Una gesti¨®n exitosa con la cruz de una fusi¨®n fracasada
La BBK ha ganado tama?o y solidez, pero Irala no ha logrado culminar el gran proyecto con el que lleg¨® a la caja
Hace poco m¨¢s de un mes Xabier de Irala, presidente de BBK, adem¨¢s de sugerir su salida de la entidad, reiteraba el objetivo que anunci¨® desde que tom¨® oficialmente posesi¨®n de su cargo de presidente de la caja en septiembre de 2003: hacer de la BBK una entidad "de referencia". Pero, en esta ocasi¨®n, detr¨¢s de ese mensaje permanente estaba el malestar por haber fracasado, al igual que sus predecesores, en lograr la fusi¨®n de las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital).
Hace seis a?os, cuando lleg¨® a la BBK, se encontr¨® una entidad muy saneada. La herencia de Jos¨¦ Ignacio Berroeta, un banquero tradicional y conservador en su gesti¨®n, fue privilegiada. Sin embargo, para Irala no era suficientemente ambiciosa y BBK hab¨ªa perdido una oportunidad de situarse en los primeros niveles de la clasificaci¨®n bancaria. Sus primeras declaraciones p¨²blicas quisieron desmentir que su prop¨®sito fuera impulsar la fusi¨®n, pero sus actos lo han dejado claro.
El relevo en las presidencias de las tres cajas facilit¨® el entendimiento
El 'plan Ibarretxe' frustr¨® la fusi¨®n de las tres entidades de ahorro
BBK en cinco a?os ha crecido en 100 oficinas y cuenta ya con 430
La elecci¨®n del sucesor de Irala depende totalmente del PNV
La BBK es hoy una de las entidades m¨¢s fuertes del sistema financiero espa?ol teniendo en cuenta su baja morosidad y sus altos recursos propios. Irala ha sido capaz de mantener la pulcritud de Berroeta y crecer sin que se llevara a cabo la integraci¨®n de las cajas vascas. En 2003 la caja contaba con 330 oficinas, ten¨ªa activos por valor de 15.354 millones de euros y un beneficio de 211 millones. En 2008 los activos gestionados fueron casi el doble, 29.666 millones, y contaba con 100 oficinas m¨¢s y un beneficio de 338 millones de euros.
No se le pueden poner peros a su mandato. Lleg¨® con la etiqueta de gestor y saldr¨¢ con su prestigio intacto. A su deteriorada salud, a la que puso ayer como motivo de su salida, hay que sumar una cierta frustraci¨®n.
2003 y 2004 abrieron nuevos rumbos en las tres cajas vascas. Los cambios en sus presidencias auguraban un giro a las suspicacias entre el entonces presidente de Kutxa, Fernando Spagnolo, y el propio Berroeta. Carlos Etxepare lleg¨® a Kutxa como un hombre de consenso y el socialista Gregorio Rojo, apoyado por el bloque constitucionalista (PP y PSE-EE), estaba abierto al acuerdo. En 2005 se dieron los primeros pasos. Irala desterr¨® la palabra "fusi¨®n" del vocabulario de las cajas de ahorro vascas para evitar agravios. La sustituy¨® de forma discreta por los t¨¦rminos "confianza" y "alianzas estrat¨¦gicas". Se fraguaron los primeros acuerdos en el seno de la Federaci¨®n Vasco Navarra de Cajas de Ahorro y se constituyeron grupos de trabajo en asesor¨ªa jur¨ªdica, negocio, secretar¨ªas generales, obra social, inform¨¢tica o riesgos.
Las alianzas estrat¨¦gicas de marzo se transformaron a lo largo del verano en un pacto de los tres presidentes para la fusi¨®n. Con la mayor discreci¨®n, lo presentaron ante los partidos pol¨ªticos, los agentes econ¨®micos y las fuerzas pol¨ªticas. Por vez primera en una larga historia de desencuentros, parec¨ªa que las cajas vascas iban a lograr su sue?o de competir en las ligas mayores y de emular a La Caixa, entidad envidiada por Irala.
