªses han excluido como incompatibles con su identidad otros idiomas. En Francia, el Consejo Constitucional ha declarado inconstitucional la ratificaci¨®n de la Carta.
P. ?C¨®mo act¨²a el Tribunal de Estrasburgo en materia de protecci¨®n de derechos ling¨¹¨ªsticos?
R. El Tribunal tiene la dificultad de que el Convenio para la Protecci¨®n de los Derechos Humanos, que es lo que aplica, no incluye los derechos ling¨¹¨ªsticos como tales, ya que son derechos colectivos y esta corte s¨®lo aplica derechos individuales. As¨ª que utiliza indirectamente estos ¨²ltimos. Por ejemplo, cuando Turqu¨ªa decidi¨® que toda la ense?anza secundaria en la parte turca de Chipre ten¨ªa que ser en turco, la corte consider¨® que cerrar el ¨²ltimo instituto que daba ense?anza en griego imped¨ªa el derecho individual a la educaci¨®n de los hablantes de griego.
P. ?Est¨¢ Espa?a entre los pa¨ªses que m¨¢s trabajo dan a este tribunal en relaci¨®n con la protecci¨®n ling¨¹¨ªstica?
R. No. Los pa¨ªses m¨¢s pol¨¦micos son los b¨¢lticos, por el tratamiento que dispensan a las minor¨ªas rus¨®fonas, que, en Letonia y Lituania, llegan al 45% de la poblaci¨®n. Esas personas se han encontrado sin nacionalidad y sin derecho a usar su lengua. Y eso genera inestabilidad, porque Rusia exige respeto para sus antiguos nacionales. Espa?a no es particularmente pol¨¦mica en comparaci¨®n, aunque el Comit¨¦ de Protecci¨®n de Lenguas Minoritarias ha criticado ciertos aspectos.
P. ?Como cu¨¢les?
R. Siempre hay una minor¨ªa en alg¨²n sitio. El castellano en determinadas zonas es una lengua minoritaria y se da la situaci¨®n parad¨®jica de que puede haber habido determinadas legislaciones que no hayan sido lo bastante respetuosas con los castellanohablantes de esas zonas. Las alegaciones son sobre todo relativas a Catalu?a, en relaci¨®n con las pol¨ªticas de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. Aqu¨ª, en Euskadi, la cosa ha sido m¨¢s equilibrada.
P. A este congreso han venido muchos expertos de al Europa del Este. ?Qu¨¦ impresi¨®n crees que se llevar¨¢n?
R. No quiero parecer chovinista, pero yo creo que se marchar¨¢n bastante impresionados por la realidad de Euskadi. En estos pa¨ªses reclaman cosas que aqu¨ª ni nos damos cuenta que tenemos. Aqu¨ª uno puede ir a un juicio, dirigirse a la administraci¨®n, o ir a la escuela hablando euskera. La experiencia de Euskadi se mira con cierta admiraci¨®n. Y con cierto recelo, por parte de otros sectores, que ven el nivel competencial que existe y dicen "?pero que m¨¢s quieren?".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.