Enrique Cerezo, el ba¨²l de los recuerdos del cine espa?ol

La vida del productor Enrique Cerezo (Madrid, 1948) pivota alrededor de un coche. En ¨¦l, el doctor Jekyll del cine espa?ol se convierte en el mister Hyde del Atl¨¦tico de Madrid. O viceversa. El veh¨ªculo le lleva desde las oficinas en el estadio Vicente Calder¨®n del club de f¨²tbol que preside hasta su despacho en la Ciudad de la Imagen. Y vuelta a empezar. "Reparto mi tiempo en un 50% entre ambas actividades". Jes¨²s Bonilla, actor y director de La daga de Rasput¨ªn, filme que rueda en estos momentos producido por Cerezo, asegura que hay un tercer Enrique: "Uno al que le gusta charlar y cenar con los amigos, y soltar chascarrillos". El tambi¨¦n presidente de EGEDA, la Entidad de Gesti¨®n de Derechos de los Productores Audiovisuales, es mucho m¨¢s serio ante la prensa con sus opiniones contundentes, que reafirma con una palabra muletilla: "Indiscutiblemente".

"Lo importante es sacar a la gente de casa y empujarla a las salas"

Cerezo pide no hablar de f¨²tbol, porque el motivo de la charla es el premio Retrospectiva que recibe ma?ana jueves en el festival de cine de M¨¢laga. Un homenaje que prolonga el reconocimiento que supuso su aparici¨®n junto a Concha Velasco en el escenario de los pasados Goya para entregar un galard¨®n. El productor est¨¢ detr¨¢s de muchas de las pel¨ªculas de Jos¨¦ Luis Garci, de Pilar Mir¨®, de Vicente Aranda, de Pedro Costa... El oro de Mosc¨², La buena estrella, Las 13 rosas, 7 mesas (de billar franc¨¦s), La carta esf¨¦rica o Todos estamos invitados son pel¨ªculas levantadas desde Enrique Cerezo Producciones. Y, adem¨¢s, a trav¨¦s de Video Mercury posee los derechos de explotaci¨®n de 6.000 filmes (unos 2.000 italianos, unos centenares estadounidenses, el resto espa?oles). Eso supone el 70% de la historia del cine espa?ol, y una ingente labor de restauraci¨®n de la memoria art¨ªstica espa?ola. Tambi¨¦n, un cat¨¢logo con el que hace caja con cada DVD o emisi¨®n de Cine de barrio.

Hasta all¨ª ha llegado desde la madrile?a calle Infanta Mercedes, la localizaci¨®n donde trabaj¨® por primera vez. All¨ª se rodaba, en 1966, Un mill¨®n en la basura, de Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦. "Me acuerdo perfectamente. Un rodaje nocturno. Duro. No pod¨ªas tener fallos. Pero me ilusionaba mi trabajo". Era meritorio de c¨¢mara. Poco a poco, de rodaje en rodaje, fue ascendiendo hasta que le pic¨® otro gusanillo, el de la producci¨®n, a mitad de los setenta. "Cambi¨¦ porque quer¨ªa conocer otras actividades. Llegaron los nuevos formatos, el v¨ªdeo, y decid¨ª meterme tambi¨¦n en ese negocio". Hoy Surcos, Bienvenido Mr. Marshall, Viridiana, El verdugo o Marcelino, pan y vino est¨¢n disponibles para el espectador gracias a Cerezo. "Empec¨¦ a recuperar pel¨ªculas espa?olas desechadas, t¨ªtulos que ahora la gente ve con cari?o. Indiscutiblemente, ha sido una labor que ha supuesto un gran esfuerzo personal". Por cierto, que el productor lleva a gala recordar d¨®nde vio muchas de ellas. "?Claro que las tengo cari?o! Son filmes entra?ables, que ve¨ªas en salas de barrio. ?Un ejemplo? Recluta con ni?o. La vi en el cine Pr¨ªncipe P¨ªo". De paso el negocio crece. "Como productor debes enorgullecerte de todos tus filmes. Pero que ninguno te enga?e: haces esto por ¨¦xito y dinero. Uno lleva al otro y viceversa. Nadie lo hace por subvenciones u otras de esas mentiras. Indiscutiblemente, el productor es la parte m¨¢s importante de un proyecto cinematogr¨¢fico".

Ahora que una cineasta capitanea el ministerio de Cultura, Cerezo ve llegado el momento de acabar con la leyenda negra del cine espa?ol. "Hoy hablar de nuestra industria es hacerlo mal. Hay todo un entorno que nos ataca sin merecerlo. Me parece bien que se critique, aunque constructivamente. En todo el mundo se ruedan filmes malos y buenos, y la misma proporci¨®n ocurre en Espa?a".

Cerezo nunca ha mezclado ideolog¨ªa con negocios, aunque produjera filmes como Yoyes o Todos estamos invitados. "Son pel¨ªculas valientes, que hab¨ªa que hacer. Tambi¨¦n he producido Las 13 rosas, porque era un gran gui¨®n. Si alguien me presentara una historia igual de buena del otro bando, la har¨ªa. Lo importante es sacar a la gente de casa y empujarla a las salas". Quedan muy lejanos los tiempos de su idolatrado Ces¨¢reo Gonz¨¢lez, productor cl¨¢sico, cuando los espa?oles iban todas las semanas al cine. "Un s¨¢bado o un domingo, si quer¨ªas hacer algo, s¨®lo pod¨ªas salir a ver una pel¨ªcula. Ahora hay muchos otros entretenimientos, pero saldremos adelante".

"La verg¨¹enza nos hace personas"