No fue posible porque de nuevo la pol¨ªtica se cruz¨® por el camino. Los socialistas alaveses decidieron dejarla en suspenso, ya que sus socios populares tambi¨¦n la hab¨ªan rechazado. Sin embargo, el proceso se mantuvo vivo durante dos a?os. Por el camino, el PNV sugiri¨® un acuerdo a dos, entre BBK y Kutxa, que no avanz¨®, e Irala manifest¨® que la integraci¨®n era "imparable". La puntilla a un proceso condicionado por la pol¨ªtica se la dio el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, con su propuesta de consulta soberanista. En octubre de 2007 los tres presidentes anunciaron en un comunicado un aplazamiento indefinido de la integraci¨®n por el "escenario de incertidumbre abierto en el Pa¨ªs Vasco".
"No sabemos por cuanto tiempo, pero ha sido el lehendakari el que ha enterrado la integraci¨®n en la que est¨¢bamos trabajando", manifest¨® entonces un directivo de una de las tres cajas vascas. Los planes de Ibarretxe de convocar su consulta a toda costa fue considerada cuando menos "poco acertada". Aunque los socialistas vascos manifestaron p¨²blicamente su oposici¨®n al proyecto horas antes de que hablaran los presidentes de las cajas, ¨¦stos eran conscientes de que la fusi¨®n hab¨ªa encallado cuatro d¨ªas antes, cuando escucharon a Ibarretxe poner fecha a una consulta sobre la autodeterminaci¨®n, con o sin acuerdo previo y siguiera o no la violencia terrorista.
La ambici¨®n de Irala hab¨ªa vuelto a encallar. Sin embargo, con el apoyo decidido del PNV, el presidente de la caja vizca¨ªna y el sucesor de Etxepare al frente de la Kutxa, Xabier Iturbe, decidieron prescindir de la alavesa Vital e impulsar la fusi¨®n a dos. Se alcanzaron en secreto los primeros acuerdos en verano y se lanz¨® la campa?a para captar la mayor¨ªa necesaria en las asambleas. BBK no era un problema. Cont¨® con los votos suficientes. El problema se present¨® en Kutxa donde faltaron cuatro votos. De nuevo, los planes de Irala de crecer mediante la integraci¨®n se fueron al garete y, defraudado, manifest¨® su prop¨®sito de pasar p¨¢gina y crecer en solitario.
Irala solamente ha aguantado cinco meses para anunciar su salida. No se sabe nada de su relevo. El a¨²n presidente habla de criterios profesionales, pero la decisi¨®n no est¨¢ en sus manos. Como siempre en las cajas vascas, depende de los partidos pol¨ªticos; en el caso de la BBK, del PNV. La asamblea de la caja deber¨¢ elegir de entre sus miembros un nuevo consejero en el momento en que Irala renuncie al puesto. Si el elegido para el cargo no est¨¢ en el consejo o la asamblea, se le incluir¨¢ para la que se celebrar¨¢ en julio. Una vez tenga esa condici¨®n, ser¨¢ el propio consejo quien le nombre presidente. Todo el proceso est¨¢ en manos nacionalistas. El consejo de BBK cuenta con 17 miembros, 15 son del PNV, uno es de CC OO y el otro es un independiente. A partir de ahora se abren las especulaciones sobre qui¨¦n ser¨¢ el sucesor.
BBK es junto a la Diputaci¨®n Foral de Vizcaya la mayor instituci¨®n controlada por el PNV de forma absoluta, una vez que se produzca su previsible salida del Gobierno vasco, que pasar¨¢ a manos socialistas. Aunque no hay certezas sobre qui¨¦n ser¨¢ el sucesor, s¨ª existe el anuncio del PNV de que gobernar¨¢n el pa¨ªs desde donde puedan y BBK se antoja que es un buen instrumento de acci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica. El proceso de sucesi¨®n se ha abierto.
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