El alcalde de Mar¨ªn carga contra Caride por los deslindes

El alcalde de Mar¨ªn, el socialista Francisco Veiga, vive desde el pasado viernes en la "indignaci¨®n superlativa". El portazo recibido desde su propio partido en Madrid ha deslizado al aire "un enga?o" para el que todav¨ªa no encuentra explicaci¨®n. Y la primera persona en su lista es la ex conselleira de Pol¨ªtica Territorial, Mar¨ªa Jos¨¦ Caride, con quien es m¨¢s que probable que coincida durante el congreso que los socialistas clausuran hoy en Pontevedra. "Me gustar¨ªa encontr¨¢rmela", asegura el regidor, porque "aqu¨ª alguien nos ha mentido". Y es que la decisi¨®n del Gobierno que preside Zapatero de presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la Lei de Vivenda por un apartado referente a los deslindes de litoral vuelve a dejar en el limbo administrativo a los titulares de casi 400 casas asentadas en la costa.

Los titulares de 400 casas en la costa siguen en el limbo administrativo

La norma, aprobada por el bipartito, contemplaba la posibilidad de otorgar a ese suelo la caracter¨ªstica de urbano para que los residentes pudieran afrontar las mejores pendientes en los ¨²ltimos 30 a?os y solucionar los "graves" problemas de habitabilidad. El problema parte de un error administrativo en las normas subsidiarias aprobadas por la corporaci¨®n de 1977 -a¨²n en vigor- que no llegaron a delimitar cinco n¨²cleos poblacionales. Lapsus que arrastran desde entonces los titulares, que ven truncada una nueva promesa por la descoordinaci¨®n entre la administraci¨®n auton¨®mica y central. Y es que la Direcci¨®n Xeral de Urbanismo inicia un trabajo que "realiza en com¨²n con Costas", apunta Veiga. Pero cuando la ley se publica, el Ejecutivo de Zapatero echa el freno y asegura, adem¨¢s, que en ning¨²n momento se le ha informado de ese proceso. Desde la impotencia, Veiga dice que no entiende "esa forma de hacer pol¨ªtica". "No s¨®lo se ha enga?ado al alcalde de Mar¨ªn", dice, "sino a toda Galicia". El regidor a¨²n recuerda cuando Caride, en precampa?a, acudi¨® a la villa para asegurar que no se iba a recurrir la norma. Una semana despu¨¦s del fiasco, nadie de la anterior administraci¨®n se hab¨ªa puesto en contacto con ¨¦l para resolver el embrollo.

Aquel error registrado en 1977 ha supuesto no s¨®lo un deterioro notable en la habitabilidad de las casas sin autorizaci¨®n para llevar a cabo obras de mejora sino tambi¨¦n la imposici¨®n de sanciones econ¨®micas a sus propietarios desde 2003 hasta la llegada del bipartito a la Xunta. Un problema que cobra ya una dimensi¨®n "social" en la que la corporaci¨®n y los vecinos unen sus fuerzas hasta poner en jaque la asistencia de Veiga al congreso socialista, solventada a ¨²ltima hora por una entrevista con Mart¨ªn Fragueiro, comprometido a revisar el asunto.

La paradoja de este caso se plasma en Mogor, donde el Estado construy¨® una barriada popular que ahora no reconoce y que ocuparon gentes vinculadas a la pesca en los a?os 50. A este n¨²cleo se suman Loira, Aguete, A Teoira y Cas¨¢s. Todas estas poblaciones pesqueras quedaron fuera de las normas subsidiarias. No exist¨ªan para Costas cuando se elabor¨® la ley de 1988 pese a que algunas casas son centenarias y en esas fechas "dispon¨ªan de servicios b¨¢sicos".

Pocos d¨ªas antes de que el Gobierno anunciase el recurso, a Veiga le hab¨ªa llegado "el rumor". La "indignaci¨®n" se desbord¨® cuando el temor se hizo realidad y el regidor tuvo que enfrentarse a los vecinos para decirles que guardasen las botellas de champ¨¢n. Despu¨¦s de 30 a?os de lucha, la ley que entrar¨ªa en vigor el 20 de abril y les permitir¨ªa reformar sus casas se esfumaba.