Arenas contra Gri?¨¢n con Chaves al fondo

La investidura como presidente de la Junta era de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, pero Javier Arenas, su rival, se refiri¨® sobre todo a Manuel Chaves. A su emboscada marcha a Madrid, su desd¨¦n hacia los andaluces y la mala herencia que deja. Y cuando hizo ya la transposici¨®n al flamante presidente mediante la frase muy repetida estos d¨ªas en el PP de "Chaves y Gri?¨¢n son las dos caras del mismo fracaso", involuntariamente sigui¨® hablando de ¨¦l, pues por tres veces se equivoc¨® y llam¨® Chaves a Gri?¨¢n. El socialista le estaba esperando: "Es un discurso del pasado, tiene usted una obsesi¨®n, en los ¨²ltimos 15 a?os su ¨²nico objetivo ha sido Manuel Chaves, ?qu¨¦ va a hacer ahora que no est¨¢?".

En el primer y esperado duelo entre los dos p¨²giles de la pol¨ªtica andaluza en el Parlamento se escucharon ayer muchas frases lapidarias de ataque para ajar el perfil personal, lustrosos juegos dial¨¦cticos y regates cortos con algunos fogonazos. Por el contrario, hubo poca concreci¨®n en el terreno pol¨ªtico m¨¢s all¨¢ de las preceptivas ofertas mutuas sobre pactos en asuntos relevantes, y las cr¨ªticas a las gestiones de uno y otro partido.

Gri?¨¢n: "Tiene usted una obsesi¨®n con Chaves, lleva 15 a?os persigui¨¦ndole"

Javier Arenas no quer¨ªa que en el inicio de esta nueva etapa se pasara p¨¢gina as¨ª como as¨ª, sin que nadie en la doble jornada que dura el debate de investidura mencionara, y denunciara, el modo en que Chaves ha dejado de regir Andaluc¨ªa despu¨¦s de 19 a?os. Por eso empez¨® por el ex presidente, por eso y porque su partido tiene ahora mismo una campa?a publicitaria en vallas y radio con el elocuente eslogan de "Chaves y Gri?¨¢n, lo mismo da", que ya permit¨ªa vislumbrar de manera esclarecedora la direcci¨®n de su discurso.

Tras un elegante agradecimiento a los servicios prestados del reciente ministro de Pol¨ªtica Territorial, fue directo al grueso de los fundamentos de su rechazo, que no es otro que el que han reproducido los dirigentes del PP en escalera desde que se conoci¨® el relevo: Gri?¨¢n es un presidente tutelado por Chaves, que es quien mueve los hilos desde Madrid y tiene la autoridad. Su elecci¨®n es legal, pero carece de la legitimidad de las urnas. Y las propuestas son las viejas con palabras nuevas.

Todo esto lo dijo con frases bien elaboradas, como, por ejemplo: "No se ha ganado la presidencia de la Junta, no se ha pateado los pueblos, ni tiene el dep¨®sito de ilusi¨®n que atesoran los liderazgos conseguidos en la calle". O estas dos: "Hemos vivido la exaltaci¨®n de la amistad, a usted le ha regalado la presidencia un amigo"; y "es el heredero sin pagar el impuesto de sucesiones de las urnas". Sobre lo que ser¨¢ su oposici¨®n futura, dej¨® sentadas las bases, escasamente alentadoras para la b¨²squeda de acuerdos. "Le formular¨¦ siempre dos preguntas cuando anuncie algo: ?por qu¨¦ no lo hizo su partido hace 30 a?os? y ?por qu¨¦ no se lo propuso a Chaves si era su mano derecha en su gobierno?"

Sin embargo, el empe?o de envolver el debate de investidura de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n con la a?eja capa que cubr¨ªa a Manuel Chaves -aunque rentable ante el electorado popular, a decir de sus colaboradores- tuvo su precio: el tabanazo de la r¨¦plica de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, quien no le desmerece en nada al popular a la ahora de componer respuestas r¨¢pidas y certeras. "Lleva 15 a?os diciendo lo mismo, s¨®lo tiene un discurso y va a todas partes con ¨¦l, le vale para un roto y un descosido", le respondi¨®, e hil¨® su pr¨¢ctica pol¨ªtica inmutable y uniforme con la cantidad de tiempo que lleva en ella. Tambi¨¦n sugiri¨® que pose un ego alt¨ªsimo y que su problema es que quiere ganar las elecciones al mes de perderlas. "Es lo que le pasa siempre; Tres veces ha perdido y al poco ha amenazado con una moci¨®n de censura que sabe que no va a ninguna parte y ha pedido el adelanto electoral". "O le falta perspectiva o le gusta perder; lo primero es miop¨ªa, lo segundo, masoquismo".

Tanto Arenas como Gri?¨¢n llenaron sus intervenciones de recurrentes apostillas (desmentidas por la v¨ªa de los hechos al instante) respecto a que no iban a gastar ni un minuto en zaherir al contrario. No dejaron de hacerlo. "Me ha obligado a responderle", se justific¨® Gri?¨¢n, al tiempo que ret¨® al popular: "No me voy a sumergir en un debate oscuro y descalificatorio, y puedo hacerlo, pero no lo voy a hacer". El l¨ªder del PP record¨® al nuevo jefe del Ejecutivo que le lleva 11 ¨® 12 a?os y que cuando ya ejerc¨ªa de viceconsejero de la Junta, ¨¦l era un joven militante de la UCD que pegaba carteles por las paredes de Sevilla. En otro momento, dijo visiblemente enojado: "Yo he sido ministro varias veces, y a m¨ª nadie me ha regalado nada. Con ocho a?os ingres¨¦ interno en un colegio, y al llegar al PP andaluz ten¨ªamos 26 diputados y ahora 47". El presidente tambi¨¦n le entr¨® en esto: "En 1994 estaba a cuatro esca?os del PSOE, y ahora a nueve, y nosotros con mayor¨ªa absoluta".

En los pocos claros del bosque de alusiones personales -pol¨ªticas, pero personales-, ambos confrontaron algunas medidas, una vez que Javier Arenas dej¨® dicho que el discurso de investidura de la v¨ªspera era "continuismo puro y duro, lleno de ret¨®rica y exento de compromisos". El popular desgran¨® la bater¨ªa de reformas de su programa electoral (ordenadas en un dec¨¢logo) y algunas de las 100 medidas que hizo p¨²blicas hace una semana para salir de la crisis, por cierto, presente en todo momento, si bien, casi siempre como arma arrojadiza. Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n contraatac¨® con la imprecisi¨®n de las apuestas del PP, parcas en recetas concretas.

En el cierre de sus ¨²ltimas palabras, resumieron sus posturas para los tres a?os que restan de legislatura. El presidente del PP anunci¨® una oposici¨®n contundente, en la que intentar¨¢ evitar los insultos, pero no las cr¨ªticas pol¨ªticas: "No estoy aqu¨ª para re¨ªrle las gracias, sino para servir a los andaluces. Estamos dispuestos a arrimar el hombro y tirar del carro". Gri?an apunt¨® lo mismo, pero a la inversa: "No necesito sus aplausos ni sus risas, sino sus ideas". Tambi¨¦n asegur¨® a Arenas que si el PP quiere, es posible los espacios de entendimientos para combatir el desempleo y la defensa del asunto estrella de su programa: "Consenso en educaci¨®n, y acuerdos contra el paro".