Navarro alega que s¨®lo "dulcific¨®" las autopsias del Yak

"Procuramos dulcificar las circunstancias de una muerte absolutamente indescriptible para que esas familias que ya han perdido al ser querido no sigan tortur¨¢ndose". El general Vicente Navarro, para quien el fiscal pide cinco a?os de c¨¢rcel por la falsa identificaci¨®n de 30 de las 62 v¨ªctimas del Yak-42, apel¨® ayer al dolor de las familias para justificarse. Pero no les pidi¨® disculpas porque esa tortura se haya prolongado durante casi seis a?os y s¨®lo asumi¨® una responsabilidad: limitar la informaci¨®n facilitada a los parientes de los fallecidos para evitar "detalles escabrosos".

Aunque en la primera sesi¨®n del juicio Navarro admiti¨® que pudieron "bailarle los n¨²meros", ayer no ofreci¨® ninguna explicaci¨®n para el hecho incontestable de que casi la mitad de los cuerpos fueran entregados a familias que no eran las suyas.

Esta tarea correspondi¨® a su defensor, quien carg¨® contra los forenses turcos, principales testigos de cargo contra Navarro, a los que lleg¨® a atribuir un "il¨ªcito [delito] penal". En contra de las evidencias, asegur¨® que no fue la delegaci¨®n de Defensa la que quiso repatriar cuanto antes los cuerpos, sino "las autoridades turcas las que ten¨ªan prisa por quitarse de encima los cad¨¢veres".

Antes de pronunciar el "visto para sentencia", el presidente del tribunal, Javier G¨®mez Berm¨²dez, pregunt¨® a los acusados si quer¨ªan hacer uso de su derecho a la ¨²ltima palabra. Navarro se puso en pie, se desprendi¨® simb¨®licamente del uniforme de general y se puso la bata de m¨¦dico para reivindicar 44 a?os de ejercicio profesional. "Yo no tengo un desdoblamiento de la personalidad. No soy el doctor Jekyll y Mister Hyde", proclam¨®. Los otros dos acusados, tambi¨¦n m¨¦dicos, pero con menor jerarqu¨ªa militar, guardaron silencio.